DESTINO Y FEROMONAS

Luc miraba al hermoso Omega ahora dormido, pasaba las llemas de sus dedos con delicadeza por las visibles marcas hechas por el mismo, se recostó sobre la cama y puso sus manos en la frente, sonrió de manera pícara, no entendía como aquel chico al que conoció virgen y casto hace unos momentos lo había dejado sin aliento, estaba seguro que quería ser el único que lo viera de aquella manera, lo quería solo para el mismo para siempre, si solo hubiera una forma de tenerlo siempre consigo… si la había y el la sabia, Luán mismo se lo había estado pidiendo últimamente.

FLASHBACK

-Ahhhhg Luc…. Sigue sigue asi…….

-Luan, tómalo con calma amor, no quiero lastimarte… ufff

-Vamos Luc solo un poco más, estoy a punto…

El cuerpo del Omega se estremeció y hundió las uñas en la gruesa espaldad del alfa, mientras mordía su hombro y callaba aquellos gemidos ahogados.. el alfa tuvo que salir de el para evitar el nudo que evidentemente se formaría, se aferró a las sábanas para que su parte animal no lo dominara y gruño mientras mordía sus labios.

-Ahhh… Luc… márcame, hazlo si, quiero ser completamente tuyo..

-Sabes que no lo haré, no ahora bebé, no hasta que estemos casados y estés seguro de que lo quieres.

-Estoy seguro, más que seguro Luc, porque esperar si ahora somos uno del otro??

-No es por eso amor, no quiero que tus padres tengan más malas impresiones mías, incluso no he hablado con mis padres… uhhhhg…. Que, que haces Luán??

-Nada… mmmmmm, sigue hablando cariño, te escucho..

-Luan porfavor ahhh, tu doctor dijo que no debías excederte… ufff

-Ahhh Luc, tan grande…. No me excedo, esto solo es el comienzo lo sabías… aún faltan dos horas para que lleguen mis padres….

--Ahh Luán, simplemente no puedo contigo!

El alfa volvió a unirse de nuevo al menor y continuaron con la faena por las dos horas restantes

FIN DEL FFLASHBACK.

No es que Luc no quisiera marcarlo, sabía que no podía reprimir por más tiempo sus instintos, lo deseaba, y su alfa lo reclamaba, cuando estaba con Luán se sentía completo y feliz, la luna de Luán estaba satisfecha con el, incluso Luán mismo tenía siempre más energía y un poco más de apetito, algunas ocasiones se la pasaba regañandolo porque dejaba alguna cosa fuera de su lugar o porque no le daba la comida que sobraba de su plato. Sin embargo la mayoría del tiempo la pasaba acurrucado en sus brazos e incluso sobre de el en las noches si Luc se descuidaba.

Luc miro la hora, 11:15 pm, hacía rato que los padres de Luán habían llegado a casa y el nisiquiera habría tenido tiempo de cenar, un gruñido le alertaba que debía comer y tener energías para lo que seguramente le haría Luán de nuevo cuando despertara, Luán debía comer algo también pero él hecho de pensar que si lo despertaba no lo dejaría cenar y lo atraparía en la cama de nuevo le daba miedo, jamás pensó tener miedo de un Omega o del sexo mismo, es solo que le aterraba la idea de no controlarse y terminar lastimando a Luán o a sus cachorros.

Entro al baño para ducharse y salió después con un pijama de patos que Luán había comprado a juego, cualquiera que lo mirara se daría cuenta que Luán llevaba las riendas de aquella relación, pues Luc hacía todo lo que su Omega demandaba, y no es que eso le afectará en lo más mínimo, fuera de esas paredes era un alfa puramente enojón y duro, que no se dominaba ante nada ni nadie, no por ello había colocado a su empresa en la principal de Estados Unidos en los pocos años desde que había asumido la presidencia.

Bajo con cuidado de no hacer ruido y entro a la cocina en busca de algún aperitivo, estaba preparando un sándwich cuando escucho algunos ruidos, volteó para encontrarse con la mirada de el alfa que ahora lo miraba con burla por llevar aquel pijama de patitos que no lo hacían ver cómo un alfa dominante en ningún aspecto.

-Supongo que lo tuviste difícil no es así??

-Hola señor Maison… buenas noches.

-Hasta cuando me llamaras señor Maison Lucian?

-Digame Luc.. y no lo se, quizá siempre jeje

-Si no quieres decirme suegro podrías decirme Angel como todo el mundo.

-De… acuerdo Angel.

-Y bien… cómo está mi hijo?

-Duerme……

-Mmm ya veo, quisiera saber, que clase de doctor te pide tener mucho sexo en su casi séptimo mes de embarazo?

Luc no supo de que color se puso y se atragantó con su saliba, era evidente que Luán había mentido solo para saciar sus instintos.. pero de eso a que su suegro sin tapujos lo dijera, al menos sabía de dónde habías sacado Luán esa parte tan honesta de el..

-Amm eso… bueno lo recomendó aunque no como Luán lo interpretó.. es solo que bueno usted sabe… Luán es alguien frágil tan delicado …

-Delicado mi hijo? Frágil dices? Ojalá te quedará claro que los omegas de esta familia no tienen absolutamente nada de frágiles y delicados, ahí donde ves a Lucas, en el embarazo de Luán tenía que dormir a veces con dos pantalones para que no me los arrancará diario y dormir en cueros..

-dijo eso mientras se metía una galleta a la boca en forma de resignación.

Luc lo miro sorprendido, ahora entendía que Luán era la mezcla perfecta de sus dos padres, así serían sus hijos? Sacarían ese carácter tan fuerte de ambos? Ojalá se parecieran más a él, si sacaban esa parte de Luán tendría más de una vez un pequeño infarto.

Luc se quedó callado unos minutos, justo acababa de dar una mordida a el sándwich y buscaba un poco de jugo en la nevera..

-Tomaras leche como un niño bueno? -preguntaba su ahora suegro con una risa sarcástica.

-Apuesto a que también usted tomaba leche como un niño bueno y utilizaba un pijama de patitos cuando más joven, solo por complacer a su Omega.

Angel se quedó callado, nunca había utilizado un pijama de patos.

-Por supuesto que no! No eran patos eran cerdos… y no tomaba leche soy intolerante a la lactosa… lo mío era el jugo de manzana..

-Jajajajaja, valla alfas dominantes que somos no es así?

-Pfff ni que lo digas, tengo más de 30 años de matrimonio y aún se siente como si ese pequeño Omega de mi cuarto reinará toda mi vida.

-Como lo lograste? Cómo hiciste que todo marchara bien? No tenías miedo al saber que serías papá? Digo de hacerlo bien, de no decepciónar a tu esposo.

-La verdad si, tenía tanto miedo de que mi suegro me golpeara, pero no se puede hacer nada contra el destino, en cuanto vía a Lucas en aquel parque supe que era mío, mi alfa lo supo no preguntes cómo, pero no pude jamás ver a alguien más, y mira que he tenido de todo en esta vida. Solo que Lucas fue diferente, se negaba a la idea de ser mi destinado aunque él también lo sentía, solo que no le gustaba la idea de ser novio de un estudiante de universidad que solo veía peces, Lucas estudiaba finanzas, no teníamos nada que ver uno con otro, yo quería vida el buscaba números, pero en cuanto le di un primer beso lo supimos, no podríamos ya vivir el uno sin el otro.

-Supongo que eso mismo me pasó con Luán, ahora mismo no me imagino mi vida si no es con el y mis hijos, incluso.. no puedo siquiera imaginar una vida, en dónde no lo haya encontrado aquel día.

-Se llama destino Luc, es algo más fuerte que uno mismo, ya no perteneces a la tierra, ya no te sostiene eso aquí, ahora solo vives, y mueres por el o ella, todo se vuelve más fuerte en cuanto el lazo se confirma, una vez que Luán tenga tu marca, podrás sentir, saber y pensar en todo lo que tú pareja sienta, piense o sepa. Ese lazo es inquebrantable hasta que uno de los dos muera.

Luc lo sabía, y eso le aterraba, si Luán supiera lo inseguro que estaba de no amarlo tanto o más que el, de no hacerlo feliz, de fallar como papá o como esposo, si Luán supiera eso quizá dudaría de querer tener su marca.

-Fue difícil? Marcar a su esposo le fue difícil?

-Si y no, si porque sabía que en ese momento no había marcha atrás, ya no era mi vida solo mía, ahora tenía que cuidar esa vida para poder cuidar la de Lucas, y no lo fue porque era lo que más deseaba en el mundo. Solo tener a Lucas para mí hasta el fin de mis días, envejecer juntos viendo crecer a nuestros nietos, mimar cada capricho que mi viejito me pidiera, aunque hipotéticamente soy mayor a Lucas, Lucas a Sido un esposo maravilloso y una madre excelente para Luán, hizo un hijo fuerte y decidído, y agradezco a la madre luna que lo haya escogido para mí, sin duda si volviera a nacer lo volvería a pedir de compañero.

Luc se quedó callado, ahora estaba más seguro de lo que decía hacer, si Luán lo deseaba y él también, no había razón para no marcarlo, aprovecharía que su Rut estaba a solo un par de meces y que para esa fecha ya habrían nacido sus bebés, esperaría el celo de su Omega y lo marcaría, en una hermosa cena y ambiente totalmente hecho para Luán. Ahora estaba seguro de lo que quería, quería a Luán hasta el final de sus tiempos y si ello implicaba llevar su marca, con gusto se la pondría.