De Sirvienta A Señora Del Ceo

Paola fue enviada a un hospital cercano, después de perder el conocimiento en el auto. En cuando abrió los ojos, recuerdo todo lo que había escuchado fuera de la casa de Armando.

Sus manos sostuvieron con fuerza las sábanas que cubrían su cuerpo, sus ojos, eran cómo dos bolas de fuego a punto de ser arrojadas a sus enemigos.

Para una mujer, como Paola, era difícil asimilar que Armando solo la había usado para darle a Mónica todo.

_ Maldito desgraciado, si piensas que te podrás librar de mí, después de todo el daño que me has hecho… ¡Estás muy equivocado!... Te voy a destruir, y comenzaré por esa perra que amas tanto..._ Los labios de Paola se comenzaron a mover.

Paola tenía la mirada puesta en un punto fijo, ignorando por completo todo lo que pasaba a su alrededor.

Marcos miraba cuidadosamente a Paola, la mujer a su lado, parecía tener al demonio dentro. Lo que Carlota les había informado era verdad.

_ Señora Paola, me alegra que haya despertado. _ La voz de Marcos llamó la atención de Paola.

Que enseguida, volteó a ver al hombre a su lado. Paola enderezó su espalda, sin alejar ni un solo segundo la mirada de Marcos.

_ ¿Parece que no se sorprende verme aquí?..._ Preguntó Marcos.

__ Tenía la sospecha de que no únicamente eras un siempre chofer; sino la mano derecha del inválido de Santiago... Ahora me doy cuenta de que estaba en lo cierto... _ Respondió Paola con frialdad.

Marcos se levantó del sillón, donde estuvo sentado por más de dos horas. Se acercó a Paola, entregándole algunos documentos.

_ ¿Qué es esto?...

Paola hojeó algunas páginas de los papeles, para darse cuenta de lo que se trataban.

_ Cómo puede darse cuenta, es cuestión que firme cada uno de los papeles, para que todo pase a las manos del señor Wlod... _ Respondió Marcos con una sonrisa entré sus labios.

_ ¡¿Esto es una broma?!...

__ ¡Ni aunque estuviera loca firmaría un papel de estos!...

Tal y como Marcos lo esperaba, Paola arrojó los papeles al suelo. Lo que, Marcos, le estaba pidiendo era una locura… Ella jamás iba a firmar los documentos, que la dejarían en la ruina.

Marcos se inclinó para recoger cada uno de los papeles que Paola había arrojado al suelo. Al tenerlos de nuevo entre sus manos, Marcos los dejó encima del sillón.

_ Señora, es mejor que firme de buena manera. El señor Wlod, está dispuesto a darle algo que usted ama con todas sus fuerzas... _ Marcos insistió por segunda vez.

__ ¿Qué no entiendes?, ¡Nunca voy a firmar algo tan estúpido!...

__ Crees que me han ganado. ¡Están muy equivocados!... _ Paola levantó la voz...

Paola no estaba dispuesta a perder todo lo que le ayudaría a destruir a Armando y recuperar a su hija. Mientras estaba inconsciente, Paola había analizado todo y pensó en un plan para quitarle a su hija a Armando. Y para eso, necesitaba toda la fortuna de Santiago.

Marcos regresó al sillón y agarró un sobre que había olvido, para después arrojarlo en las manos de Paola.

Por un corto tiempo, Paola se quedó atónita con el sobre en sus manos… Por un momento no entendía lo que Marcos intentaba.

__ ¿Qué es esto?... __ Murmuró Paola mirando el sobre rosa en sus manos.

_ Señora Paola, por qué no abre el sobre y se da cuenta de lo que contiene... Le va a interesar mucho ver el contenido... _ Mencionó Marcos, esperando ver la reacción de Paola cuando vea las fotos de su hija en los brazos de Santiago.

Inmediatamente, Paola abrió el sobre rosa, qué Marcos le había arrojado entre sus manos, al abrirlo y ver las fotos de su hija en los brazos de Santiago, Paola se quedó congelada.

Una fuerte oleada de miedo, recorrió todo el cuerpo de Paola... Su corazón comenzó a latir de una manera violenta... No podía creer que la mujer que decía ser su mejor sirvienta fuera una traidora.

Todo ese tiempo, Carlota trabajaba para Santiago, intentando acercarse lo más que pudiera a Paola. Lo hizo tan bien, que Paola no sospecho ni una sola vez de ella...

Carlota pudo descubrir varias cosas muy importantes, cómo la existencia de la niña, escuchó conversaciones muy graves, y se las informó a Santiago...

__ Por lo que me doy cuenta sabe quién es esa niña...

Lentamente, Paola levantó la mirada, en sus ojos se podía notar el miedo que sentía al saber que Santiago sabía la verdad.

_ ¿Dónde está mi hija?. _ La voz de Paola sonó muy nerviosa y con miedo.

_ Hasta este momento la niña está en buenas manos. Carlota la está tratando con mucho cariño, se nota que es una niña muy linda, y que sabe comportarse... Sería una lástima que, por un error de su madre, la niña tuviera que ir lejos de la ciudad, y que nunca la volviera a ver... _ Mencionó Marcos agarrando una foto de la niña y Santiago.

Paola abrió los ojos llenos de miedo. Sería horrible que Santiago alejara a su hija de ella.

__ ¡No se atrevan a llevarse lejos a mi hija, soy capaz de todo por ella!... _ Paola gritó furiosa.

_ Todo depende de usted y de las ganas que tenga para ayudar al señor Wlod a recuperar todo lo que le robo..._ Respondió Marcos.

Paola apretó con fuerza sus manos, sus lágrimas comenzaban a escapar de sus ojos, sentía demasiada impotencia al no poder hacer nada.

_ Quiero hablar personalmente con Santiago...

__ Eso no se va a poder en estos momentos está de luna de miel. Y pidió que nadie lo molestará. Exacto si usted firmaba y se le fuera entregada la niña...

Paola se sentía entre la espada y la pared. No quería perder todo lo que le costó mucho conseguir, pero tampoco quería perder a su hija...

__ Le daré hasta mañana al medio día, para que pueda pensar con más claridad en lo que quiere hacer, si no a firmado estos documentos, la niña será enviada a un orfanato fuera del país. _ Dijo Marcos, caminando a la puerta.

Cuando estaba por salir, Marcos se detuvo. Sin voltear a ver a Paola, Marcos volvió hablar...

_ No intente escapar de esta habitación, hay dos hombres que estarán cuidando la salida, y si comete un error, la que pagará las consecuencias será su hija...

__ ¡¡¡LARGATE, IMBÉCIL!!!...

Paola estaba realmente furiosa, si hubiera tenido algo cerca se lo hubiera arrojado a Marcos.

Marcos salió de la habitación, dándoles instrucciones a los dos hombres fuera de la habitación de Paola. Los dos hombres estaban muy bien entrenados, no podían permitir que Paola saliera de la habitación hasta que él regresará.