¿Cuantas veces estas dispuesta a repetir el mismo error? ¿Cuantas veces puedes caerte con la misma piedra?... 4 veces me case con el mismo hombre. 4 veces nos divorciamos. Pero sin dudas ya no existiría una quinta vez, ya había aprendido mi lección de que por más que te aferras a alguien esto no soluciona nada, tampoco te garantiza su amor y al final la única persona lastimada es la que que ama más. Para mí el límite fue esa quinta vez en la que yo misma le pondria un punto final a lo que jamás se debió de alargar tanto.
NovelToon tiene autorización de yanina para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Determinación.
Esta mujer tonta se piensa que yo no sé cuidarme a mi mismo como es debido. Luego de cambiarme me voy a mi gimnasio privado para hacer algo de ejercicio antes de dormir. Los recuerdos de la noche anterior viene a mí otra vez como forma de castigo por sentirme cómodo con Cristal.
Mientras hago cinta la voz de Melisa retumba en mis oídos. Ella y Constanza son buenas amigas y desde que se fue es la primera vez que escuchada de su vida y de como la estaba viviendo sin mí.
"La vi muy bien, está triunfando a lo grande y tiene un montón de contratos con marcas reconocidas. Es cuestión de tiempo para que sus publicidades lleguen a verse aquí".
Sé que me tendría que sentir feliz por ella, porque al final terminar conmigo y no aceptar mi propuesta de casamiento le trajo fortuna y gloria, y aún así me siento miserable porque yo la amaba de verdad.
Porque aún la amo y nunca entenderé el hecho de que estar casada conmigo sería un impedimento para su carrera. Lo peor de todo es que estoy seguro que si el día de mañana ella vuelve sin dudas la aceptaría.
Ya que el corazón es estúpido y la mente no colabora, y porque yo todavía estoy locamente enamorado de Constanza.
Me pregunto si supiera que ya me casé con otra mujer ella sentiría remordimiento o pesar. Sigo preguntándome si estaría celosa de verme junto a Cristal y eso la motivaría a volver a mi lado una vez más.
Quizás este matrimonio resulte útil para mí, ya que nada me ata a Cristal. En ningún lado dice que no puedo usar esto para recuperar al amor de mi vida, a la única mujer que estoy dispuesta a darle el lugar de esposa.
Luego de una larga sesión y un baño relajante me voy a la cama con un pensamiento persistente en mi mente. Definitivamente, lo tengo que poner en práctica cuanto antes.
Esa mañana al despertarme me doy cuenta de que Cristal ya está de salida también. La veo en su ropa deportiva con un gran bolso en mano.
- ¿Sales a correr otra vez?
- Sí.
Así sin más la veo dirigirse a la puerta como si nada. - Espera te quería decir algo.
- ¿Tiene que ser ya? Estoy algo apurada.
- ¿Quiere ir a una fiesta está noche conmigo?
Su mirada me revisa de arriba a abajo como no entendiendo lo que acaba de escuchar.
- ¿Por qué?
- Es la fiesta de un amigo y como ahora estoy casado creo que lo correcto es que me acompañes, si tú quieres.
- Lo tendría que pensar un poco.
- A mi madre también la haría feliz, no ha dejado de insistir con la luna de miel y pensaba que si todo va bien podría tomarme dos semanas el próximo mes.
- No creo poder el próximo mes, de hecho si hoy es un buen día comenzaré a trabajar y hasta no acabar con esto no pienso moverme de este lugar.
- ¿Qué hay de la fiesta?
- Puedo acompañarte, pero solos como máximo dos horas.
- Perfecto suena bien. Nos vemos en la tarde.
Me acerco y le dejo un beso en la frente, esto fue demasiado incómodo para ambos, pero tengo que poner lo mejor de mí si quiero recuperar a Constanza.
Narra Cristal:
Eso fue extremadamente desagradable. Porque de repente se está comportando así de extraño, y qué onda con ese beso.
Bueno no dejaré que nada empañe este día tan importante para mí, entiendo que ahora tengo obligaciones que cumplir y apariencias que ocultar, pero no dejaré que este matrimonio se lleve toda mi atención.
Comienzo mi viaje hasta la cafetería y veo que está cerrado así que dejo mi bolso a un costado y me pongo a dar unas cuantas vueltas alrededor. Tengo que despejar mi mente y olvidarme de ese desagradable momento.
¿Qué se supone que use esta noche? Ay no de solo pensar que me tengo que mezclar con esa clase de gente ya me da dolor de cabeza.
Una hora después al regresar Felipe ya estaba abriendo la tienda.
- Buenos días.
- Cristal sí que has venido temprano.
- Estaba tan emocionada que no pude controlarme, espero no estar molestando.
- Por supuesto que no, adelante que te voy a preparar un latte con crema extra.
- Justo lo que mi cerebro necesita para ponerse a trabajar.
Le muestro ilusionada los planos que hice, mientras mi mirada lo sigue expectante.
- Son muy buenos.
- ¿Te gustan?
- Me encantan, si queda así de bien estoy seguro de que este lugar estará lleno todo el día. ¿Cuándo comenzamos?
- ¡AHORA MISMO!
- Ja ja Ahora mismo no tenemos el material, pero me gusta tu entusiasmo.
Felipe es un hombre joven de al rededor de sus 30 y tantos años, pero cuando sonríe de esa forma... Creo que mi trabajo quedara opacado por su sonrisa y que este lugar se verá rebasado únicamente de clientes mujeres si la logran ver.
- ¿Cristal?
- Perdón estaba pensando en que podía ir al invernadero y seleccionar las plantas en lo que llegan los materiales. De hecho conozco un lugar perfecto en donde encontraremos todo lo necesario y con descuento.
- Esa es una oferta imposible de rechazar. Creo que hoy no abriré el café así te acompaño.
- Genial.
Preparamos todo y nos vamos directo al lugar en donde papá hace sus pedidos. Aquí todos me conocen así que no habrá problema con los descuentos.
- ¿Me crees si te digo que me siento como una niña en una juguetería?
- Ja ja ja Es imposible no creer eso cuando tu cara muestra tanta felicidad.
- Siento que estoy dando mis primeros pasos a realizar mi sueño.
- ¿Quieres ser una remodelada famosa a la cual las personas de alto nivel acudan?
- No. Mi sueño es trabajar junto a mi papá en su constructora y ayudarlo a crear cosas hermosas para la gente.
- Ahora me siento honrado por el hecho de que me ayudes. Quien dice que en unos años nadie me crea que fuiste tú quien diseño mi café.
- Ja ja y gratis.
- Eso me dolió.
- Ja ja Vamos a ver, al fondo siempre tiene lo mejor.
Me lo paso tan increíble que me olvide por completo de que tenía que volver a tiempo para ayudar a Francisco.