Amargas Mentiras

Ivana, sentía más que avergonzada, no solo por el hecho de estar casi desnuda frente a esas personas, sino que también, tiene que afirmar,

que se había acostado con alguien por dinero.

-¡Si me acosté contigo por dinero!

La joven pretendía decirle que el dinero era para salvar la vida de su madre, no obstante cuando estaba por abrir la boca, Felipe sacó su billetera y le arrojó encima todas sus tarjetas y el dinero que traía consigo, y al voltearse le dijo;

-¡Me hubiera acostado contigo sin la necesidad de la droga!

Con esto el joven quiso dar a entender que sí sabía que habían puesto drogas en su bebida y que la joven en realidad le había cautivado.

Cuando Felipe se marchó, Ivana soltó un llanto desgarrador, nunca antes se había sentido tan avergonzada como ese día.

Por su parte Sara corrió tras Felipe, mientras

que Alex permaneció en la habitación del hotel, y esbozando una malvada sonrisa, volvió su mirada hacia las manchas de sangre que había en la cama, y dijo con frialdad;

-¡Por lo menos lo disfrutaste!

-Ahora, será mejor que te vistas, para que la policía pueda hacer su trabajo.

La actitud de Alex, dejó paralizada a ka joven, ella jamás esperó una traición como esta y mucho menos de él.

Al reaccionar Ivana recogió toda su ropa y se dirigió al baño, tan pronto como terminó de vestirse salió hecha una fiera, en ese momento agarró el maletín y con este mismo golpeó fuertemente la cabeza de Alex, luego lo abrió y dejó caer todo el dinero;

-¡Jamás te perdonaré esta humillación!

Tras decir esto la joven miró a los oficiales he instó;

¡Nos podemos ir!

Uno de los oficiales se acercó y le colocó las esposas, la joven sabía que irá directamente

a la cárcel, Alex la estaba acusando de robo y cinco millones es una suma muy importante.

Por otro lado, Felipe conducía más que furioso, a pesar de ser él quien había fallado, su enojo era con Sara.

Él no sabe cómo fue que la joven se enteró de que él se encontraba en ese lugar, supone que tal vez fue Alex quien le dio la información.

En más de una ocasión sus amigos le han comentado que los han visto juntos, pero Felipe era reacio a creerlo, ahora comienza a sospechar de que Sara también sale con su primo, y la forma en que ella defendió a Alex, de Ivana lo dejó más que claro.

En ese momento el joven miró por el espejo retrovisor y descubrió que Sara lo seguía muy cerca, ante esto Felipe aceleró sin percatarse de que el semáforo había cambiado, lo último que vio fue un enorme camión que lo embistió con gran fuerza.

Al parecer Alex, se salió con la suya, su objetivo era acabar con la vida de Felipe quien quedó prensado y cubierto en sangre, debatiéndose entre la vida y la muerte.

Una semana después Ivana seguía en el reclusorio, el juez le dio 8 años de cárcel por el delito de robo agravado y fue en ese lugar cuando recibió la fatal noticia de que su madre había muerto, este fue un golpe tan fuerte, que Ivana lloro hasta agotar sus lágrimas.

Con el paso de los días, la joven acepto su destino, ya no tenía a nadie por quien seguir

luchando; sin embargo, al cabo de dos meses Ivana comenzó a sentirse mal y cuando la doctora la examinó descubrió que estaba embarazada.

Esa noche ninguno de los dos se protegió, así que era probable que esto sucediera, Ivana comenzó a pensar en una solución.

Ella no podía tener a su bebé en la cárcel, su condena apenas empieza y la doctora le dijo que si alguien no se hacía responsable del niño, el pequeño será enviado a un orfanato.

Después de tanto pensarlo decidió que lo

mejor sería entregarle su hijo a Felipe, ella no tenía más parientes, la única opción era el padre del bebé.

Con ayuda de una reclusa consiguió el número de constructora Brown, esto con el fin de contactar a Felipe, la familia Brown, bloqueo todas las noticias del accidente y en la constructora le informaron que el joven no se encontraba en la ciudad, la secretaria la comunicó con Benjamín.

Cuando la secretaria le dijo que era una llamada de la cárcel el Sr. Brown frunció el ceño y dudó en contestar, pero como ella había pedido comunicarse con su sobrino, Benjamín sintió curiosidad por saber que era lo que la joven quería decirle.

Así que al atender el teléfono contestó de inmediato.

-¡Felipe no se encuentra en la ciudad!

-¡Yo soy el tío, si quieres dejarle un mensaje con mucho gusto sé lo daré!

Al otro lado del teléfono Ivana no dudó en decirle. -¡Dile a Felipe que venga a verme, necesito decirle algo muy importante!

- ¡Señorita no creo que Felipe pueda ir en estos días, la verdad es que él se encuentra muy ocupada!

-¡Pero si usted me dice, de que se trata tal vez la pueda ayudar!

¡Solo dile que necesito que lleguemos a un acuerdo, estoy embarazada, y no puedo tener a mi hijo en la cárcel!

-¡Su familia es muy prestigiosa!

- ¡Yo creo que no les conviene que un miembro de su familia sea llevado un orfanato!.

La mirada de Benjamín, cambió cuando escuchó lo que dijo la joven, él sostenía un bolígrafo en la mano, el cual partió en dos, la noticia no fue de su agrado, su padre no lo menciono en el testamento y tenía puesta las esperanzas, en Alex.

Benjamín quiere que Alex sea quien herede la constructora, a estas alturas no le conviene que

aparezca un hijo de Felipe.

¡No se preocupe Srta. yo le daré su recado!

¡Estoy seguro de que pronto recibirás noticias de mi sobrino!

La joven colgó el teléfono y se llevó sus manos al vientre con la esperanza de que Felipe se haga cargo de hijo, el joven es de una buena familia

y si su hijo crece al lado de Felipe nunca pasará las necesidades que ella pasó.

En los días siguientes Ivana esperaba la visita del joven Brown, pero él nunca apareció, ese día Ivana se dirigía a tomar una ducha cuando de pronto una reclusa se paró frente a ella.

¡Hola muñequita!

La joven le sujetó fuertemente la barbilla, ella es Bruna, alias la fiera, la reclusa que manda en el lugar, todas en la cárcel le temen, la fiera es una mujer despiadada, todas tienen que hacer lo que ella diga y si no la obedecen, la fiera le hace saber el porqué la llaman así.

- ¡Déjame en paz! Solamente quiero darme una ducha eso no es un delito.

Ivana se hizo a un lado intentando pasar, pero la fiera estiro su pie haciéndole una zancadilla, y la joven de inmediato cayó a suelo.

-¡Fiera por favor, yo no te he hecho nada!

Al escuchar el tono tan dócil de Ivana, la fiera se acercó y la agarró del cabello.

-¡Escúchame bien muñequita, desde que llegaste a este lugar me caíste re mal, te tengo atravesada en la garganta!

En ese instante una de las amigas de la fiera se acercó y preguntó;

¿Sucede algo fiera?

-¡Vigila la entrada!

-¡Hoy pienso divertirme con esta muñeca!

Dicho esto la mujer dejo caer su puño en el rostro de Ivana, quien al recibir el golpe se sujetó la cara y le gritó;

- ¡¡Estoy embarazada!!