Si Fueras Mío

Reece  

Justo ahora, aunque es un momento complicado, no puedo dejar de admirar el coraje de Yohei, para pararse firme frente a su madre y destrozar sus esperanzas, porque hay que ser valiente para mostrar la realidad a alguien que amas, aunque sabes que eso le dolerá. 

-Váyanse- dice ella, haciendo un gesto a los tipos que la acompañaban. Ellos desaparecen, sin protestar. 

-Vamos- nos dice a nosotros. La seguimos hacia el lugar desde donde veníamos y vemos como el tipo que noqueamos, está consciente, pero aún sentado en el suelo. 

La madre de Yohei se inclina y le habla en japonés, ayudándolo a pararse. Él le responde algo y se sienta en una sillón, mientras que sostiene su cabeza. 

-¿Es así?- pregunta Yohei y la verdad es que no entiendo lo que quiere decir. 

-Es así. Siempre he sido fiel a tu padre y nunca pensé siquiera en tocar a otro hombre, pero… 

-Endo-san fue el apoyo que nunca tuviste de padre- termina Yohei por ella. 

-Nunca me he planteado siquiera tener algo…- intenta aclarar nuevamente su madre. 

-Lo sé. No te tienes que justificar más- dice Yohei, yendo a donde está su madre y tomando una de sus manos –no podría juzgarte por querer a otro hombre, cuando mi padre ni siquiera voltea la mirada para saber si estamos vivos. Tampoco lo haría, cuando yo quiero a otro hombre. 

-Pero debes estar molesto porque yo sí he estado juzgándote- dice ella, sonando mucho más frágil que antes. 

Supongo que sólo es una persona herida, que nunca supo como demostrarlo, ni siquiera con su hijo. 

-Estaba molesto y estaba herido, pero puedo dejar eso atrás, si nos das una oportunidad de buscar la felicidad. No más poner a mi padre primero, no más interponerse en las decisiones del otro y no más vivir por las apariencias- dice él. Ella asiente y llora un poco. 

¿Cómo le hace para verse elegante aún cuando está llorando? Me pregunto, pero debe ser cosa de ricos. 

-¿Qué se supone que debo hacer ahora?- pregunta su madre. El tipo herido, dice algo y se para a su lado, haciendo una especie de reverencia. 

-¿Qué crees que está diciendo?- pregunta Sophie en voz baja, sólo para nosotros. 

-Debe estar prometiendo su vida- digo. No entiendo nada de lo que dijo, pero creo que no me equivoco. 

Supongo que siempre fue reciproco, pero nunca cruzaron la línea. 

-Debes divorciarte- dice entonces Yohei, hablando en inglés nuevamente, seguramente por nuestro bien. 

-Pero, sabes lo que implica eso en nuestra familia… Nos tratarán peor que nunca y posiblemente tu padre no lo permita- dice su madre. 

-Lo presionaremos con la ayuda de mi abuelo. Estoy seguro de que él nos apoyará, porque es consciente de lo mucho que tuviste que luchar en esta familia- asegura Yohei y en cuanto a lo de tratarnos mal… Lo soportaremos con dignidad, como siempre. 

-Espera- digo, ya que algo no me gusta- está bien soportar con dignidad y toda la cosa, pero no me gusta que tengan que pasar por eso sin más. 

-¿Qué quieres decir?- pregunta la madre de Yohei. 

-Quiero decir que hay que devolvérselas. Por todas esas veces que tuvieron que soportar humillaciones y por lo que pasarán en el eventual divorcio. 

-¿Devolvérselas cómo?- pregunta James. 

-Qué más. Si alguien está arriba, ve aún más alto y los menosprecias de vuelta- dice Sophie como si fuera obvio. 

-Esa es mi chica- dice Jack, sonando impresionado. 

-¿Quién es tuya? Soy una persona soltera y lo seré hasta…- ellos empiezan a discutir como siempre. 

-¿Qué dices?- pregunto a Yohei que es la persona que más importa. 

-Suena bien- dice él, dándome una sonrisa un poco malvada. Luego se vuelve hacia su madre interrogante. 

-Es casi imposible. Ellos tienen una fortuna tremenda, amasada en décadas- dice, mirándose escéptica. 

-Es imposible para una sola persona, pero si somos varios- dice Yohei. 

-Maldita sea, ¿Cuándo crié a un niño tan imprudente?- su maldición sale en español, lo que me sorprende. –Pero por una vez me gustaría callar la boca de tus arrogantes tías. 

Sonrío, porque supongo que después de todo, su sangre es caliente. Sangre latina. 

Después de eso, fuimos invitados a comer y pude agradecer por medio de Yohei, a la mujer que nos ayudó a encontrarlo. Ella se disculpó varias veces, pero la madre de Yohei, la disculpo y le agradeció, ya que gracias a eso, pudieron hablar con Yohei por una vez y aclarar las cosas. 

En cuanto a nosotros, ella aún estaba un poco incómoda, pero al menos estaba poniendo de su parte. 

Cuando terminamos de comer, nos asignaron cuartos para cada uno y aunque en verdad quería estar cerca de Yohei, sé que era demasiado pedir y pronto me quedé dormido, cansado por el largo viaje y por todo lo sucedido, pero al menos, durmiendo tranquilamente, después de saber que Yohei estaba bien y a salvo.