Una Nueva Oportunidad

Salí a despejar un poco mi mente, estaba agobiado por lo que Alexa me había dicho. Seguramente la visita a esa adivinadora termino de confundir su confundida mente, pero no era el tiempo de lamentaciones ahora lo que tenía que hacer era ayudarla a salir de ese estado de imaginar cosas que no existen.

Iba de vuelta a nuestra habitación del hotel y de la nada una hermosa mujer choco conmigo. "Lo siento", dijo la mujer. "No te vi". Continuo con una sonrisa.

"Discúlpeme usted a mí soy yo quien venía distraído", respondí amablemente para continuar mi camino.

"Ella te dice la verdad, ahora más que nunca te necesita, pues los acontecimientos se van a acelerar y tu esposa tendrá de que tomar una decisión muy difícil", voltee a ver que hablaba esa mujer, pero al voltear no vi a nadie, creí estar volviéndome loco así que camine rápidamente a la habitación, no sé porque, pero tenía la necesidad de estar al lado de Alexa y de creer en sus palabras.

Al llegar a la habitación encontré a mi esposa sentada en el balcón mirando fijamente al oscuro mar, me sentí mal por haberla dejado sola en este momento de vulnerabilidad para ella, así que me acerque arrodilladme frente a ella. "Quiero creer en tus palabras, por favor enséñame a hacerlo". Dije colocando mi cabeza sobre su regazo.

"No sé cómo enseñarte, ni siquiera yo puedo controlar esto que me está pasando", respondió Alexa acariciando mi cabello.

Alce la mirada encontrándome con sus hermosos ojos, la sensación de paz que me transmitió me hizo sentir mejor, ella tenía ese efecto en mí, se estaba convirtiendo en mi medicina para los momentos de angustia.

"Vamos a descansar, hemos tenido muchas emociones en un día", dije levantándome y llevando a Alexa a la cama.

La abracé fuertemente para que ella sintiera mi apoyo, estaba confundido me debatía entre la razón y mi corazón.

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Sentir el abrazo de Sergio me hizo sentir segura y aunque él no creía mi historia al menos estaba ahí para apoyarme. Cerré los ojos sintiéndome en paz, paz que no tardaría en desaparecer, ya que esa noche tuve el sueño más perturbador de todos.

Flashback

Desperté en una habitación que no era la mía, estaba totalmente a oscuras y solo podía ver una pequeña luz que se colaba por debajo de la puerta. Detrás de esta escuchaba personas hablando y música a todo volumen, por la ropa que llevaba puesta podía notar que no era una mujer de clase baja, aunque la ropa no era moderna, parecía mucho más antigua que la ropa que llevaba puesta en mi primera vista.

Intente concentrarme en las voces para poder saber de qué estaban hablando. "Por esta nos darían mucho dinero", dijo uno de los hombres que estaban afuera de la habitación.

"Es muy hermosa deberíamos quedarnos con ella un tiempo y luego la vendemos", señaló otro.

"Si hacemos eso el jefe nos matara", replico el primer hombre.

"No tiene por qué saberlo, será nuestro secreto", respondió con malicia.

"¿Qué hacemos con la hija del jefe, si nos escuchó seguramente nos delate?", preguntó otro sujeto que parecía mucho más joven.

"Ustedes quieren lo mismo que yo, vamos a deshacernos de esa mugrosa y así el jefe solo se enfocaría en el negocio".

"Estoy de acuerdo con ustedes, pero quiero ser yo quien me encargue de ella. La pxxxx se arrepentirá de haberme rechazado".

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, me estremecí por el miedo que estaba sintiendo, de repente la puerta de la habitación se abrió y pude ver a un hombre parado en la puerta, no pude ver bien de quien se trataba, pues la luz me cegó completamente. Sin embargo, pude ver un lunar en forma de luna en su mano derecha.

"Aquí te traigo compañía disfruten de su conversación mientras puedan". El sujeto lanzó a una muchacha de mi edad dentro de la habitación, la empujo con tantas fuerzas que ella terminó cayendo en el frío piso. Ella no paraba de llorar y yo no podía hacer nada, pues no tenía idea de lo que estaba pasando.

"¿Eres la hija del jefe?", pregunto la joven finalmente.

"No lo sé. Imagino que si", respondí con sinceridad.

"Esto no es justo, yo no he hecho nada para que me hagan esto. Al menos tú si te mereces este destino por sé la hija de ese hombre tan miserable.

"Yo no tengo la culpa de nada de esto o es que a caso no te das cuenta de que estoy encerrada igual que tú". Grité angustiada.

"No me importa, ustedes no saben con quién se han metido y te juro que haré tu vida miserable en esta y otras vidas". Entonces fue cuando caí en cuenta que esta joven era Carolina, la hija adoptiva de Alfredo.

La puerta volvió a abrirse y un tipo bastante feo entró y se llevó a Carolina, esta gritaba aterrorizada, la puerta fue cerrada de golpe y solo se escuchaban los gritos agonizantes de Carolina y la risa burlona de varios hombres, ya quería que esto acabara, no podía seguir escuchando como esos desgraciados la lastimaban, recordé como fue mi muerte la última vez y un escalofrío atravesó mi columna vertebral.

No supe cuanto tiempo paso antes de que la puerta se volviera a abrir. "Saquen a mi hija de ese lugar", la voz fuerte de un hombre que no había escuchado antes resonó por todo el lugar.

"Jefe deje que le explique como estuvieron las cosas", respondió un sujeto mientras abría la puerta de la mal oriente habitación.

Una vez se volvió a abrir la puerta un hombre alto y musculoso de unos cuarenta años entró. "¿Te hicieron daño?", pregunto con preocupación.

"No, estoy bien solo sáqueme de aquí", dije asustada.

"Vamos ya me arreglaré con estos buitres. Además, debes estar feliz, ya que hoy conocerás a tu futuro esposo".

Estábamos por salir de la habitación cuando el sujeto con la marca en forma de luna en la mano se interpuso en nuestro camino. "¿Cómo que su futuro esposo?, se suponía que yo sería ese hombre". Reclamo furiosa.

"¿De verdad pensaste que le entregaría a mi tesoro más preciado a un don nadie como tú?, estás muy equivocado. Ahora quítate de mi camino". El hombre se suponía era mi padre me estaba defendiendo.

"No te voy a permitir que me trates así, muchachos enciérrelos. Después veo que hacer con ellos". Dijo ese sujeto tan tenebroso...