¿Qué pasa cuando un personaje de novela antigua transmigra al mundo moderno? Esta es la divertida historia de una villana adaptándose al progreso. Es como invitar un neandertal a casa
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La libertad de salir
Era viernes y Dalia esperaba por la llegada de Arletis. Estaba emocionada. Era su primera salida con una amiga. En su otra vida carecía de este tipo de relaciones y salir sola era desde todo punto de vista imposible para una mujer soltera. Gracias a la inteligencia de la Dalia original no tenía que ir a la universidad hasta dentro de quince días que era cuando realizaría el examen de Geometría aplicada y Resistencia de materiales. No quería pensar en esa pesadilla de estudios ni hoy, ni mañana, o se le iban a arruinar los dos días. Arletis y ella habían planificado cada momento para hoy. Por la mañana estarían bastante ocupadas, primero en el salón de belleza y después en el centro comercial Plaza Parque. Habían escogido este en específico, porque estaba considerado el mejor y más exclusivo punto de reunión de la ciudad. El centro mezclaba elegancia, naturaleza y marcas de primer nivel.
Arletis la llamó al móvil interrumpiendo sus ensoñaciones.
- ¿Estás lista?
- Sí.
- Pues baja rápido que estoy mal estacionada. Capaz y me ponen una multa.
Dalia no se hizo de rogar.
Viajaron hacia el salón de belleza. Rosa las estaba esperando. Las saludó y las dejó a cargo de un estilista que les explicaba todo como si ellas fueran clientas VIP. Seductora, es un salón de belleza boutique especializado en cortes, tratamientos capilares, rizados y alisados permanentes, color, diseño de color, uñas y peinado. Con productos de uso profesional de alta calidad y atención personalizada. Todo pensado para nuestros clientes y su cuidado integral. Bienvenidas. Las chicas se sentían importantes.
- Dalia le explicó que ella solo quería un masaje y un peinado. - el estilista la dejó en un cubículo con otra especialista en estética y continuó con Arletis.
- ¿Y usted qué desea hacerse?- le preguntó. Dalia saltó y le dijo al hombre.
- De todo. A ella hágale de todo y ni le pregunte, ni tenga en cuenta sus protestas. No la deje salir de aquí sin una transformación. Le pago el doble. Confío en usted.
- Dalia. No me hagas pasar vergüenza. Yo no tengo arreglo.
- Tú te callas. ¿Qué me dice hombre? ¿Acepta el reto?- el estilista reparó a Arletis de arriba a abajo. Aquella muchacha tenía potencial. Era un diamante por pulir.
- Acepto el trato.- y arrastró a la pobre Arletis consigo.- No se va a conocer ni usted misma cuando termine contigo. Confía en mí, querida. Un buen día comienza cuando tú decides brillar y hoy vas a hacerlo. Relájate, respira y regálate un momento para ti, sonríe, disfruta. Deja que tu luz y yo hagamos el resto.
- Está bien.- dijo medio esperanzada y halagada la chica por el trato de princesa que estaba recibiendo. El estilista la había sentado en una silla, le había colocado una gigantesca capa y examinaba minuciosamente su cabello.
- Sabes, vamos a cambiar ligeramente tu pelo. Sabías que con cada matiz y cada tono, tu cabello se convierte en una declaración de estilo y elegancia.
- No.
- Pues hoy lo descubrirás. - chasqueó unas tijeras y comenzó su trabajo. Para Arletis fue como un viaje a lo desconocido. Le hicieron un elegante corte de pelo y se lo tiñeron con otra coloración que le favorecía muchísimo. También le depilaron todos los pelos del cuerpo. Le sacaron las cejas y le pusieron pestañas. Recibió masajes y finalmente la maquillaron. No podía creer que esa era su cara y cuándo su cabello había sido tan hermoso. Dios no podía permitir que su amiga le pagara todo aquello. El estilista le había preguntado si estaba satisfecha con el resultado.
- Claro. Es usted una especie de escultor, ha sacado una obra de una piedra. - el hombre rió divertido. Arletis no obstante se miró el cuerpo y este seguía pareciendo globo aerostático. Bueno, eso era lo que había. Sonrió al espejo. Era gorda, pero ahora era una gorda modernizada.
Pagaron la cuenta, se despidieron de la madre de Dalia. Felices y relajadas siguieron su camino hasta llegar a su otro punto de la agenda. Tontearon por las tiendas y Dalia hizo que Arletis se cambiara a un hermoso vestido, e hizo que comprara un montón de ropa sexy y atrevida, casi toda ajustada al cuerpo y que ella no usaba nunca por complejo. Se quedó con el vestido puesto y Dalia le dijo que estaba preciosa. Arletis se miró y tuvo que reconocer que no estaba nada mal aquella transformación de vez en cuando. Seguía siendo gorda, pero ahora con glamour.
- Bueno he dejado que hagas de mí lo que quieras esta mañana, ahora me toca a mí torturarte a ti. Vamos por los bañadores que menos tela tengan en todo el centro comercial.- las dos se murieron de la risa y Dalia tuvo que modelar un sinfín de trusas, triquinis y diminutos bikinis Escogieron una par de estos últimos y pagaron la mercancía. Para entonces ya era horario de almuerzo y ellas se morían de hambre. Arletis había reservado el día anterior una mesa en el restaurante del Centro Comercial y fue allí donde se encontraron con sus ex que estaban acompañados por unas muchachas. Ellas como siempre pasaron de ellos y se fueron a su mesa. Hablaban de que después irían a la academia de baile LA dance school - Estudio fitness.
Pidieron para almorzar unos 🌮 tacos al pastor, pozole, aguas frescas y churros. Todo se sentía perfecto, el ambiente era agradable, la climatización perfecta y la música de fondo maravillosa. La comida podía calificarse de excelente. Pagaron la cuenta y salieron como divas. Carlos y Denis interrumpieron sus citas. Pagaron la cuenta y les cayeron detrás a las muchachas. Estaban molestos. Aquellas dos se habían arreglado mucho. ¿Con quién es que se iban a encontrar? Las persiguieron con precaución hasta la academia de baile. Ellas estaban ajenas a esto. En su mundo ellos no existían. Como el tiempo pasaba y ellas no salían, decidieron entrar. Las buscaron hasta encontrarlas. Estaban practicando Kpoper y se divertían de lo lindo. Se habían cambiado por unos short bastante escasos de tela y pulóveres anchos. Descubrieron que se habían apuntado a los cursos cortos e hicieron lo mismo.
Fue un día pleno para ambas. Arletis esa noche iba a quedarse con Dalia, con la excusa de que iban a "estudiar", pero el verdadero motivo era que Arletis por nada del mundo se perdería el ver con sus propios ojos, al papucho que recogería a su amiga por la mañana para llevarla a la playa. Nunca se percataron de que fueron seguidas y espiadas por media ciudad. Carlos y Denis cada uno pensaba en la mejor estrategia para hacer que ellas les volvieran a hacer caso.
La mañana del sábado amaneció preciosa. Ya las chicas se habían levantado y estaban listas para cuando Sergio llegara. Dalia llevaba un vestido de playa con pamela incluida. Se veía adorable. Debajo de esta ropa traía puesto el "traje de baño", unos diminutos triángulos que tapaban apenas lo necesario. Dalia se moría de vergüenza. Después de todo, ella no estaba acostumbrada a exhibirse voluntariamente delante de tanta gente desconocida con una ropa tan inapropiada. Una cosa era en la intimidad de su habitación, pero así al aire libre le chocaba.
A las siete en punto su móvil sonó. Era Sergio. Arletis le colgó un bolso enorme con cosas que según ella no podían faltarle para hacer un día perfecto. El bolso pesaba como si llevara ladrillos, pero no había tiempo de revisar lo que su amiga le había preparado porque ya la estaban esperando. Se calzó unas sandalias de silicona y junto a Arletis que aprovechando el momento se iba a ir a su casa después de chismear.
Sergio estaba recostado contra una camioneta roja. 🛻 En la parte de atrás había unas cosas raras que Dalia ni sabía qué rayos eran. Además de una nevera y una mochila 🎒. Dejó su pesado bolso sorpresa, cortesía de su amiga, también en la parte trasera del vehículo. Ella le presentó a Arletis y después de despedirse de esta se fueron. Dalia por sacar algo de conversación preguntó a qué playa la llevaba y él le respondió que irían a Zicatela. Como el tráfico estaba intenso a esa hora de la mañana Sergio tuvo que concentrarse. Dalia se dedicó a buscar en el móvil ¿cómo era la Playa Zicatela? Y el navegador le arrojó el siguiente resultado.
"La Playa Zicatela es la más animada de Puerto Escondido y cuenta con diferentes atracciones durante todo el año, como las enormes olas, las competencias internacionales de surf, los festivales folclóricos y la vida nocturna electrizante. La playa está limpia. Es muy amplia, no está llena de personas, ni contaminada y se puede disfrutar el lugar."
Satisfecha con la información preguntó al joven que si además de bañarse, qué más harían en un lugar como ese. Él medio distraído por el tráfico le contestó que en Zicatela no se debía nadar, pues era peligroso por el oleaje, pero a pesar de ello era una playa agradable para caminarla y mirar la puesta del sol y hoy era un día especial porque había competencia de surf y él era uno de los participantes y ella lo animaría para ganar.
Dalia no tenía ni idea de qué era el surf. Volvió a su buscador y este le dijo que era un deporte náutico consistente en mantenerse en equilibrio encima de una tabla especial que se desplazaba sobre la cresta de las olas. Esto la dejó más confundida. Bueno ya vería cuando llegara allí de qué iba esto. No obstante le preguntó.
¿Por qué te gusta hacer surf?
- El surf es la experiencia más maravillosa que puedes tener en este planeta, un pedacito de cielo y lo mejor es que solo necesitas tres cosas: tu cuerpo, una tabla y una ola.- Ella pensó que eso sonaba muy parecido a hacer el amor. Él continuó- Cuando corro hacia el agua y caigo en las olas. Siento como me golpean con fuerza, cabalgo contra ellas. Saboreo el agua salada del mar. Me pica la arena por todas partes. Me levanto solo para ser derribado.
- ¿Y existen reglas?
- Claro, hay que esperar el turno, no saltar la ola, ni cogerlas todas. Hay que remontarlas sin interferir en su trayectoria, pero con decisión y compartir las olas que abren hacia ambos lados. Hay que vigilar y controlar la tabla sin soltarla y nunca saltar de ella de cabeza.
- Suena complicado.
- Lo es, pero también es divertido. Hemos llegado a partir de aquí debemos caminar un tramo, ven vamos a cargar las cosas. Te espera un día emocionante.
Arletis después de la transformación.
Nota de la autora:
La imagen está sacada de Pinterest. No es mía. Como siempre pido apoyemos al artista original.
de raros como su amiga que a pesar
de todo va por su meta de acostarse con Mario le gusta
los villanos será que ella se lo quede lo amarre?