NovelToon NovelToon
EMBARACE A MI ENEMIGO

EMBARACE A MI ENEMIGO

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Hombre lobo / Matrimonio arreglado / Diferencia de edad / Atracción entre enemigos / Matrimonio entre clanes
Popularitas:7.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Mckasse

En el corazón del Bosque de Dragonwolf, donde dos clanes milenarios han pactado la paz a través del matrimonio, nace una historia que nadie esperaba.

Draco, el orgulloso y temido hijo del clan dragón, debe casarse con la misteriosa heredera Omega del clan lobo y tener un heredero. Louve, un joven de mirada salvaje, orejas puntiagudas y una cola tan inquieta como su espíritu, también huye del destino que le han impuesto.

Sin saber quiénes son realmente, se encuentran por casualidad en una cascada escondida... y lo que debería ser solo un escape se convierte en una conexión inesperada. Draco se siente atraído por ese chico libre, borrachito de licor y risueño, sin imaginar que es su futuro esposo.

¿Podrá el amor florecer entre dos enemigos destinados a casarse sin saber que ya se han encontrado... y que el mayor secreto aún está por revelarse?

Una historia de miradas tímidas, corazones confundidos y un embarazo no deseado.

NovelToon tiene autorización de Mckasse para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Más culon y más brillante.

—Tómate esto, mi niño —dijo mi madre, entregándome un frasquito con un líquido de color miel—. Es solo para las náuseas, no te va a hacer daño. Pero… si estás embarazado, es posible que te active un poquito más las feromonas.

—¿Un poquito? —fruncí el ceño, medio desconfiado.

—Bah —me hizo un gesto despreocupado—. Apenas lo vas a notar.

Mentira maldita.

Pasaron dos días. Mi dragón envío un mensaje de que estaría sobrevolando la región porque avistaron algunos enemigos rondando. Por eso no llegaba a casa.

Dos días y yo sentía que mis pechos se estaban poniendo... raros. Sensibles. Llenos. Pesados.

Hasta que esta mañana me miré al espejo y casi me desmayo.

—¿Pero qué carajos…? —me agarré el pecho con las dos manos— No. No, no, no… ¿están más grandes? ¿Y qué es esta... gotita…? ¡Mamáaaaa!

Mi madre soltó la carcajada de su vida cuando fui a verla.

—Es normal, Louve —me dijo entre risas—. Estás comenzando a producir leche. Es tu cuerpo preparándose.

—¡Pues que se prepare más discreto! —rezongué, acomodándome la ropa que ya me quedaba más ajustada de lo que recordaba.

—Tomalo con calma. Si tu dragón regresa solo ignóralo y no tengan intimidad. Así te dará tiempo pensar en como se lo vas a decir.

Pero lo peor no fue eso.

Lo peor fue que Draco volvió temprano ese día.

Y su mirada… su mirada casi me hizo correr.

Estaba en la cocina, tratando de no pensar en mis tetas brillantes y sensibles, cuando sentí su presencia atrás de mí. El aire cambió. Su sombra me cubrió. Cómo si pudiera oler la leche en mi.

—¿Qué… carajo… es esto? —escucho su voz ronca detrás mío.

Me giré despacio, con el alma en los pies.

Y lo vi.

A Draco, ese maldito dragón, con los ojos fijos en mi pecho. O mejor dicho… en mis pechos hinchados, marcados bajo la ropa floja, con una pequeña mancha húmeda justo en el centro.

Me fulminó con la mirada, pero no de enojo.

De hambre.

De lujuria pura.

—Mierda, lobito… —su voz sale como un gruñido bajo, apretando los dientes— Estás… más culón… más brillante… y ahora hasta me vas a dar leche.

Me tapé con los brazos, rojo hasta las orejas.

—¡No mires! ¡Es culpa de mi mamá! ¡Así que no hagas caso!

—Tu mamá no tiene la culpa de que me pongas tan mal de la cabeza —se acerca más, sus alas bajaron, envolviéndonos en esa especie de cueva privada que siempre usaba cuando quería hacerme cosas indecentes—. Cada día estás más mío… más de dragón. ¿Que has estado comiendo en mi ausencia?

—Vete al diablo, Draco… —murmuro, pero se me escapó un temblor en la voz cuando sentí su mano grande y caliente en mi cintura y la otra deslizándose en mi blusita.

—Voy al infierno contigo, lobito —susurra, pegando su nariz a mi cuello—. Y si es con leche incluida… mejor.

Y ahí supe que estaba perdido.

Porque ese dragón ahora tenía otro motivo más para volverme loco… y para no dejarme escapar jamás.

Draco me tenía acorralado contra la pared de la cocina. Sus ojos —azules, intensos, peligrosos— bajaban lentamente por mi cuerpo hasta detenerse, descaradamente, en mi pecho.

Y yo lo vi... vi cómo apretó la mandíbula.

Vi cómo sus pupilas se dilataron.

—Louve... —su voz sale grave, ronca, de esas que me estremecen aunque me haga el fuerte—. ¿Qué demonios es esto realmente? ¿Por qué estás… así?

Su mirada se clava directamente en mis tetas, que estaban más hinchadas, más marcadas debajo de mi ropa, con esos pezones descarados que parecía que querían saludarlo. Húmedos y gruesos.

Tragué saliva.

Mierda.

Piensa, Louve, piensa rápido.

—Ah... esto… Ya te lo dije. Mira ahora te explico —me aclaré la garganta, forzando la cara más natural que tenía— es por la maldición… de ser omega.

Draco parpadea, confundido.

—¿Maldición?

Asentí muy serio, como si estuviera diciéndole la gran verdad ancestral.

—Sí, sí... es normal —continuo con todo mi descaro—. A algunos omegas nos pasa esto antes del ciclo… por las hormonas. El cuerpo se pone… más sensible. Más hinchado.

Me crucé de brazos, como molesto.

—Y tal vez… —me atreví a mirarlo de reojo, con malicia— es tu culpa también. Las glándulas mamarias se desarrollan cuando tengo mucho deseo y al no estar no es lo mismo cuando me desahogo solo. Es porque me marcaste más de una vez, tu saliva debe haber activado algo en mi.

Draco frunce el ceño, más confundido.

—¿Mi culpa?

—Pues claro. —me encogí de hombros, soltando el veneno dulce— ¿O crees que estar todo el tiempo con tu boca, tus manos, tus lamidas, tus mordidas… no iba a activar nada? No soy de hierro, Draco.

El dragón gruñe bajito… pero no de molestia.

Era de puro deseo.

Su mirada se oscureció tanto que sentí las piernas medio flojas.

Y cuando habló… su voz fue un susurro áspero contra mi cuello.

—Entonces… —roza su nariz por mi oreja— si esto es culpa mía… también es mi responsabilidad… atenderlo.

Mierda.

Me arrepentí al instante de haber abierto la boca.

Porque el muy maldito me cargó en sus brazos con una facilidad insultante, llevándome a la cama sin siquiera dejarme protestar.

Y mientras me tumbaba en las pieles, con esa mirada de dragón hambriento, soltó la frase que me dejó sin respiración:

—Voy a probar si de verdad es por la maldición… o si es que estas tetas se están llenando… por culpa de otra cosa.

Y yo…

Yo ya no sabía si reírme de mi propia mentira…

O temblar por lo que sabía que venía después.

Porque cuando Draco se obsesionaba con algo…

No había maldición, ni omega, ni dioses que lo detuvieran.

Lo miré, sintiendo cómo su mirada se intensificaba, esa mezcla de deseo y furia que siempre me desconcertaba. Dracon estaba decidido a descubrir la verdad, y aunque intentaba no mirarlo, mi cuerpo ya anticipaba todo lo que ese animal quiere hacerme.

Lo miré, sintiendo cómo su mirada se intensificaba, esa mezcla de deseo y furia que siempre me desconcertaba. Draco estaba decidido a descubrir la verdad, y aunque intentaba mantener la calma, sentía cómo su presencia me rodeaba, envolvía todo mi ser.

— Espero que no me mientas, Louve —susurra, acercándose lentamente. Cada paso que daba, cada músculo que se tensaba, me ponía más nervioso. Sabía que no podía huir, que no quería huir. Había algo en su mirada que me atraía, algo oscuro, algo tan intenso que me hacía olvidar por completo que estaba mintiendo.

Me tensé cuando se agachó frente a mí, su rostro a solo unos centímetros del mío. Podía escuchar su respiración profunda, su aliento caliente rozando mi piel.

— ¿Sabes lo que me haces? —murmura, con su voz grave y cargada de tensión. La forma en que me toca el rostro, con una mano firme que recorría mi mandíbula, me hizo sentir vulnerable. Mi corazón late con fuerza en mi pecho.

— Es solo una maldición... Normalito entre la raza licántropa—musito, sintiendo que mi mentira se desmoronaba a medida que sus ojos no me dejaban escapar. Estaba atrapado.

Él me mira fijamente, como si pudiera ver a través de mí, y su expresión se suaviza solo un momento antes de que se acercara aún más.

— ¿Sabes qué pienso? —pregunta, con su boca muy cerca de mi oído. Su voz era un susurro que me hizo temblar. — Que la maldición no es lo único que te afecta, Louve. Te conozco, más de lo que crees.

Mis manos temblaron cuando sentí cómo su aliento recorría mi piel. ¿Me había descubierto?

No sabía si era la mentira que acababa de decir o si era la intensidad de su presencia lo que me estaba volviendo loco. O tal vez era el hecho de que, a pesar de todo lo que había pasado entre nosotros, aún podía sentir la misma chispa, la misma atracción.

—No...no sé qué piensas. Pero igual no tienes por qué contarme...

Draco me apartó suavemente, pero sin dejar de sostenerme. Su mirada se volvió aún más penetrante, más desafiante.

— Te he estado observando, Louve. Y sé que no es solo la maldición lo que te hace reaccionar así.

Su mano recorrió mi cuello, rozando la marca de su toque, esa que siempre dejaba en mí cuando no podía contenerse. Sus dedos eran fuertes, pero al mismo tiempo, había una suavidad en su toque que me hacía perder el control.

—Te equivocas.

— Quiero que me digas la verdad. ¿Por qué estás tan… diferente?

Intenté zafarme, pero él no me dejó. Su agarre era firme, pero sin maldad. Solo quería respuestas, aunque las mías no eran las que él esperaba.

— Draco… —susurro, temblando cuando su rostro se acercó al mío. — No me hagas esto…

Él sonrió, pero no era una sonrisa de diversión, sino más bien una sonrisa predadora. Sabía que había algo más en mi cuerpo que lo llamaba, que lo invitaba a descubrir qué estaba pasando.

— ¿Y qué pasa si te hago esto, Louve? —pregunta, con su voz profunda, casi un murmullo que me recorrió entero antes de besarme.

Me quedé en silencio. No quería hablar. No quería que supiera la verdad, pero sabía que eventualmente lo descubriría. La forma en que me miraba, cómo me tocaba, cómo me desnudaba con la mirada, todo eso solo alimentaba la chispa entre nosotros. No estaba preparado para enfrentar lo que eso significaba así que correspondí al beso con lengua y todo.

Draco se acercó aún más, y aunque intenté mantenerme firme, mi cuerpo traicionó cada palabra que había dicho. Sentí cómo mi respiración se aceleraba, cómo las ganas de apartarlo se desvanecían, y cómo, en lo más profundo, quería que no parara.

— Estás tan caliente, Louve. —susurra, y esa simple frase me hizo estremecer de una forma que no pude controlar.

Y entonces, sin previo aviso, me tomó de la cintura y me atrajo más suavemente contra su cuerpo . Su mirada se oscureció, llena de deseo, y yo ya no sabía qué hacer con todo lo que sentía.

—No hagas caso, es sólo que me besas, me agarras, haces lo que quieras conmigo y luego preguntas que me pasa. No es justo.

— Si esto es una maldición, Louve —dijo entre dientes—, entonces soy yo quien debe romperla. Por eso te beso, te acaricio y me hundo en tí.

No pude decir nada más. Lo que vino después fue inevitable. Las palabras se desvanecieron y todo lo que quedó fue el impulso, la necesidad de entregarnos por completo el uno al otro, sin barreras.

Sabía que todo esto era confuso, que aún había mucho que no entendía. Pero en ese momento, con él mirándome como si fuera su único propósito, todo lo que podía hacer era entregarme a la tormenta de emociones que me estaba arrastrando.

1
Elizth
más capitulo de acerca una batalla a muerte/Scowl//Sob/
Maria Elena Sanchez Garcia
Excelente
danielaflores
estoy llorando que tristesa que no le pase nada por favor💔😿
Mckasse Escritora
gracias amor
Gelen Burgos
Es un relato muy único jaja sin duda será popular.
Elizth
más capitulo xf
Yendi Jaramillo Avila
está maravillosa la historia
Gelen Burgos
sentí la adrenalina
Gelen Burgos
la amo , la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo
Gelen Burgos
Tu mandas , bien dicho.
Gelen Burgos
esto está muy buenooo
Kysa_lov
Que desgraciado
Gelen Burgos
JAJAJAJA ME MEO
Gelen Burgos
eso me asusta , donde me anoto para la fila
Gelen Burgos
cuidado te. cansas 😒
Gelen Burgos
t falla mijo ? Lo trataste como muñequito de trapooo
q esperabas
Gelen Burgos
Ya veremos
Gelen Burgos
Tengo preferencia por los loquitos intensos , vas por buen camino jajaj
Gelen Burgos
y yo : aaaaaaaaah
Elizth
más xq está interesantes de como llevar el mando
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play