INFIELES SINIESTROS

Samanta intenta distraer a su hijo, pero sabe que en algún momento tendrá que afrontar la realidad.

-No soy tan pequeño mamá, entiendo cuando ustedes pelean, a veces los escucho gritar desde mi habitación. Veo que siempre estas triste- responde el niño muy perspicaz.

-Estoy triste porque tu tia está enferma- vuelve a decir una mentira a medias.

-Mami, mi amiga de la escuela, Karina, sus padres estan divorciados, y ella vive un tiempo con su papá y otro con su mamá. Si ustedes se divorcian, yo quiero quedarme contigo, no quiero que estés triste- el niño analiza la situación.

-¡Claro, mi corazón nunca te alejaría de mi, te lo prometo!- responde con una sonrisa fingida, mientras llegan a la gran mansión del abuelo. Ya él los espera, Bruno y Herminia también se instalaron allí. Todos están en la sala para recibirlos, y ven la gran maleta que rueda Samanta, el mayordomo se apresura a tomarla, dando órdenes para que la suban a la habitación de Samanta.

- ¿Vienes a quedarte? Eso no es necesario, no tienes que hacer eso por mi- dice Herminia, mientras Bruno y Arturo, corren escaleras arriba a la sala de juegos, después de que Arturo saludara al abuelo y a la tía Herminia.

-No Hermy, vengo a quedarme, porque voy a divorciarme, me estoy separando de Robert- responde Samanta, una vez que se percata de que Arturo se había alejado corriendo.

- Entonces, es una buena noticia. Pensaba que despues de haberlo visto aquella noche, seguirías con él. ¡Gracias a Dios, tomaste la mejor decisión! - sonríe Herminia abrazándola.

-Bueno, bueno, andando, vamos a conversar en la biblioteca. Tengo algo importante que informarles- dice el padre, mientras las lleva a ambas abrazadas.

- ¿Es algo malo?- pregunta Herminia.

-Papá, ya sabes que a mi no me gustan los misterios- responde Samanta.

-Entren y pónganse cómodas, es mejor que se sienten- ellas se sientan en el mullido sofá marrón, el padre toma un sobre tamaño carta, de papel blanco, y luego se sienta entre las dos, saca del sobre unas fotos y las coloca encima del vidrio color humo que sostiene la mesa.

Ambas se abalanzan, para descubrir horrorizadas que es Robert con varias mujeres, incluso fotos viejas con Carolina.

-¡Papá, esto es terrible! ¡Pero, es mejor saber todo esto sin filtros, en el fondo yo lo suponía, aunque nunca quise reconocerlo!- Samanta cierra los ojos y luego los abre, exhala un suspiro, está cansada, ya quiere ponerle punto final a esa farsa de matrimonio.

- Entonces, ¿cuándo se lo dirás a Arturo?- pregunta Herminia.

-No lo sé, no sé cómo lo va a tomar- piensa en voz alta Samanta, dudándolo.

-Es mejor que le digas todo de una vez incluyendo que no es hijo de Robert Fuentealba y que su verdadero padre es Leonel Vignali Wyeth- razona su padre.

-¿Ya se lo dijiste a papá?- pregunta Herminia sorprendida.

-Si, se lo confesé, más ahora que voy a divorciarme, ya le dije a Miguel Andrade que me represente- Responde Samanta.

Ninguno de ellos se dieron cuenta, de que Arturo, había escuchado esa conversación, pero el niño se va corriendo a la sala de juegos a punto del llanto, allí estaba Bruno, con el control del videojuego en la mano, acostado boca abajo sobre la alfombra, lo deja de lado y se levanta de un golpe:

-¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?- le pregunta preocupado.

-Escuché hablar al abuelo de Robert. Robert, él, él... no es mi verdadero papá- Arturo está muy pálido, y da rienda sueltas al llanto, Bruno le pone la mano en la espalda, y trata de consolarlo con un abrazo.

-Eso debe ser una broma del abuelo ¿No le preguntaste a tu mamá?- pregunta Bruno. Se sientan en el sofá.

-¡No, no es una broma, yo lo escuché bien!-  responde agitado Arturo.

-¿Y dijeron quién es tu verdadero padre?- con curiosidad pregunta Bruno, eso es un shock también para él.

-Si, dijo que es un hombre que se llama Leonel Vignali Wyet o algo así- Arturo arrastrando las lágrimas con sus manos, lo mira sin poder creerlo.

-Ven, vamos a googlearlo- Bruno se sienta en la computadora y escribe el nombre del hombre, enseguida saben que se trata de un médico que trabaja en Estados Unidos.

-¡Mira, te pareces mucho a él! Son igualitos,  el mismo color negro del cabello y tus ojos y los de él son grises, entonces si parece que sea tu padre- le hace ver Bruno la cruel realidad a Arturo.

-¿Es mi padre? ¿Por qué nos abandonó?- se pregunta con tristeza Arturo.

-No sabemos qué pasó, es mejor preguntarle a tu mamá- aconseja Bruno.

-¡No! ¡No quiero preguntarle nada! ¡Ella es una mentirosa! ¡La odio! Ahora parece que se va a divorciar de mi papá, de Robert. Yo creía que él era mi papá, siempre lo quise y él me trataba como a su verdadero hijo. Ella en el auto me dijo que no se divorciarían, ¡Es una mentirosa!- grita el niño muy confundido, llorando.

-Creo que Robert si te quiere, él siempre te trata bien y te da muchos regalos, tal vez el que no te quiere es ese que vive en Estados Unidos- saca conclusiones apresuradas Bruno.

-,¿Entonces, por qué mi mamá se va a divorciar de Robert?- pregunta Arturo, sin entender toda esa complicada situación.

-Creo que es mejor que hables con tu mamá, así podras entenderlo todo ¿No crees?- Le insiste Bruno.

-No, con ella no voy a hablar, voy a preguntarle a mi papá, a Robert, él no me va a decir mentiras- responde Arturo.

-Esperate hasta mañana, es de noche y es peligroso que salgamos- analisa con mayor madurez Bruno.

-¿No tienes curiosidad por conocer a ese tal Leonel? Ven vamos a seguir averiguando si tiene familia, si tienes hermanos- sigue buscando.

-No tiene redes sociales personales, solo como Médico. Pero, vamos a buscar, yo puedo hacerlo- Bruno se maneja bien en el mundo de la informática.

-¡Ves ya está!, pude conseguirlo, mira tiene una hija, y una esposa Katherine Harper, es rubia de ojos azules y la hija tiene cabellos marrones y ojos como los de tu mamá casi amarillos almendrados, se parece mucho a ti y... parecen de la misma edad- intrigado Bruno, sigue diciendo:

-Al parecer esta familia esconde muchos secretos-

-¡Si, son demasiadas mentiras!- asiente Arturo, molesto.

-¡Vamos a seguir en el juego de videos!- de repente exclama Bruno para distraerlo.

-Si, vamos a jugar, antes de que venga mi mamá a llevarme a dormir, promete que no le diras a la tia que yo se la verdad- Bruno asiente.  Arturo, está muy disgustado en contra de su madre, pero niño al fin, no le dice nunca que no al juego de videos.

La mentira tiene patas cortas, los secretos nos alcanzan, cuando menos lo esperamos, y nunca será para bien...