Calina Belkin es una joven estudiante de ciencias veterinarias, quien sueña con graduarse e irse a vivir a Suiza, pero sus sueños se ven truncados cuando se ve obligada a contraer matrimonio con el mafioso mas peligroso de Rusia, Conocido como el demonio Ruso, Yerik, es un hombre frío, sanguinario, dejo de creer en el amor cuando su segunda esposa lo abandono con su pequeña hija recién nacida, desde entonces aborrece a las mujeres, pero se ve obligado a casarse para darle una madre a su princesa Alina.
Podrá Calina derretir el corazón de este hombre tan despiadado?
Podrá Yerik volver a confiar en una mujer y darse una nueva oportunidad en el amor? Acompáñame a descubrirlo...
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CAPÍTULO 3
Mijaíl llego con el alma pendiendo de un hilo, le aterraba volver a enfrentarse a Nicolay no por el sino por lo que ese hombre tan desalmado pudiera hacerle a su familia, no le importaba morir, si tan solo supiera que su esposa e hijas estarían a salvo
Entro con las piernas temblando a la bodega, al fondo Nicolay estaba sentado como un rey fumando un puro, Mijaíl caminó a paso lento hasta llegar y quedar frente a frente de Nicolay
- Señor Nicolay - saludo con la mirada en el suelo
- Traes mi maldito dinero? - preguntó mientras obervaba sus uñas
- Yo, yo tuve un inconveniente señor, le juro que quería pagarle, pero cuando venía de camino me robaron el dinero - mintió Mijaíl, nunca acusaría a una de sus hijas -- Por favor no lastimé a mi familia, mateme, lo merezco he incumplido a mi palabra, sólo por favor no le haga daño a mi débil esposa, ni a mis hijas - suplicó con lágrimas en los ojos, mientras que Nicolay sonrió maliciosamente
- Tienes hijas? - pregunto mirándolo directamente a los ojos
- Si señor dos niñas.
- Cuántos años tienen? - pregunto con interés Nicolay
- Larissa tiene veintitres años y Calina veintiun años señor - respondió el hombre con una leve sonrisa al recordar a sus princesas las cuáles seguramente ya no volverá a ver
- Interesante... toma asiento tengo una propuesta para hacerte, una que ambos saldremos ganando
- No entiendo que propuesta? A qué se refiere? - pregunto Mijaíl confundido
- Mira mi hijo Yerik necesita una esposa y una madre para su hija, mi princesa Alina, te propongo que me entregues a una de tus hijas, me importa una mierda cuál,la que tú crees que será mejor madre, para que se case con mi hijo y finja ser la madre de Alina frente a ella y yo no solo que te perdonaré la deuda, sino que me comprometo yo mismo a conseguirle un corazón a tu esposa y además te ayudaré a recuperar tu estabilidad económica... Qué dices tenemos un trato? - preguntó el hombre con una sonrisa ladina y prendiendo un nuevo cigarro
- Acaso está hablado en serio? Eso suena ilógico, porque nos ayudaría tanto? - preguntó con desconfianza Mijaíl, lo que provocó que Nicolay soltara una sonora carcajada
- Eres desconfiado me agrada... Cómo te dije Alina es mi princesa, por esa niña doy la vida sin pensarlo, haría lo que fuera por ella, si algun día eres abuelo me entenderás, por lo que estoy dispuesto a hacer hasta lo imposible por cumplir su sueño de tener una madre, estoy siendo claro? Ahora que dices? pregunto levanto una ceja.
- Yo, yo no puedo aceptar eso, sería condenar a una de mis hijas a una vida infeliz toda la vida, ellas tienen sueños, proyectos que realizar, merecen encontrar el amor y casarse cuando lo deseen con el hombre que ellas elijan, no puedo ser tan egoísta y hacerles esto... no no puedo aceptarlo, prefiero la muerte
- Veo que lo que tienes de desconfiando lo tienes de imbecil, no te das cuenta que no sólo te ayudare a recuperar tu empresa, sino que también tu esposa tendrá una nueva oportunidad de vivir, estarías salvando la vida de tu esposa
- Y condenando a una de mis hijas a quién sabe que? Todo el mundo sabe que tú hijo es un demonio, crees que podría entregarte a una de mis niñas para que tú hijo haga lo que quiera con ella
- Mira no soy el monstruo que crees que soy, nací de una mujer, tengo hermanas mujeres, amo a mi mujer más que nada en el mundo y tengo una nieta mujer que es mi debilidad, piensas que dejaría que mi hijo le haga algo malo a tu hija? Claro que no, no soy tal maldito, te doy mi palabra que ella estará bien...
Piénsalo Mijael oportunidades como estas no aparecen dos veces en la vida, te doy hasta mañana para que te decidas, ven a verme mañana a esta dirección y lleva a tu hija, la que sea la elegida - Dijo levantándose de su silla - Nos vemos - dicho esto se volvió a colocar los lentes de sol y se marchó
Mijael volvió a su casa desconcertado, como le diría esto a sus hijas, como les explicaría lo que acaba de suceder? el no podía obligar a ninguna de sus princesas aceptar algo asi, pero tampoco podía dejar pasar la oportunidad de salvar la vida de su esposa cuándo sabía que Gretel podía morir en cualquier momento esperando un corazón, ella era una de las últimas en la lista de espera
Se quedó por varios minutos en la soledad de la noche, sentía que su cabeza estallaría en cualquier momento, se sentía en una encrucijada, sin saber que decisión tomar, era la vida de su amada esposa o la libertad y felicidad de una de sus niñas... El cielo comenzó a iluminarse con los relámpagos y las primeras gotas comenzaron a caer, sería una noche tormentosa, igual que la tormenta que llevaba en su interior, a paso lento entro a la casa encontrándose con Larissa quién hablaba por teléfono con sus amigas y Calina quién estaba estudiando en la sala, se quedo parado ahí, observando a cada una, eran tan parecidas y distintas a la vez
Ambas eran rubias, de ojos color cielo igual a su bella madre, pero habían heredado su sonrisa, la misma sonrisa de Mijael, pero a la vez sus personalidades eran tan diferentes
Larissa era arrogante, caprichosa, muy temperamental y en algunos momentos solía ser algo envidiosa de su hermana, mientras que Calina, era todo lo opuesto, dulce, amable, siempre estaba con una sonrisa por más triste que estuviera por dentro, siempre positiva
- Papá has vuelto sabía que todo saldría bien - la voz de Calina lo saco de sus pensamientos
- Si princesa he regresado - respondió el hombre algo apagado
- Qué ocurre? ¿Cómo te fue con el señor Sokolov? Te dio más plazo para devolverle el dinero? - Calina bombardeó a su padre a preguntas
- Has visto y tú tanto escándalo que me has hecho por nada - reprochó Larissa a su hermana
- Me dió tiempo hasta mañana, pero lo peor es que ahora no quiere dinero - respondió Mijaíl llegando ambas manos a su cabeza
- Y qué es lo que quiere papá? - indagó Calina
- El quiere que alguna de ustedes se case con su hijo... Y sea la madre de la hija que el tiene, se que es una locura, jamás las obligare a ninguna de las dos aceptar, esto es una porquería - suspiro frustrado el hombre
- Espera, espera, con que hijo? Y con eso te perdona lo que le debes? - pregunto Larissa que al fin parecía prestar atención a lo que estaba sucediendo
- Si si hijo Yerik tiene una hija y necesita una madre para la niña... Si Sokolov prometió ayudarme a recuperar la empresa y lo más importante conseguirle un corazón a Gretel
- Pues conmigo no cuentes, si no fuera que es para ser la esposa del demonio ruso tal vez habría aceptado, ya saben para volver a mi vida de reina pero primero no soporto los niños y en segundo lugar he escuchado mucho sobre ese hombre, según se es horrible y repugnante verlo de cerca, que tiene todo el cuerpo quemado cuando le explotó una bomba muy cerca de él y que además le falta un ojo, por eso lo llaman el demonio ruso, porque es terrorífico verlo... Así que lo siento papá, pero yo jamás podría estar con un monstruo como ese... - hablo Larissa despreocupadamente
- Tranquila no las obligaré a ninguna aceptar tal locura
- Pero mamá podría recibir su corazón y vivir muchos años junto a nosotros, salvaría su vida - hablo con emoción Calina
- Y condenar nuestra vida al lado de un asqueroso y deformado hombre y encima soportando a una estúpida niña? Jamás - replicó Larissa
- Pero tendríamos a mamá por muchos años más - Calina sonrió de sólo pensarlo ella haría lo que fuera por sus padres a los que amaba más que a su vida - Yo lo haré papá, me casare con ese hombre - dijo con seguridad
- No tienes que hacerlo princesa, tienes veintiún años y tienes toda una vida por delante, que hay de tus sueños? ¿No importan? No puedo permitir que hagas esto
- Más me importan ustedes... Llama a Sokolov y dile que acepto, pero también tengo mis condiciones
Mijael pasó casi toda la noche tratando de convencer a su hija que lo hiciera pero Calina ya estaba decidida a sacrificarse por sus padres.