En un mundo donde el desprecio y la hostilidad reinan, Evans y Nicole se encuentran atrapados en un juego de odio y desafío constante. Evans, un hombre frío y mujeriego, nunca ha creído en el amor, hasta que Nicole, una sexy y decidida doctora, entra en su vida desbaratando todas sus certezas. A pesar de sus diferencias y de su mutuo desagrado, ambos se ven irresistiblemente atraídos el uno hacia el otro.
Nicole, centrada en su carrera y determinada a no dejarse pisotear por ningún hombre, se ve obligada a enfrentar sus propios prejuicios cuando la presencia de Evans la desafía de formas inesperadas. Por otro lado, Evans se ve forzado a confrontar sus propias barreras emocionales y su reputación de hombre frío cuando se da cuenta de que Nicole es mucho más que una simple colega.
A medida que la tensión entre ellos aumenta y las chispas vuelan, ambos se ven obligados a cuestionar sus creencias y a enfrentar sus propios miedos. A pesar de sus reticencias iniciales, comienzan a descubrir que tal vez, detrás de su enemistad, se oculta una pasión y un deseo que ninguno de los dos puede negar.
Entre enfrentamientos ardientes y momentos de ternura inesperados, Evans y Nicole se embarcan en un viaje emocional tumultuoso, donde el amor y el odio se entrelazan de formas complejas y sorprendentes. ¿Podrán superar sus diferencias y encontrar la redención en los brazos del otro, o su amor está condenado a arder en el fuego de su propio desdén? "Entre el Odio y el Amor" es una historia apasionante que desafía las expectativas y nos sumerge en un torbellino de emociones y deseos contradictorios.
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Capítulo 24 Los polos opuestos se atraen
Bella
—Este lugar es hermoso.
Steven: —Más hermosa estás tú. Sé que no tenemos tanto tiempo de conocernos, pero en este poco tiempo te has sabido meter en mi corazón.
—Me pasa igual contigo. Desde que te vi por primera vez en el hospital, comprobé que el amor a primera vista existe. Me hace muy bien estar contigo.
—Sé que tenemos poco tiempo conociéndonos, pero desde el primer momento supe que serías la mujer con la que pasaré el resto de mis días. Bella, te amo, y quiero pedirte que si puedo ser tu novio. Eres una mujer increíble, no puedo estar ni un segundo lejos de ti, así que me concedes el honor de dejarme ser tu novio.
—Claro que sí. Yo también te amo. Te acepto como mi novio. No me imagino estar lejos de ti.
En otro lugar:
Carla: —Este lugar es increíble. ¿En serio es tuyo?
—Sí, es mi restaurante. Bueno, mío y de mis socios, los mellizos Evans y Steven.
—Es muy lindo, la vista es increíble. ¿Y cuándo lo van a inaugurar?
—Más hermosa estás tú. Aún no tenemos fecha, pero quería que fueras la primera en verlo. Y quiero que estés conmigo en la inauguración, Carla. Yo no soy de decir palabras bonitas, pero desde que te conocí, quedé flechado por ti. Sé que es muy pronto para decirlo, pero me enamoré de ti. Me gustas desde el primer momento que te vi, y en este lugar tan especial para mí, quiero pedirte que seas mi novia. Sé que es muy rápido todo esto, pero no quiero perder el tiempo contigo, así que dime, ¿aceptas ser mi novia?
—Claro que acepto ser tu novia. Me gustaste desde el primer momento en que te vi. A tu lado soy muy feliz, no sabes lo feliz que me haces.
—Me haces el hombre más feliz del mundo. Te amo.
—Yo también te amo.
Nicole: —Pero qué se cree ese idiota, que se cree. Yo no soy una más de su harén, jamás.
Evans: —Ay, sí, que se lo tomó mal la chiquilla. Pero, ¿cómo se atreve a decirme promiscuo? Ok, me he acostado con algunas mujeres, pero no soy un irresponsable. Con todas las mujeres con las que me acuesto siempre uso protección, incluida Candy. Con ella fue la única que estuve sin usar protección, y se lo iré a decir.
(Toc Toc)
Nicole: —Voy a poner un letrero en donde diga "no molestar".
Mario: —Hola, hermosa.
—Bebé, ¿qué haces aquí? Te hacía en Corea. Pero ven, entra.
Evans: —Claro, me dice que soy un promiscuo y todo eso, y ella saluda muy cariñosa a ese tipo y, para colmo, lo entra a su departamento. Pero, ¿qué le pasa? Tengo que saber quién es ese tipo.
(Toc Toc)
—Ay, no puede ser. Ya no te dejé claro qué haces aquí.
—Chiquilla, no vengo por eso. Es algo de trabajo. Necesito el número de la señora que dio a luz al pequeño Nicolás.
—Bueno, como es trabajo, te aguantas hasta mañana. Yo mañana se lo doy a tu secretaria.
—Flaquita, ¿quién es él?
—Él es un insoportable cara de culo.
—Bueno, ya que la chiquilla no lo hará, deja y me presento. Soy Evans y la chiquilla y yo somos compañeros en el hospital.
—Y, lamentablemente, también vivimos en el mismo piso. Como ya te presentaste, ya te puedes ir.
—Flaquita, no seas grosera. Tú no eres así. Bueno, déjame presentarme yo. Yo soy Mario Ruiz Palacios y soy un muy buen amigo de mi flaquita.
—Bueno, ya se presentaron. Ya te puedes ir. Así que, adiós.
—Amiga, tienes un bombón de vecino. No entiendo por qué eres tan grosera con el que te hizo.
—Es un insoportable. Es guapo y todo lo que quieras, pero es un cara de culo que solo sabe fastidiar.
—Ay, con lo bueno que está, que me fastidie todo lo que quiera.
—Eres una perra.
—Ay, amiga, está guapo, está como me lo recetó el doctor. ¿Y en qué trabaja este bombón?
—Es cardiólogo y no entiendo cómo escogió esa especialidad cuando ni corazón tiene.
—Amiga, por Dios, pero bueno, dejemos al bombón de un lado y cuéntame cómo te está yendo en tu nuevo trabajo.
—De maravilla, si no fuera por don hielo. Ese es un insoportable que desayuna todos los días limones con sal y pimienta. No lo soporto.
—¿Y quién es ese tal don hielo? Por lo que dices, tiene que ser un hombre horrible.
—Horrible no es, pero tiene una pésima personalidad. Y bueno, ya lo conoces, es mi querido vecino.
—Vaya, que te mueras por él, amiga. A mí no me engañas. Te gusta más de lo que puedes admitir. Puedes engañarte a ti, pero a mí jamás.
—Estás loco, somos polos opuestos.
—Querida amiga, los polos opuestos se atraen, y tú y el bombón no son la excepción.
