Las cosas pueden cambiar muy rápido, en un solo segundo puedes estar en un lugar para después caer en otro, esta es la historia de como sobrevivir a un mundo lleno de ratas sucias qué buscan aprovecharse de la debilidad.
"no voy a permitir que se aprovechen de mi, no más, protegeré a mis hijos de todas esas bestias, por que yo soy la duquesa de este lugar."
Reencarne en un cuerpo que no es el mio y una vida que no me pertenece, pero eso es lo de menos hay personas que necesitan mi ayuda y yo los ayudaré sin importar que suceda lo haré hasta que pueda volver a mi vida original."
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La vida que vivo. 4
Después de estar un rato buscando en el bosque se vislumbró a lo lejos una cabaña en donde claramente vivía alguien.
Sacha se acercó y con prisa golpeó la puerta de la casa esperando con esperanza que alguien saliera.
Por favor, por favor que aquí sea, que aquí sea.
Al final un hombre de baja estatura y muy viejo salió a regañadientes de su cabaña.
—por favor, mi hija esta enferma.
—¿y eso a mí que?
—por favor haré lo que sea.
—lo que sea dices.
Porque siento qué este viejo es de esos viejos pervertidos qué les gusta ver mujeres en biquini no importa estoy preparada para amenazarlo con la espada si no accede a curar a mi bebé.
—si me haces sopa te atenderé.
—¿sopa? Si claro puedo hacer sopa para usted.
Sacha entro de inmediato a la cabaña y el viejo empezó a examinar a Lilly mientras ella preparaba la sopa en la vieja cocina de la cabaña.
Espero que esto funcione no quiero perder a mi bebé, no puede ser ya me acostumbre a este mundo como para que me arrebaten a mi hija así como así, no, no, no, deja de pensar en eso Lilly no va a morir, solo es una fiebre.
El viejo termino por darle un té de hierbas para que a la bebe le bajara la fiebre.
—¿qué tiene doctor? —dijo Dylan.
—solo le dio mucha calor asegúrate de mantenerla fresca, ya es una bebe grande por lo que tiene que tener cuidado con su temperatura.
Sacha término con la sopa y se fue directo a ver el estado de Lilly.
—Su sopa es muy buena madam.—dijo el viejo sentado en la silla. —¿no quieres un poco niño? , sabe madam hace mucho tiempo tuve una hija tan bella como usted, pero ella desafortunadamente falleció a causa de una enfermedad mortal por lo que me recluí aquí para atender a la gente que necesite mi ayuda.
—eso me parece muy bien, pero debería poner más carteles qué indiquen en donde esta parada la persona, así la gente lo podrá encontrar más rápido.
—una última cosa muchacha ¿tu bebé duerme mucho?
—si, pero creo que es normal, digo es una bebe todavía.
—eso está mal muchacha, asegúrate de darle este té de hierbas y mantenerla despierta, lo que tiene es la enfermedad del niño soñoliento eso se da porque los niños no comen bien y le faltan vitaminas para durar despierta, por suerte el caso de tu bebé no es tan grave por lo que si le preparas el té junto a su biberón estará bien y no sufrirá más.
—gracias doctor, eso me ayudo demasiado ya me estaba preocupando por el hecho de que la niña dormía mucho.
—gracias a ti hija hace tiempo que no veo hijos tan lindos como los tuyos, tu vida será muy difícil por lo que debes tener fe.
Cuando por fin le bajó la fiebre a Lilly sacha tomo sus cosas y se dispuso a salir cuando estaba apuntó de anochecer.
—muchacha ¿estás segura de que te quieres ir? Puedes quedarte aquí si quieres.
—no, gracias, viejo sabio, tengo que llegar al pueblo de pesquisón lo antes posible.
—está bien, mucha suerte la vas a necesitar.
Sacha se despidió del hombre para seguir su camino hacia el pueblo más cercano, ya no se iba a arriesgar al dejar a sus hijos dormir en la intemperie eso podría llegar a ser más peligroso de lo que ella pensaba.
Mientras tanto en la mansión luterano nadie se había dado cuenta de que la duquesa no estaba en su habitación desde hace tres días.
Cuando una mucama entro a revisar la habitación por curiosidad no encontró nada ni las ropas, ni los niños y lo más importante las joyas no estaban por lo que dio aviso de inmediato a la anfitriona.
—esa maldita perra se terminó por ir con su amante, ya sabia que haría eso, pero aun así me sorprendió que fuera tan rápido.
—¿le decimos al señor?
—no, este es el momento perfecto para casar a mi hijo con la hija más joven de la casa liban, vamos preparen una invitación para hablar del asunto con el duque liban apuesto que a él también le encantará la idea.
Sacha no llevaba ni una semana desaparecida cuando ya la querían cambiar por otra, pero eso solo quedaba en manos del duque, elegir entre una nueva esposa o buscar a la suya.
Sacha por su parte siguió su andar sin mirar atrás con la seguridad de que aunque fuera el padre de sus hijos no le pediría absolutamente nada ella los criaría sola sin ayuda del bastardo del duque y al final después de tanto recorrido y esfuerzo por fin habían llegado al pueblo de pesquisón en donde harían su vida desde cero.
Al llegar al pueblo fue bien recibida por los aldeanos quienes le ayudaron a instalarse en una casa de renta en la zona más cercana, para que ella y sus hijos estuvieran más cómodos.
Las abuelas ayudaban a sacha a cuidar a los niños cuando esta salía a cazar junto con el grupo de hombres, al principio se les hizo raro que una mujer quisiera salir con ellos, pero después de ver sus habilidades la siguieron invitando a todas las cacerías, lo que motivo a otras mujeres para ellas también salir de caza.
En sus tiempos libres sacha enseñaba a su hijo el manejo de la espada y lo llevaba a estudiar a la escuela pública en donde rápidamente se hizo amigo de todos los niños de su edad convirtiéndose en una persona muy alegre nada comparado a su vida en la mansión.
Sacha aprendió a cultivar sus propios alimentos con ayuda de las mujeres del pueblo que le hacían compañía todo el tiempo, rápidamente fue conocida por todos por su valentía y determinación.
Cada que los bandidos llegaban al pueblo a robar las cosechas o a las mujeres, sacha era la primera en alistarse para matarlos a todos con su afilada espada, por lo que fue muy admirada por hombres y mujeres.
Y así los días se convirtieron en años, 5 años exactamente en donde sacha vivió una vida pacífica y a la vez muy agitada al cuidado de sus hijos y encargándose de algunas cosas importantes en el pueblo.
Dylan qué ahora tenía 11 años seguía el ejemplo de su madre y anhelaba ser igual de fuerte que ella para poder ayudar a proteger a todos en el pueblo como lo hacía ella, pero sacha insistía en que no debía sofreesforsarse ya qué él era el niño más fuerte de su escuela y podía ganarle a varios hombres en general.
Lilly se había convertido en una niña de 6 años muy dulce, sus cabellos adoptaron un color rojo intenso heredado de su padre y los ojos azules de su madre, Dylan la protegía mucho puesto que aún era muy niña para poder protegerse y era muy ingenua al momento de ver el peligro.
—mamá, ya llegué. —grito Dylan entrando en la casa con Lilly agarrada de su mano.
Sacha bajo del segundo piso para encontrar a sus hijos en la entrada y les dio un enorme abrazo, estos acaban de llegar de la escuela.
—¿cómo les fue?
—mami, hoy desapareció otra niña de mi salón de clases, dicen que salió a buscar madera a la parte trasera de la montaña y no volvió a su casa.—dijo Lilly sentándose en la silla del comedor siendo seguida por Dylan.
—eso ya es demasiado sospechoso, ¿Dylan no sabes más sobre eso?
—no se sabe nada porque nadie la vio salir de su casa y que .
—bien.
—Lilly, jamás te apartes de la vista de Dylan él siempre te protegerá y mami los protegerá a los dos.
—sí. —dijeron ambos.
De pronto una mujer entro alterada y con lágrimas en los ojos a la casa asustando a sacha.
—Mey ¿qué paso?.
—sacha... Es Anita, ella desapareció s... Sé la... Llevaron los bandidos ay sacha qué voy a hacer.—la mujer lloraba sin consuelo en los brazos de Sacha.
—¿Quien se la llevo?
—Fueron los bandidos ellos se atravesaron en mi camino cuando iba bajando de la montaña, sujetaron a Ana y se la llevaron. —dijo la mujer alterada.
—Mierda esos bastardos no entienden por las buenas ahora será por las malas.
—Dylan, Lilly, no salgan hasta que yo regrese. —dijo sacha tomando su afilada espada para dirigirse a la montaña en busca de los bastardos qué se atrevieron a robar a una niña.
—si mamá. —dijeron ambos.
Sacha salió con Mey para buscar a los hombres del pueblo para ir de cacería a capturar a los bandidos qué se llevaron a Ana.
Después de reunir a la suficiente gente sacha subió la montaña con su caballo negro en busca de cualquier indicio qué la indicará en donde estaban escondidos los bandidos.
La tarde pronto se convirtió en noche y no había señal de ningún hombre cerca.
Maldita sea hasta donde puede correr uno de esos cerdos, no, espera un segundo.
— todos regresen de inmediato!!.
—¿qué? ¿Por que? Sacha todavía no encontramos a ana no podemos retirarnos ahora.
—tengo el leve presentimiento de que este es solo una fachada y que el verdadero objetivo es el pueblo, las mujeres están solas volvamos ahora.
Sacha dio la orden con firmeza y todos obedecieron y volvieron lo más rápido posible al pueblo.
Al llegar las suposiciones de sacha eran ciertas los bandidos usaron a Ana como señuelo para poder alejarlos del pueblo y así hacer estragos sin que nadie los detuviera.
Las mujeres se defendían como podían con arcos, con sartenes de acero o con cuchillos pero nada se comparaba a las afiladas espadas qué llevaban los bandidos por lo que hacían lo posible por resistir, cuando vieron llegar a sacha y los hombres sintieron un gran alivio.
De inmediato los hombres se lanzaron a atacar a los bandidos para alejarlos del pueblo y que ninguno se escapara.
Sacha bajo de su caballo y fue a comprobar que todas las mujeres estuvieran bien y así lo parecía las mujeres habían resistido bien.
—¿En dónde está Mey?—dijo sacha.
—¿no estaba contigo?—dijo una mujer.
—no puede ser en donde se metió.
—¿no habrá ido a buscar a su hija?
—iré a ver ustedes pónganse a salvo. —dijo sacha y tomo su espada de nuevo para irse a buscar a Mey.
Busco por todo el pueblo pero no había señal de ella por ningún lado, cuando se acercó a un pequeño callejón pudo escuchar los lamentos de una chica que parecía ser Mey y de inmediato entro al lugar, y efectivamente era Mey quien lloraba.
—Mey ¿qué paso?
Mey sostenía el cuerpo de su hija que estaba cubierto de sangre, al parecer había muerto de una forma muy violenta por que no se podía ver su rostro claramente.
—esta muerta, sacha. —la mujer lloro aún más fuerte que antes y sacha la abrazo para aliviar un poco su dolor.
—lo siento Mey, llegué tarde.
—no, no es tu culpa, podrías hacerme un favor.
—claro Mey, dime.
—mata al bastardo qué le hizo esto a Ana por favor.
—lo haré, dime quien fue.
—fue un hombre alto de barba y estaba obeso lo reconocerás de inmediato es el único que luce así.
—claro, Mey lo haré pagar ya lo verás.
Sacha se levantó envuelta en furia y se subió a su caballo para buscar al bastardo qué había echo sufrir a una madre.
Esta vez no te saldrás con la tuya imbécil de mierda, hoy te duermes con los peces por que arrojare tu asqueroso cadáver al mar.