«Y que si el mundo está por derrumbarse y que si los seres humanos morirán, yo solo quiero proteger a mi familia y todo lo demás no importa. No importa si soy egoísta por eso».
«Si quieren ser salvados, busquen quien los salve porque yo no lo haré »...
Cuando menos lo esperas algo llega y pone de patas para arriba toda tu vida y en ese momento empiezas a pensar que debiste haber disfrutado cada momento de lo vivido en el pasado.
Nada es eterno, nada es para siempre.
Todo dura solo un instante.
NovelToon tiene autorización de Feng Liang para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 12: Y todo comenzó con el pie izquierdo.
—. ¿Cuando aún tenían libertad? ¿Qué significa eso?
Pregunté confundida, él me miró y solo sonrió haciendo nuevamente una reverencia.
—. Antes éramos libres como cualquier otro ser pero los inmortales ahora nos han hecho esclavos.
Lo observé aún con confusión sin lograr entender esa respuesta.
—. ¿Son esclavizados los demonios?
—. Me temo que ya no puedo decir más, usted tiene que averiguarlo por su cuenta. Tiene que ir al lugar que le he dicho, ahí sin duda encontrará algo, puede que no sea lo que espera pero será lo suficiente para que no pierda la esperanza.
Dí un largo suspiro cerrando los ojos para luego abrirlos y mirarlo nuevamente.
—. Agradezco su ayuda, viajaré ahí y buscaré más pistas.
Dicho esto me giré para irme pero la voz del hombre me detuvo.
—. ¿Puedo pedir un último favor?
Me giré para mirarlo y este nuevamente estaba en esa posición de reverencia.
—. Lo escucho.
—. No hay mucho tiempo así que le seré directo, mateme.
—. ¿Disculpa?
—. Solo hágalo, prefiero morir en sus manos a morir en las manos de esos traidores. No hay mucho tiempo, solo hágalo.
Suplicó levantando la vista mirándome, retrocedí unos pasos atrás mientras negaba con la cabeza ¿Matarlo? ¿Por qué?.
—. ¿Por qué haría tal cosa?
—. Porque soy un esclavo más de ellos, me obligaron a asesinar a estos inocentes, quieren que yo la atrape y la lleve a ellos sin embargo no puedo hacer eso, le juré lealtad y no puedo traicionarla. Se lo ruego, moriré en paz si es en sus manos.
—. Muy bien, si ese es tu deseo. Lo cumpliré.
Respondí para luego aparecer mi espada, él sonrió y empuñó su daga listo para atacar. Con mis dos manos empuñé la espada y me puse en posición para atacar, mostré una ligera sonrisa para luego moverme rápidamente hacia él y dar comienzo con el ataque. Después de una breve batalla en la cual el hombre solo se defendía mientras que yo atacaba, soltó su daga y se arrodilló cerrando los ojos, sin tener tiempo de detener mi ataque la espada dio directo a su corazón atravesando su cuerpo, me quedé quieta sin moverme de esa posición. Él abrió los ojos con una sonrisa mirándome.
—. Es un honor para mí morir bajo la espada de su alteza.
Apreté ———- de la espada para luego apartarla del cuerpo de él. Retrocedí unos pasos atrás.
—. Puedo s-sentir la p-presencia de…esos cazadores…a-acercarse.
Mencionó mientras la sangre comenzaba a salir de su boca, rápidamente me puse en alerta, guardé mi espada y lo observé en silencio.
—. T-tiene que irse…ahora. No permita que esos cazadores…la encuentren…no confíe en nadie…
Agregó con dificultad, sólo asentí con la cabeza retrocediendo y observando como su cuerpo empezaba a desvanecerse. Enseguida se escuchó unos pasos acercarse, de inmediato me escondí, al final el cuerpo de aquél hombre se había desvanecido por completo y consigo aquella neblina dejando el cielo despejado, quién diría que era luna llena. Y bajo esa noche estrellada con la luna resplandeciente se encontraban cuatro personas con capuchas que no pude reconocer por sus rostros tapados.
—. Al parecer llegamos tarde.
Comentó una de esas personas que por el tono de su voz deduje que era una chica, los otros tres caminaron por todo el sitio observando no sé que pero uno se arrodilló justo en el lugar en donde había acabado con la vida de ese hombre.
—. Deben haber tenido una batalla antes de que haya muerto, al parecer esta persona es más fuerte de lo que esperábamos. Ese demonio era uno de los más fuertes, incluso nosotros salimos heridos al enfrentar a uno y este terminó escapando.
—. Por supuesto que es fuerte, con esa espada en su poder cualquiera sería invencible.
Comentó otro de ellos que era un chico, los otros tres se giraron a verlo mientras este disipaba algo de su poder en el sitio.
—. Lo puedo sentir, es la energía de esa legendaria espada. Ningún cazador tendría este tipo de esencia. Al parecer encontramos a la espada y a su dueño.
Todos se reunieron alrededor del chico que tenía en sus manos una pequeña bola de energía y en ella se encontraba rastros de la esencia de mi espada, tuve un mal presentimiento, esos cazadores no traían nada bueno a ese pueblo, de eso estaba segura ¿Por qué los cazadores buscaban la espada? Al pensar en ello recordé las palabras de aquél demonio diciendo el precio que habían dado los inmortales por mí, así que esa era la razón por la que los cazadores buscaban la espada. Si encontraban la espada prácticamente me encontrarían a mí, pero ¿Cuál fue el precio que pusieron para aquél que me encontrara?
Esa pregunta rondó por mi cabeza hasta que uno de esos cazadores lanzó un hechizo hacia el lugar en donde me encontraba.
—. Sal de ahí.
Dijo mientras que yo apenas había logrado evadir ése ataque, rápidamente utilicé un hechizo y desaparecí de ese lugar volviendo a mi cuarto. Dí un largo suspiro para empezar con una larga velada planeando lo que haría para deshacerme de esos forasteros.
La mañana llegó con el cantar de las pequeñas aves que recibían gustosas el sol, me froté los ojos levantando la cabeza del escritorio, sin darme cuenta me había quedado dormida por el resto de la noche. Eran a las seis de la mañana por lo que me daría tiempo darme un baño e ir a clases, aunque mis pensamientos se vieron interrumpidos por un anuncio que se estaba haciendo: «Todos los habitantes deben concentrarse en el centro del pueblo ya que las autoridades tienen una información de mucha importancia » después de ese aviso hubo otro en el cual incluía a los estudiantes: «Todos los estudiantes desde la primaria hasta la preparatoria se les avisa que se suspenden clases las primeras horas y que deberán acudir al centro de la población ». Me dí un baño rápido y salí de mi cuarto para ir hacia el centro aunque tuve que caminar unos minutos para llegar y ahí estaban ya todos reunidos tanto habitantes como estudiantes, me acerqué hacia donde se encontraban mis compañeros parándome a su lado aunque la manera en que estábamos era un tanto extraña ya que ese tipo de formación se hacía sólo cuando teniamos que rendir homenaje a la bandera nacional.
—. ¿Y por qué estamos parados así?
Fue la pregunta que hice a una de mis compañeras quien me miró con una expresión confusa.
—. ¿No lo sabes?
Negué ante su pregunta y ella asintió con la cabeza para girarse hacia mí y sonreír.
—. Escuché que dijeron que llegaron unos cazadores y estos cazadores asesinaron a ese demonio que atormentaba el pueblo, ahora estamos a salvo…es increíble ¿No lo crees?
Exclamó con una sonrisa de alegría en su rostro, sólo asentí con la cabeza y mostré una ligera sonrisa forzada.
—. Eso es genial sin duda.
—. Por supuesto, en este momento esos cazadores están hablando con las autoridades adentro y después saldrán, escuché también que son jóvenes.
Agregó y yo incliné mi cabeza para ver hacia el lugar donde ella había señalado a la vez que las autoridades salían y con ellos cuatro chicos, para ser exacta era una chica y tres chicos, así que las autoridades iban a hacer una pequeña ceremonia de gratitud a esos cazadores.
—. Nos honra tener en nuestra presencia a estos grandes cazadores que lograron exterminar a esos demonios que nos atormentaba.
Dijo el presidente del pueblo, solté un suspiro y seguí escuchando mientras que todos los habitantes murmuraban y parecían felices de estar a salvo.
—. Le doy gracias a estos cazadores que aunque parecen demaciado jóvenes tienen un gran potencial…
Y el presidente siguió con su discurso algo que solo hizo que me diera sueño, después del largo discurso hubo una tormenta de aplausos que me sobresaltaron golpeando mi sueño para que regresara al su mundo, yo también procedí a aplaudir sin ganas.
Después de toda esa ceremonia que me pareció claramente innecesaria nos dieron el día libre para celebrar, sin ganas regresé a mi cuarto mientras que aquellos jóvenes eran rodeados de todas las estudiantes que intentaban hacer plática con ellos.
Mientras caminaba en silencio aproveché para escuchar música con mis auriculares observando el cielo despejado tan hermoso, y aunque el recorrido del centro a mi cuarto eran unos minutos extrañamente estaba tardando más de lo normal. Todo estaba marchando bien esa mañana hasta que un pensamiento atravesó mi mente y dejé caer mi celular al suelo, apreté los puños ligeramente y sí, estaba teniendo uno de mis tantos momentos de molestia, me incliné para recoger el tonto teléfono que había caído pero una mano lo tomó primero, levanté la mirada y lo miré ahí.