El Último Cliente

Jazmín se sentía toda vejada no sabía qué hacer, pero quería huir de esa casa cuanto antes.

Una de sus compañeras de desgracia le dijo que de ahí nadie escapaba.

Por favor, yo no nací para estas cosas, yo soñaba con casarme, tener hijos y tener mi propia familia.

Entonces, ¿tú crees que yo sí nací para estas cosas? Claro que no, aquí nadie nacemos para esto, simplemente ya no hay otra solución nos obligan a hacer cosas que no queremos, resígnate mejor, nunca saldremos de aquí.

Yo no me podré resignar nunca, por favor, ayúdame a salir de aquí.

La chica al ver a Jazmín llorando con toda la tristeza de que era capaz, se compadeció escupiendo algo Nos preocupa que tu decisión fuera apresurada ella.

Cálmate, yo te voy a ayudar nomás déjame idear un plan con mis compañeras y luego te digo, tú tranquila. ¿A qué horas es tu próxima cita?

La señora Sara me dijo que en dos horas.

No te preocupes, antes de esa hora tú te podrás ir de aquí. Enseguida vuelvo.

Quince minutos más tarde las compañeras fueron a buscar a Jazmín.

Ya está, enseguida te sacaremos de aquí. Ten te presto mi abrigo porque afuera hace frío y para que no te veas tan... ¿tú sabes no?

Entre todas la ayudaron a escapar por la puerta de atrás. Vete, que Dios te bendiga y cuídate.

Jazmín salió tan rápido como pudo de esa casa. Sin voltear atrás corrió y corrió.

Pronto se encontró a un lado de la carretera pidiendo ayuda.

Un automovilista que pasaba por ahí se apiadó de ella y la recogió.

¿A dónde va, señorita?

Por favor, necesito ir a la delegación de policía.

Está bien, iremos para allá, pero puedo preguntarle qué le pasa.

Jazmín sintió mucha vergüenza, pero le contó al hombre para que la ayudara. Me violaron en una casa que está por aquí cerca, ayúdeme, por favor.

Dios mío. Claro que sí, le ayudaré de inmediato. Gracias por su confianza le ayudaré en todo lo que pueda, pero sola no está.

Gracias. No me he bañado aún, la patrona quería que me bañara, pero no lo hice tengo mucho miedo.

No se preocupe no permitiré que le pase nada.

Una hora después... casi llegamos a la delegación.

Lo demás fue muy vergonzoso para Jazmín, pero se pudo comprobar que en efecto, la habían violado.

No se preocupe, iremos por el tipo inmediatamente. Usted fue muy valiente al denunciarlos. Por lo pronto es mejor que se quede a resguardo porque esos tipos siempre suelen ser muy peligrosos.

Mire, señorita, yo le puedo ofrecer techo y comida. A cambio, solo le pido que haga toda la limpieza y así, lo que se debe de hacer en una casa.

Yo le agradezco buen hombre, pero tengo mi familia, mi mamá y mi papá deben de estar muy preocupados por mí. Ya son personas mayores.

Está bien, no pasa nada, la llevaré inmediatamente a su casa. Usted me guiará.

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En otro lugar, un poco alejado de la casa de Jazmín.

Roberto decidió contarle la historia de Violeta.

Ernesto estaba muy atento. Ambos personajes estaban tomando café en la pequeña terraza de la casa de Roberto.

Bueno, le diré que conocí a Violeta una noche en que fui a un teatro...

*Flashbak*

Hola, señorita, la vi desde mi palco, es usted muy bella.

Gracias, pero si supiera a lo que me dedico no me hablaría usted con tanto entusiasmo.

Sé perfectamente a lo que se dedica, pero nada me va a detener por conquistarla. ¿Qué dice?, ¿acepta salir conmigo?, en plan de amigos, claro está.

Déjeme decirle que yo me codeo con los hombres más ricos de la región. Y si usted no tiene dinero, será mejor que siga su camino, buen hombre.

Yo tengo mucho dinero, se lo pondré a sus pies, por tan solo una noche con usted.

Violeta se le quedó viendo con ojos de signo de pesos.

Bueno, pues siendo así, estoy a sus órdenes.

¿Tiene pareja actualmente?

Lo acabo de dejar porque me estaba causando problemas.

¿Estaba usted enamorada de él?

El amor es algo que no entra en mis planes, es algo muy estorboso. ¿Pero va a seguir haciéndome preguntas?

Perdón, venga conmigo.

Roberto se la llevó a su casa. Ya estando ahí, Roberto la desnudó e hicieron el amor con toda la pasión contenida por mucho tiempo.

Ya me habían dicho que eras puro fuego, ahora me doy cuenta de que es verdad. Eres dinamita pura.

Cállate y bésame.

Violeta se dejaba querer, había aprendido que en la vida si no tienes dinero no vales nada.

Después de ese día se siguieron viendo, a escondidas de Pablo, por supuesto.

Pablo era algo así como su representante, él era el amante en turno y se ponía muy celoso si ella buscaba a otros hombres.

Roberto seguía frecuentando a Violeta, ella le decía en qué día podía ir para no toparse con Pablo. Esa relación le había redituado buenas ganancias a Violeta, pero casi todo ya lo debía.

Roberto le daba dinero a manos llenas y Violeta parecía disfrutar de esa relación. Pero Roberto no era el único hombre con el que se veía, aparte de él había varios más.

Violeta ya no tenía pudor ni decencia, todo lo había perdido desde que Carlos la amenazó con decirle todo a José Luis si seguía con esa relación, pero al final no valió la pena porque José Luis como quiera se enteró.

La relación entre Violeta y Roberto duró alrededor de un año.

Solo que Pablo se enteró de esa relación, y casi terminan por matarse.

Afortunadamente, los hombres que pasaban por el lugar los detuvieron antes de que ellos se mataran.

Pablo decidió prohibirle a Violeta que saliera de la casa. Y más te vale que me obedezcas si no quieres que te vaya mal. Yo soy el que te da dinero y tú debes obedecerme.

Pero si hace tiempo que no me das nada. Déjame salir con los hombres que yo quiera necesito dinero, tengo muchas deudas.

No puedes negar tu condición, eres una prostituta experimentada.

Antes me hubiera molestado mucho que me dijeras eso, pero fíjate que ahora me da igual lo que piensen de mí, así soy y ni modo.

Bueno, pues por lo pronto tienes prohibido salir o recibir aquí a tus amantes.

Ya te dije que necesito dinero, ¿me vas a dar?

Y ya te dije que no, pero tampoco quiero que andes saliendo con uno y con otro.

Tú estás mal, yo siempre te dije que trabajaba así y tú me aceptaste a pesar de todo, entonces, ¿de qué te quejas?