NovelToon NovelToon
ENTRE EL AYER Y EL HOY

ENTRE EL AYER Y EL HOY

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Traiciones y engaños / Familias enemistadas / Batalla por el trono / Viaje a un mundo de fantasía
Popularitas:580
Nilai: 5
nombre de autor: Isabel Campos

Dos mundos, dos almas, un destino entrelazado a través de los siglos. En esta historia de fantasía atemporal, un eco del pasado resuena en el presente, uniendo realidades paralelas. Nuestros personajes principales se encontrarán atrapados en un círculo lleno de romance prohibido, misterio, rivalidades familiares y secretos milenarios que convergen en una trama donde sus vidas se conectan de forma inesperada e inquebrantable. Encuentros emotivos, contrastes entre inocencia y sorpresa, darán intesidad, capturando la magía de cada momento. Mientras una profecía ancestral juega alterando el curso de la historia, viejos lazos, nuevos misterios, deberán navegar entre el amor y la sed de venganza que amenaza con consumirlos para decidir si su conexión perdurará por siempre o se desvanecerá en el tiempo

NovelToon tiene autorización de Isabel Campos para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 23… Conexiones Invisibles

Andrew y Valentina se miraron. En sus ojos, no había solo una atracción, sino un entendimiento. Estaban perdidos, de alguna manera, en este mundo.

— Yo siquiera recuerdo a mis padres —confesó ella, su voz apenas un susurro—. Pienso que me amaban, los extraño. Esa sensación de hogar, solo puedo tener una parte de ella desde que conozco a Estefany. — Esa era su pérdida, el haber crecido lejos de un lugar desconocido.

Andrew la miró, su corazón dolido por su dolor. Él sabía lo que era extrañar a sus padres, a su hermano, a su reino. Pero Valentina, ella no tenía ni recuerdos. Su pérdida era un vacío, una ausencia.

— No estás sola, Valentina. Sé lo que se siente —dijo Andrew, su voz grave, llena de una compasión que la sorprendió—. Yo también me siento como un extraño aquí. Pero, de alguna manera, ahora que estoy contigo... Me siento más cerca de casa que nunca. -

Valentina se acercó a él, sintiendo una calidez en el pecho que nada más había logrado. Sus manos se encontraron, y él le dio un apretón suave, un gesto silencioso de comprensión. En el parque, bajo el sol de la tarde, dos almas perdidas habían encontrado un hogar la una en la otra.

— Me gusta mucho este lugar —dijo Valentina, cambiando de tema para escapar de la aflicción.

— Apartado de los carros, las luces, la gente. Siento calma —murmuró ella.

Andrew la observó, admirando su resiliencia.

— Es un lugar muy diferente al que conozco —respondió él—. Pero me gusta mucho. Y me gusta… que haya personas como tú.

Valentina se sonrojó, y Andrew sonrió. Por primera vez en mucho tiempo, la ira y el dolor en su corazón se habían desvanecido. En su

lugar, había una calma que no podía explicar. La tranquilidad del parque no era la única que lo había cautivado; era la paz que encontraba al lado de ella.

El silencio que siguió no fue incómodo, sino reconfortante. Era el sonido de dos almas perdidas. Andrew y Valentina, dos extraños en un mundo ajeno, se miraban como si se hubieran conocido de toda la vida. Había una verdad en sus ojos que trascendía las palabras.

— ¿Cómo es dónde vivías antes? —preguntó Valentina, rompiendo el silencio.

— Eh... —Andrew no sabía cómo explicarle.

— Antes, cuando éramos niños —dijo, intentando encontrar las palabras. Recordó a su hermano. Ella lo miró atenta.

— Había campos verdes, riachuelos donde llegaban aves y animales del bosque. Había tranquilidad, mi hermano y yo solíamos jugar al aire libre... Ahora, ya todo es oscuridad y tinieblas, he perdido mucho... —Su voz se quebró.

Valentina creyó que era una metáfora. Tal vez así se sentía él, el mundo ahora, luego de perder a su gemelo. Se sintió más cerca de él, entendiendo su dolor.

Valentina se acercó a él, sintiendo una empatía profunda. Ambos, sin saberlo, eran náufragos de un mundo que ya no existía.

— Siento mucho lo de tu hermano —murmuró ella, con la voz llena de una tristeza que parecía más suya que de Andrew.

Andrew y Valentina se miraron, y por primera vez en mucho tiempo, Andrew sintió que su dolor no era un peso que llevaba solo. En los ojos de Valentina, encontró un refugio. Los fragmentos de sus pasados, rotos y desordenados, se unían para formar una historia de pérdida, pero también de esperanza.

El momento de intimidad entre Andrew y Valentina se rompió con el sonido de unas voces que se acercaban. Sus manos, que se habían tocado, se separaron de golpe. El silencio cómodo que los había rodeado fue reemplazado por un bullicio inesperado.

— ¡Valentina! ¿Qué tal la charla? —dijo Estefany, con una sonrisa burlona mientras se acercaba junto a Theodor.

Andrew y Valentina se ruborizaron, sin saber qué decir. La atmósfera mágica que habían creado se disipó, reemplazada por la realidad.

— Lo siento, creo que los interrumpimos —dijo Theodor, con una formalidad que hizo que Estefany se riera.

— No, para nada. Me alegra que hayan llegado—dijo Valentina.

Andrew la siguió, sus ojos fijos en ella. La conversación sobre sus pasados había terminado, pero la conexión entre ellos era más fuerte que nunca.

— ¿Y bien? ¿Se van a quedar sentados ahí o vamos a cenar? —preguntó Estefany, mirando a Andrew y a Theodor con los brazos cruzados.

Andrew, que había estado a punto de decir que no, se encontró a sí mismo asintiendo. La idea de pasar más tiempo con Valentina era demasiado tentadora para resistirla.

La decisión de cenar juntos se tomó por inercia. El grupo de cuatro, una mezcla improbable de mundos, se dirigió a un pequeño restaurante local. El lugar, ruidoso y lleno de gente, era un mundo nuevo para Andrew y Theodor, pero para Estefany y Valentina, era el confort de la rutina.

La mesa, pequeña y cuadrada, los obligó a sentarse cerca. Valentina y Andrew uno frente al otro, sus rodillas casi tocándose bajo la mesa. Theodor y Estefany, a los lados, se observaban con curiosidad.

— Vaya, nunca pensé que ir a cenar fuera una aventura —dijo Theodor, con una sonrisa nerviosa.

Estefany soltó una carcajada.

— Aquí la aventura es conseguir una mesa sin esperar una hora.

La conversación fluyó con facilidad, aunque de forma desigual. Theodor y Estefany hablaban de la ciudad, del trabajo y de las cosas más mundanas, un mundo completamente nuevo para Theodor. Andrew, por su parte, se mantuvo en silencio, sus ojos fijos en Valentina.

— ¿Te gusta la comida? —le preguntó Valentina, con la voz suave, notando su silencio.

— Es… diferente —respondió Andrew, pero su mirada le decía otra cosa. Le gustaba la comida, le gustaba el ambiente, pero lo que realmente le gustaba era la mujer que tenía enfrente.

Theodor, que no había perdido la oportunidad de hablar con Valentina, se inclinó hacia ella.

— ¿Te gusta leer? Mi abuelo siempre dice que los libros son puertas a otros mundos.

— Me encanta —respondió Valentina, con una sonrisa sincera—. Es mi forma de escapar. —

La cena terminó, pero la noche no.

Las risas de Estefany, las preguntas curiosas de Theodor, la tensión palpable entre Andrew y Valentina. Los cuatro, una amistad improvisada, habían encontrado en la compañía de los otros una paz que no esperaban.

La camarera retiró los platos. Estefany se estiró en su silla, llena de energía.

— Bueno, ¿qué hacemos ahora? Podríamos ir por un helado, o caminar por el parque. —

— El parque —dijo Andrew, antes de que pudiera pensar.

Theodor lo miró, con una sonrisa de alivio en su rostro. La noche era perfecta para una conversación.

1
EIOC 23
E
Elizabeth Sánchez Herrera
más ➕ capítulos
EIOC 23: Atenta, actualizando casi a diario.../Smile/
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play