El Cielo Contigo

ASHER***

Ese cretino de Dylan se llevó a rastras a An y yo ... Yo no pude hacer nada (piensa mientras aprieta los puños) soy un inútil.

Al día siguiente An entra a mi habitación, su rostro se ve pálido y ojeroso, yo conozco ese rostro, ella lloró. No sé si debería preguntarle que le sucedió, de seguro debe estar relacionado con ese idiota.

- Lo lamento Asher, no podré continuar viniendo a ayudarte, no te preocupes yo hablaré con Giss.

Mientras escuchaba a An no podía evitar pensar en que definitivamente todo esto tiene que ver con ese bastardo, algo le hizo a An y la lastimo, la lastimo y por eso ella quiere huir...(es mejor que no diga nada y le siga el juego, al menos si se va ese malnacido no podrá molestarla, no al menos mientras no puedo protegerla)

- ¿Por qué no vendrás más? ¿te estoy tentando demasiado? Le pregunta Asher con una mirada coqueta a modo de burla.

An esboza una leve sonrisa, da un suspiro y mira a Asher, tenía una sonrisa de niño travieso.

- Pronto mis vacaciones acabarán y debo prepararme, solo me queda este año, debo esforzarme más.

(solo son excusas)

- Aja ... Si lo entiendo, espero que al menos me des tu número telefónico, eres la única que viene a verme aparte de mi madre, te extrañaré.

An sonríe mientras asiente, me da su número telefónico y su contacto en redes sociales.

Antes de marcharse An me ve con una mirada lamentable, no quiero ese tipo de miradas de ella, no de ella, cuando la puerta de mi habitación vuelve a cerrarse, me quedo con mi teléfono en la mano mirando las fotografías que tiene An en sus redes sociales, foto tras foto, las miro con detalle, yo tengo que hacerme más fuerte. Le marco el teléfono a mi madre.

- Madre, quiero hacer la terapia más intensa, creo que en este hospital de mierda subestiman mis capacidades y mi fuerza.

- Asher, tienes que ir paso a paso...

¡- NO! Ya he perdido demasiado tiempo, no quiero seguir esperando y siendo paciente, me esforzaré, solo pido tu ayuda.

Al escuchar la determinación de Asher, Gissel sabía mejor que nadie, que cuando se le metía una idea en la cabeza la haría bajo cualquier costo, en este punto era más beneficioso para el que ella le ayudará.

- No te moveré de hospital, porque ese es el mejor que hay en este país, pero lo que puedo hacer es pedirle a un amigo mío que tome tu recuperación, pero te advierto, sus pacientes sanan rápido, pero es muy exigente con ellos.

- Es justo lo que necesito, gracias mamá, te amo.

- Asher, cariño (Gissel solloza) extrañaba tanto por esas palabras de ti, por cierto, lamento no poder ir a verte en estos días, la empresa está pasando por un crecimiento importante y bueno tú sabes que tu padre no puede tener el barco a flote sin mí, espero no te sientas solo.

- No, está bien, no te preocupes yo me enfocaré en mi recuperación y tú enfócate en la empresa, vamos ya estoy grande para extrañar a mis padres (Asher se ríe y corta la llamada).

Al día siguiente tocan la puerta de la habitación.

- Adelante

Entra un tipo serio con vestimenta de doctor

- Eres el hijo de Gissel? (pregunta mirándome sobre sus gafas)

- Un gusto, soy Asher.

Él se acerca a mí y toca la musculatura de mis piernas hundiendo sus afilados dedos en mis gemelos haciéndome gritar de dolor.

- Es mejor de lo que esperaba cuando escuché sobre tu estado.

- Bueno, en este hospital me tratan como un puto florero de porcelana.

- Hasta hoy ... Levántate, usa tus brazos para pasarte a la silla de ruedas por ahora.

(Es raro, siempre las enfermeras me ayudan a subirme a la silla de ruedas, pero si el dice que lo haga, lo haré, sé que tengo la fuerza suficiente en mis brazos para levantar mi propio peso) sostengo con un brazo la silla y con el otro me impulso para el lado hasta quedar sentado en ella. -Bien. Dice el doctor seriamente y me lleva hasta la sala de rehabilitación.

- Asher hoy haremos un poco de bicicleta, quiero evaluar el desempeño de tu musculatura.

Me subo a la bicicleta con su ayuda, el coloca mis pies en los pedales y ajusta la máquina para que prácticamente ande sola, la máquina comienza a moverse con el leve impulso que hago con mis piernas.

- Bien, le iré quitando gradualmente la ayuda a la máquina hasta ver la capacidad de tus piernas.

Siento como poco a poco la máquina me ayuda menos a mover los pedales, se está haciendo pesada, maldición mis piernas arden, no me la ganará, comienzo a sudar como si estuviera corriendo una maratón, siento como estoy forzando a la musculatura de mis piernas a trabajar más de lo que pueden, mierda, me quema.

- Detente.

Estoy jadeando, en silencio, el anota en su libreta, no sé que cosa.

- Dime Asher, has escuchado un dicho popular entre los fisicoculturistas que dice "la musculatura tiene memoria". No haremos el entrenamiento de nenas que te hacían antes, tu musculatura no está rígida, tiene mucha flexibilidad,agradece después a quien te cuido y le dio movilidad constante a tus extremidades.

(sonrió pensando en Annette y en mi madre).

- Bien, nos vemos mañana.