LA PROMESA DE ESTAR SIEMPRE JUNTOS. ( ALPAQUITAY)

                  CRISTINA

Hoy me levanté más temprano que nunca, me puse mi ropa deportiva y me dirijo al gimnasio, para hacer mis ejercicios matutinos, luego de una hora de arduo trabajo, me dirijo a mi habitación y luego me doy un rico baño con agua tibia para relajar mis músculos, debo contarles que soy una fanática de los fitness, soy una nadadora profesional tres veces campeona nacional universitaria de natación individual y con relevos.

Hoy es mi primer día de clase en esta universidad, por suerte traje a mi bebé, bueno en realidad es la moto de Felipe, él quiso que la conservará y me la trajera para que así pueda trasladarme a mi centro de estudios.

Por petición de mi padre le envío a Leticia, ella es hija de Lorena la guarda espaldas de mi mamá, ella también se preparó físicamente para ser mi agente de seguridad, por tal motivo mamá y papá, porque sí ahora ya no lo llamo padrino sino papá, porque se lo merece él estuvo en todo momento conmigo desde que usaba pañales.

Si me preguntan ¿que paso con Esteban? Bueno el falleció tratando de hacer daño a mi madre, papá Lucio salió a su defensa y resultó herido de muerte, paso más de tres meses en cuidados intensivos, hasta que pudo salir del coma.

Saben que mi mamá me dio dos hermanitos, Carolina y Alexander son tan bellos, tuve que viajar al tercer día que ellos nacieron, mis clases universitarias empezaban pronto, mamá me prometió venir a visitarme y traería a mis hermanitos.

Con mi mamá he aprendido muchas cosas, entre ellas ser humilde y dejar de ser pretenciosa, por tal motivo aprendí a vestirme cómodamente y para cada ocasión, eso también le gustó a Felipe, antes de viajar me dijo, que solo él tenía derecho de lucir a su prometida, eso me halago mucho, hay como lo extraño.

Estaciono la moto en el estacionamiento, al hacerlo todos me quedan mirando, hay como odio esa acción de las personas, cuando te miran como un bicho raro.

_ Hola Cristina. _ Me dice Leticia, dándome el alcance.

_ Hola Leti, dime qué novedades me tienes. _ El desgraciado de Jorge y su putinovia se encuentran en nuestra clase de arquitectura, por cierto el Rector está informando que no debe revelar tu identidad, se le hizo firmar el documento de confidencialidad y por supuesto se le donó una generosa suma de dinero para la universidad.

_ Muy bien Leti, vayamos a presentarme al rector, para qué me presenté a mis nuevos compañeros. _ Leticia me dirige al rectorado, tocamos la puerta y recibimos el permiso de ingresar.

_ Buenos días, señor rector, mi nombre es Cristina de la Cuba, mucho gusto.

_ Señorita de la Cuba, me la imaginaba de otra forma.

_ ¿Cómo de otra forma? No lo entiendo señor rector.

_ Perdón, no quise decir eso, sino que siempre las señoritas de familia con mucho dinero visten muy elegante, mejor dicho son pretenciosas y les gusta vestir ropa de marca y todo eso.

No me malentienda, soy de familia humilde y me costó mucho posicionarme con el rectorado, por eso ayudo a los alumnos con bajos recursos y les ayudo con becas, pero hay alumnos de familia con dinero que me están causando problemas y están agitando a la gente para expulsar a los alumnos becados.

_ Sabe señor rector, hace años atrás también estaba en el grupo de esos alumnos que no gustaban de los becados, pero tuve que pasar momentos difíciles, para comprender que ellos necesitan estudiar y por no tener solvencia económica se pueden privar de crecer profesionalmente, así que señor rector lo apoyo en ese reto de ayudar a los demás, ahora sí ¿me lleva a mi aula de clase?

_ Claro que sí señorita de la Cuba, sígueme por favor.

Minutos después, el rector junto a Cristina y Leticia hacen su ingreso al aula de clase.

_ Buenos días, estudiantes hoy hace su ingreso la señorita Cristina de la Cuba, espero que todos la reciban como es debido. _ Dice el rector muy serio.

_ Por Dios, esto es una invasión de plebeyos.

_ Menciona Jorge Bustamante, con mucho sarcasmo sin levantar la mirada y ver a la persona que estaba frente a él.

_ Como dice joven Bustamante, le recuerdo que en esta universidad no se marginan a nadie y no tratamos a las personas por la clase social, todos somos iguales y debemos ser tratados con respeto.

_ Jorge levanta la mirada y se queda pasmado al chocar su mirada con Cristina.

_ ¿Carolina? _ Dice Jorge muy sorprendido.

_ Cristina sonríe y mueve su cabeza negando la pregunta de Jorge.

_ Señorita Cristina, sea usted bienvenida tome asiento, su carpeta es la tercera del lado izquierdo, cualquier consulta o inquietud puede buscarme en mi oficina.

_ Muchas gracias, señor rector. _ Cristina mira por última vez a Jorge y se dirige a su carpeta y toma asiento.

_ ¡Esto es el colmo! Chicos hasta cuándo el rector va a recibir a la clase plebe en esta universidad, pienso que por eso no ha recibido reformas, porque no recibe ingresos por ayudar a esta clase de gente, que a las finales no va a ejercer dicha profesión.

_ ¿Clase plebe? Por Dios, si hablamos de plebeyos que haces tú aquí, de lo que tengo por entendido, la familia Rodríguez Figueroa está en la banca rota desde hace dos años, eso hace que tú no seas diferente a nuestros compañeros de bajos recursos económicos, así que yo te aconsejaría que cierres el pico cacatúa.

_ Dice Cristina, causando unas fuertes carcajadas por parte de los chicos marginados y gran sorpresa por parte de los chicos de la clase alta.

_ ¡Eso es mentira! Compañeros, no lo crean ella es una vil mentirosa, eso lo está haciendo por hacerme quedar mal con ustedes. _ Dice Sandra enfurecida.

_ Cesar Rodríguez, el renombrado empresario envuelto en negocios turbios, es intervenido y despojado de sus bienes por lavado de activos, dime cacatúa ¿Sigo hablando? Creo que los espectadores están muy interesados de saber en lo que tu padre estaba metido.

_ ¡Eres una maldita desgraciada, me la vas a pagar! _ Grita enfurecida Sandra y sale rápidamente del aula de clase, mientras tanto. Jorge no sale de su asombro.

_ Tú lambe botas, déjame de estar mirando me tienes fastidiada por esa actitud. _ Dice Cristina a Jorge, por no quitarle la mirada desde que ella ingresó al aula de clase.

_ Eres asombrosa Cristina, nadie se había atrevido a ponerle un alto a Sandra, ella siempre nos ha humillado creyéndose superior a todos, siempre aduciendo que es una gran empresaria Americana.

_ ¿Empresaria Americana? Bueno en el pasado lo fue, Pero su padre hizo malos manejos y lo perdió todo.

_ Gracias Cristina, si no fuera por tí seguiríamos a la merced de Sandra.

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Un capítulo más, queridos lectores no se olviden de votar cada capítulo de mi novela es una gran ayuda para mí.