Mi Cielo... Mi Infierno

(Escuchen- Voxifera, Era)

Me puse de pie lentamente, negaba con la cabeza una y otra vez, eso no… mis manos se fueron a mi cabeza del dolor tan intenso que empezaba a tener… Mi mente se fue directo en el cuarto de la morgue, donde mi madre estaba fuera de si…

Abrí mis ojos, ahora mi corazón estaba peor que antes, la desesperación que tenía era demasiada.

Recordé a la perfección cuando la doctora Siena gritaba que le avisaran al doctor Máximo Rizzolli, tenía que atender a mi madre, pero él nunca llegó.

Negué con la cabeza, levanté la carta mirándola nuevamente.

Willow: Maldito hijo de puta… Máximo Rizzolli es el verdadero asesino de Wellia. MALDITOOOO, MALDITOOO.

Sostuve la carta con tanta fuerza, mis pasos eran demasiado apresurados, tenía que hacer algo que me daría la entrada hacia donde ese hombre estaba, no me importaba si tenía que hacerme pasar por otra persona, daría con él antes que también asesinara a mi madre, ella no podía quedarse allí.

Bajaba los escalones con una prisa como si fuera el fin de mi mundo, así me sentía, ese hombre me escucharía, no me importaba la hora y menos el lugar, me escucharía y gritaría a todo pulmón lo que ese maldito le hizo a mi hermana.

Sostuve el censor de mi auto, mi móvil, abrí la puerta de mi casa, viendo la lluvia que no había parado, cosa que no me importaba en este momento, guardé la carta en mi bolso, cerré con fuerza la puerta empezando a correr hacia mi auto… abrí la puerta entrando… Cerré acomodándome…

Willow: No te me vas a escapar maldito perro.

Encendí el auto, movía el volante, miré por ambos lados, encendí los limpiaparabrisas, iban tan rápido dejando libre la visión. Conducía lo más aprisa que podía, claro cuidando todo tipo de movimiento, tampoco es que me quiera matar.

En mi mente empezaba a idear demasiadas cosas de como tenía que llegar a ese hombre, no me importaba si luego me prohibiesen la entrada. Pero algo si.. estaba demasiado claro que mi madre corre tremendo peligro, él debe saber que mi madre está allí. Ahora entendía por que nunca apareció el muy desgraciado.

Negué con la cabeza.

Willow: Pudiste arruinarle la vida a mi hermana maldito Máximo, pero aun sin vida, ella tiene quien la respalde y te haré pagar con creces.

Aparté mis lagrimas, veía el hospital, respiraba con algo de dificultad, me aparcaba con mucho cuidado, el lugar estaba demasiado justo. Maniobré un poco viendo como la punta de mi auto estaba empezando a golpear una de las camionetas, por la lluvia no me dejaba manejar mi espacio… abrí la puerta bajando del otro lado, empezaba a empaparme con la lluvia, corrí hacia el lado de la camioneta viendo tremendo golpe que le había dado.

Willow: Ni quien se fije.

Bajé la mirada viendo el nombre del estacionamiento “DIRECCIÓN”, tragué saliva levantando mis hombros, caminé hacia mi auto tomando mi bolso, cerré la puerta activé la alarma, le di varias veces pero por la lluvia creo que no agarraba, negué con la cabeza, hoy, precisamente hoy todo me tenía que estar saliendo mal.

Miré hacia la entrada del hospital, muchas personas estaban en la entrada cubriéndose de la lluvia, el portero me miró de arriba hacia abajo.

Willow: Mi madre está hospitalizada.

Empujó la puerta cediendo paso, otras personas aprovecharon y entraron conmigo, el lugar se veía como cuando me fui no tantas personas y las personas que esperaban estaban de lo más tranquilas. Le sonreí a la enfermera que le había dejado los documentos de Wellia.

Enfermera: Señorita.

Willow: ¿Entregó los documentos al director?

Sonrió demasiado nerviosa, asintió con la cabeza, solo negué con la cabeza dándome cuenta, que nadie de este lugar era de fiar.

Willow: el doctor Darío Berti, ¿Se encuentra?

Enfermera: No, él ya salió.

Willow: ¿Puede revisar y cerciorarse?

La enfermera tomó el auricular haciendo unas llamadas, me sentía con muchos nervios, pero no es que dependa de Darío, pero él podía ayudarme en cualquier momento.

Enfermera: Si, el doctor Darío, aun está en el hospital. La lluvia a retrasado a todos los médicos.

Willow: ¿Dónde lo encuentro?

Enfermera: en el ala 1… perdón en el ala 2 sección 5.

Asentí con la cabeza, di varios pasos deteniéndome, regresé de nuevo hacia la enfermera, ella me miró tratando de apartar la mirada. Venía un grupo de médicos y se puso de pie, se iba a ir de prisa cuando la sostuve del brazo, ella me miró sorprendida en mi actuar.

Willow: El doctor Máximo Rizzolli… sé que aquí trabaja un doctor con ese nombre.

Enfermera: Si, así es.

Willow: ¿Aun está aquí?

Enfermera: (tragando saliva) Debe estar, en algún lado del hospital.

Willow: En que lado lo puedo localizar.

Doctor: ¿Suset, tienes los resultados de la paciente del ala 4 habitación 10?

Miré a ese doctor, se suponía que era Darío quien estaba haciendose cargo de mi madre. La enfermera revisaba los documentos que tenía en su escritorio, levantaba la mirada hacia mi.

Willow: ¿Dónde lo encuentro?

Enfermera: No puedo darle información del doctor Máximo Rizzolli. ¿Algún motivo en particular?

((Piensa Willow, piensa, que puedes decir para saber donde se encuentra ese miserable))

Willow: Quedó de revisar el estado de mi madre y su facturación.

Doctor: el director del hospital debe tener el dato que usted necesita.

Willow: ¿Quién es el director?

A lo mejor ese director podía ayudarme a investigar a ese doctor Máximo que se la daba de buen doctor cuando era un perro miserable que le hacía cosas horribles a las menores, claro, ahora entendía por que nadie le hacía nada, debe ser un hombre tan intachable usando su bata médica para pasar desapercibido, pero conmigo no le iba a funcionar.

Doctor: El doctor Máximo Rizzolli.

Abrí tanto mis ojos al sorprenderme que no solo era el médico de este hospital, era el director de este hospital. Di varios pasos hacia atrás, miré hacia la enfermera, caminando tan rápido como podía.

Negué con la cabeza, miré hacia ambos lados viendo los ascensores, caminaba tan rápido, quizá no sepa donde se encuentra ese director pero si Darío, necesitaba urgente el alta de mi madre y llevármela de este lugar cuando antes. Oprimí el botón miré hacia los números viendo que iba bajando cuando la puerta se abrió, de un solo paso entré, oprimí el ala 2, las puertas se estaban cerrando lentamente, una mano se metió entre las puertas, sostenía una de las puertas.

- Te veo en el departamento de Santino.

- Sí, te paso el informe de todo lo que tenemos.

Levanté mi mirada cuando este hombre entró mirándome fijamente, esbozó una pequeña sonrisa oprimiendo el botón del ala 4, di un paso hacia un lado, lo miré de reojo cuando las puerta se cerraron, este hombre estaba esa noche en la cena con el Fiscal Bastian. Tenía su móvil en sus manos, levanté un poco mirando que estaba escribiendo a una velocidad demasiado rápido, dejó de escribir, levanté un poco más la mirada viendo que me estaba mirando… Esa mirada tan penetrante e intensa, provocando que diera otro paso hacia un lado.

Máximo: Fuerte la lluvia.

Entreabrí los labios, bajando la mirada. Negué con la cabeza al ver que ni me había reconocido. Pero era mejor, no quería entablar conversación con estas personas.

Willow: Si…

Máximo: Es raro para esta temporada. Me imagino que vendrá una nevada muy fuerte.

Rodé los ojos, ahora si que me hablaba, pero en el restaurante ni hacia nada para mirarme todo tenía que hacerlo los demás que estaban con él.

Trague saliva, las puertas se abrieron, respiré profundamente, di un paso hacia atrás, él solo me miraba me quedé entre las puertas, sostuve una de las puertas.

Willow: ¿sabe donde puedo encontrar al Doctor y Director Máximo Rizzolli?

Levantó una ceja en forma de intriga, su móvil empezó a sonar. Revisó su móvil, levantó su mirada hacia mí, ahora era diferente esa mirada.

Máximo: ¿Para que lo necesitas?

Willow: Necesitaba revisar con el Director la factura y alta de mi madre. Es paciente.

Máximo: No, no sé donde pueda estar.

Sonreí asintiendo con la cabeza, aparté mi mano de la puerta viendo que se empezaron a cerrar, di varios pasos hacia atrás, los números estaban empezando a pasar al tercer ala. Caminé hacia donde me había dicho que estaba Darío.

Pasaba uno a uno los cuartos, pasé de largo retrocediendo cuando Darío cubría con una sabana un cuerpo o algo. Él levantó su mirada quedando sorprendido al verme. Se apartó de donde estaba retirado los guantes, los arrojó hacia el sesto acercándose.

Darío: ¿Qué haces aquí?

Willow: Necesito de tu ayuda.

Darío: ¿Qué tienes Willow?

Sostuve con fuerza los brazos de Darío, él sostenía los míos, mis lagrimas empezaron a caer una a una, no podía hablar o sé que tanto podía confiar en él. Estaba trabajando para el mismo director que hacía daño.

Willow: Tengo que entrar a este hospital.

Darío: Estás aquí nena.

Willow: No, no, no… tienes que ayudarme a que me empleen.

Darío: ¿Qué cosa?

Willow: Aquí trabaja el culpable de lo que le pasó a Wellia.

Darío: ¿Qué dices?

Podía ver los gestos de Darío que no creía nada de lo que estaba diciendo, negué con la cabeza, bajé la mirada, mis lagrimas se hacían presente de nuevo. Lo solté cubriendo mis labios con mi mano, aparé mis lagrimas.

Willow: Necesito que me hagas pasar por enfermera, tengo que dar con la verdad.

Darío: No es fácil, las cosas se han complicado. Muchas enfermeras saldrán de vacaciones y traen a las que las van a sustituir.

El móvil de Darío empezó a sonar, él lo miró disculpándose conmigo. Tomó la llamada…

Llamada:

- Doctora Siena, dígame.

- Hola Darío, sé que tienes muchas amistades que son conocedoras de medicina.

Levantó su mirada hacia mí, mordí mi labio inferior, ¿será que algo sucedió con mi madre?

- Si, conozco.

- De urgencia necesitamos 2 enfermeras, 2 asistentes, una fija y otra eventual.

- ¿enfermeras?, tenemos las sustitutas.

- Si, solo que no contamos con la contratación de la bolsa, por que nos hacen falta solo 2. ¿Crees poder ayudarme con esto? No quiero molestar a Máximo con esto.

- Si doctora, cuente con ella, tengo a una que está en disposición.

- Perfecto, haz que venga mañana a primera hora.

- De acuerdo doctora.

- Que tengas linda noche.

Bajó el móvil sin dejar de mirarlo, le hice seña de saber que era lo que le habían dicho, levantó la mirada hacia mi…

Darío: Estas de suerte, necesitan enfermeras. Mañana tienes que presentarte temprano.

Willow: ¿amm, donde encuentro al director?

Darío: ¿Para que? La entrevista es mañana, lo más seguro es que ellos te entrevisten.

Willow: quiero hablar sobre la facturación de ingreso de mi madre.

Darío: Me encargo de eso Willow, no te preocupes.

Willow: ¿Dónde lo encuentro?

Darío: Estaba en consulta con tu madre, pero ya se debió ir…

Willow: ¿queeee? ¿Con mi madre?

Me di la media vuelta corriendo, no podía dejar que ese hombre tomara la vida de mi madre como lo hizo con Wellia, tenía que cuidar de mi madre.

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Darío