Cuando abrí los ojos estaba en un mundo diferente.
¿Como regreso a casa?.
Mas bien, ¿que mundo es este?.
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Estamos en el mismo barco
En el mapa observé como todos seguían al tipo.
Llegaron a una zona de bodegas.
"Están más lejos de lo que creímos".
"Si".
Le respondí a Dylan.
"¿Deberíamos acercarnos?".
Pregunte.
"¿Sabes como conducir?".
Dylan me pregunto.
"No...".
"..."
Dylan suspiro.
"Lo pondré en cosas por hacer".
Él asintió estando de acuerdo.
"Estamos dentro".
Héctor dijo.
"El tipo sigue avanzando".
Las voces del celular de Héctor se escucharon.
Luego un silencio.
Dylan señalo para que también guardara silencio.
Observamos.
No teníamos una vista exacta, pero mirábamos algo del lugar donde estaban.
Entonces se escucharon voces ajenas.
"¿No te habían atrapado?".
"¿Cómo saliste?".
"Fue rápido, se despistaron por un momento y salí de ahí".
"Están buscando a la mujer esa".
"¿Cómo nos encontramos?".
"No sé... creo que tiene que ver con la pulsera que vendí".
Dylan me dirigió una mirada después de escuchar esa parte de los desconocidos.
"Tenía razón... Debemos arreglar eso".
No pude evitar hacer una mueca.
"Maldición".
Luego se quedó en silencio.
El teléfono de Héctor hizo un ruido de movimiento y se escucharon pasos rápidos.
¿Están corriendo?.
En el mapa también empezaron a moverse.
"¡Intrusos!".
El grito se escucho.
Dylan me miro por un momento.
"Estamos rodeados".
"Son al menos 15".
Héctor dijo chasqueando la lengua.
Dylan saco su celular para mandar un mensaje a Joe y a los otros.
"¡Ahora corran!".
Luego de eso se escuchó un enfrentamiento.
Las puntas de mis dedos picaron.
Pelea.
Desde que habia llegado a este mundo no había tenido una pelea.
'Ah... Quiero ir'.
Sin embargo, lo que estaba del otro lado estaba siendo más intenso.
"¡Huyan!".
El grito de Sebastián se escuchó.
"Son como 20".
Héctor también jadeo.
Dylan se estremeció y dejo la computadora a un lado para salir del automóvil.
"Esto salió mal".
Es obvio que saldría mal.
No son mercenarios.
Sin embargo, creí que saldrían a salvo de alguna manera.
De lejos miramos a Ronaldo y a Mauricio y detrás de ellos al menos siete tipos persiguiéndolos.
No se veía bien la escena.
Dylan saco un tubo de metal.
Su expresión fue oscura y entonces cuando alzó la mirada noto que había personas acercándose del otro lado.
Parece que si estaban preparados para pelear.
Dylan vacilo.
Eran muchos.
Luego me miro.
"Vete".
Dijo.
Esto no iba a salir bien y lo sabía, lo mejor es sacar a quien pudiera de aquí.
Al menos es lo que decía su mirada.
Tome el gran tubo.
"Mantente atrás".
Dije.
El primer tipo se puso enfrente a Dylan para acorralarlo y cuando menos espero recibió el primer golpe.
El tipo cayó al suelo inconsciente.
Tome la gorra y me sujete el cabello tan rápido como pude.
No podía dejar que me reconocieran las cámaras de seguridad.
"¿Qué rayos?".
Dylan jadeo.
Luego el segundo y el tercer tipo aparecieron.
Empecé a correr.
Sentí como que había valido la pena el entrenamiento que había hecho desde que llegue a este mundo.
El cosquilleo seguía en mis dedos de la mano.
Cuando menos vieron a los que nos estaban rodeando terminaron en el suelo... No muertos pero si mallugados.
Luego corrí hacia donde venían los demás.
"¡Cuidado!".
Grite.
Ronaldo volteó a donde señale y corrí lo más rápido que pude para interceptarlo.
Use el tubo para darle un golpe directo en el estómago, pero su golpe fue más bajo y termino cayendo.
"Ups".
Dije.
"¿Traen armas?".
Le pregunte a Mauricio.
"No, pero son muchos".
"Puedo hacer una abertura guiame".
Dylan logro sostener a Ronaldo y lo metió en el automóvil para que descansara.
"¿Como puedes decir eso con tanta seguridad?".
Me pregunto.
"¿Acaso importa?".
"Vamos".
Dije.
Ahora formaba parte de este grupo, asi que no podía dejarlos.
Seguí atacando a cada uno de los matones que se acercaban.
Mauricio tambien logro golpear y a la vez asintió.
"Tenemos que ir rápido".
Dije y seguí corriendo hacia las bodegas.
Mauricio se frustro, pero a la vez asintió y empezo a correr atrás de mi.
Corrimos hacia la bodega que estaba a punto de cerrar.
Pase.
Mauricio no alcanzo.
"Maldición, ¡Lys!".
Mauricio grito.
"Tranquilo, se lo que hago".
Respondí.
Aunque me imagino que cuando acabe esto sera muy difícil de explicar.
No creo que me crean si les digo que mi alma es de otro mundo, ¿verdad?.
O tal vez si... Lo peor que puede pasar es que me digan que tengo dos personalidades, lo cual estaría bien para mi.
Seguí el camino que había visto por la computadora de Dylan.
Mi celular empezo a vibrar.
Lo conteste.
"Dime donde están".
Le dije a Dylan.
"Esto es una locura, no podrás hacerlo sola".
"Dilo o cuelgo".
"..."
Se hizo un silencio por parte de Dylan, pero acepto decir el lugar.
"Ve adelante".
De repente el mismo mapa que Héctor tenia empezo a mostrarse en mi celular.
Apareció otro matón delante de mi y lo noquee.
"Continua".
Dylan escuchaba todos los sonidos desde mi lado, asi que es normal que sepa que estoy en medio de un enfrentamiento.
Entonces llegue a una bodega en medio.
"Creo que necesitare algo mas que un solo tubo la próxima vez".
"¿Abra uno de acero por aquí?".
Empecé a buscar a mis alrededores.
Este tubo se veía bien, pero es algo delgado para mi gusto.
Mi espada...
La espada que solía empuñar es la espada que fue de mi abuelo.
El anterior duque.
Cuando cumplí los dos años y medio en mi castigo empecé a usar esa espada y me había acostumbrado al peso y a su tamaño.
"Te conseguiré mas que un tubo si salen bien de ese lugar".
La voz de Ronaldo se escucho pesadamente.
"Prometido".
Respondí.
Mire por todos lados hasta que la puerta se abrió.
Los demás de mi grupo estaban atrapados en medio de todo, los estaban sujetando con lazos.
"..."
No pude evitar alzar mis comisuras de mis labios.
Pelea.
Me lance ante el primer tipo que salio y me moví al otro lado.
Solo se escucho un leve jadeo.
"..."
Luego otro salio e hice lo mismo, pero este solto una queja por el golpe tan repentino hecho por un tubo.
Mis manos seguían sintiéndose calientes.
Como si mi antigua aura estuviera expresando lo poco que puede en este débil cuerpo.
deberían haber ido y ya