El esposo de un famoso ingeniero de robótica se suicida un día de repente y él al no soportarlo decide revivirlo con partes de robot, pero no todo será de color rosa como él lo pensó.
NovelToon tiene autorización de Fujoshiwrl para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 24: Los rumores dicen que te suicidaste.
Abrí mis ojos sorprendido mirando su rostro que se había sonrojado, bajé mí cabeza tratando de ver a donde había llegado mí mano, pero no pude ver nada. Intenté sacarla encima de la mesa, pero Edwy no me dejó, agarró mí mano y y la apretó contra su abdomen mientras sonreía. Aunque intentara quitarla él no la soltaba así que lo dejé así y miré a la familia mientras bebía mí té.
Edwy deslizaba mí mano sobre su cuerpo como si se tratase de una esponja para lavar el cuerpo. Lo miré con las cejas hundidas y tragué duro nervioso.
—Jefe, el reportero está aquí. —El empleado había vuelto para avisar y en cuanto tuvo su aprobación salió del lugar a recibir al reportero.
Entonces es cuando Esté por fin soltó mí mano, rápido la moví hasta mí pecho y suspiré aliviado de que no nos hayan atrapado haciendo esa perversidad.
—Cariño, es hora de presentarnos ante las cámaras otra vez, ¿estás listo? —dijo Edwy sonriendo y estirando su mano para ayudarme a levantarme.
Accedí inhalando profundo y tomando su mano me levanté, me despedí de la familia y Edwy les explicó que duraría unas dos horas. Ambos fuimos al living y nos sentamos en el sofá. Edwy cruzó sus piernas y estiró su brazo hasta detrás de mis hombros.
Un hombre delgado un poco más bajo que Edwy entró al lugar siendo escoltado por un guardia que al rato se retiró. Este hombre traía un bolso negro grande y luego de que Edwy le indicara él se sentó. No parecía muy viejo, pero tampoco era muy joven. Al parecer rodeaba los 36 años. Él sacó una cámara de su bolso y acomodando las patas puso la lentilla en dirección a nosotros, quedando él fuera de la grabación.
—En cuánto me digan empezaré a grabar, —anunció el reportero quitándose el sombrero que había olvidado que traía.
Edwy me miró y asintió con la cabeza. Agarró mí mano y luego le hizo una seña al reportero para que active la cámara. En este hogar estaba prohibido los celulares, laptop, television y entre otras cosas que nos comunican lo que sucede en el mundo. No estoy muy seguro por la razón, pero imagino que es para no pedir auxilio en algunos casos. Esta vez la cámara del reportero había sido una excepción para calmar las críticas, pero tampoco es que se confiaron, ya que habían cambiado ciertas cosas en la sala. Quitaron cuadros, objetos y cambiaron de lugar algunas cosas. No tiene mucho sentido, pero en esta familia nada lo tiene.
—Señor Edwy, la gente se pregunta lo que sucedió con su esposo. ¿Hay algo que quiere decir al respecto? —El reportero tomó nota, pero nosotros ni habíamos hablado. A penas y nos miramos para responder.
—Ah, sí. Él está totalmente bien, como puede ver. Solo que ha estado ausente de salir a eventos conmigo porque está pasando un duelo.
—¿Un duelo? —preguntó el hombre interesándose en lo que Edwy iba diciendo.
—Sí, sus padres... —Edwy me miró suspirando y acariciando mí mano en un consuelo.
—Fallecieron. —Miré la cara del reportero para evitar a Edwy.
El hombre siguió anotando todo y luego descansó el lapicero para seguir con sus preguntas.
—Se rumorea que su esposo se suicidó lanzandose desde el balcón de su hogar porque usted lo maltrataba, pero viéndolo aquí es solo un rumor más.