Herederos

Samanta se quedó quieta, su rostro iba perdiendo color poco a poco, no reaccionaba, hasta que perdió fuerza en las piernas y se dejó caer. Dereck de inmediato la tomó en sus brazos, le hablaba, pero ella estaba perdida.

- Samanta, Samanta - desesperados Dereck y Dayanna le llamaban

- Mamá - le dijo Dayanna suave al oído - reacciona por favor - al escuchar la voz de su hija que le llamaba entre llanto, reaccionó

- Tengo que irme, iré por mis cosas y me voy al aeropuerto - se levantó de golpe, iba a salir corriendo, pero la detienen sus hijos

- Espera - le dice Dereck

- No puedo esperar!! - les respondía gritando

- Tengo un Jet, podemos llevarte - le decía Dayanna - será más rápido que una aerolínea convencional -

Samanta asiente, con ayuda de Dereck se va por sus cosas mientras Dayanna hace llamadas para preparar todo, habla con la encargada de su universidad explicando la situación, ella comprende y la deja irse

- Avisarás a tu universidad? - le pregunta a Dereck

- Ya lo hice por mensajes, no te preocupes-

En cuanto salen ya los espera Dayanna en una camioneta que los llevará al hangar privado en el aeropuerto. Suben, y ya estando por despegar, Samanta les pregunta

- Como es que tienes un Jet privado? -

Con una gran sonrisa le cuentan sobre ellos, lo que han vivido desde niños, que tienen dos padres y lo mucho que la han necesitado

- También han tenido una vida difícil, lo siento mis niños -

- Lo importante es que te encontramos mamá - responde Dayanna

- Y no nos separaremos - completó Dereck

- Los quiero, siempre lo he hecho, y aunque con el tiempo ya no los recordaba igual, siempre han estado en mis sueños, por cierto, quienes son Celine y Helión?, desde hace varios años esos nombres los tengo presentes al despertar? -

Dereck y Dayanna esbozan una gran sonrisa, si necesitaban más pruebas, ya las tenían, solo su madre puede soñar con sus compañeros

- Mamá, que tanto crees en vampiros y hombres lobo? - pregunta Dereck

- En estos momentos creeré hasta en extraterrestres y duendes - responde Samanta cansada

- Y elfos, no olvides los elfos - Samanta los mira horrorizada, ellos no dejan su sonrisa

Despacio le cuentan sobre quienes son realmente, sobre quienes son sus padres, quienes son Celine y Helión, y sobre sus familiares.

- Bueno, lo de los lobos ya lo imaginaba, pero también vampiros?, es asombroso, puedo verlos? -

- A nuestros compañeros? - pregunta Dereck

- No creo que sea un buen lugar para mostrarlos - dice Dayanna

- No! - les responde Samanta - a ustedes, como vampiros -

Dayanna y Dereck cierran los ojos, abriéndolos y mostrando el color rojo en ellos, así mismo hacen crecer sus colmillos, mostrando todo esto a su madre

- Wow - dice Samanta - a la abuela le hubiera encantado verlos, ella - se detiene recordando el porqué del viaje - ella cree tanto en seres sobrenaturales - completa cabizbaja - falta mucho para llegar? -

- Preguntaré - Dereck se levanta dirigiéndose a la cabina, Dayanna toma la mano de Samanta, le hace saber que ya no está sola

- Sabes - dice Samanta - cuando tenía 16 años volví a ver a mi padre - apretó el agarre de las manos - estaba en problemas, tal parece que en unos muy graves, fue a casa de la abuela a pedir dinero, y ella lo corrió, cuando estaba saliendo nos vimos, me reconoció e intentó llevarme con él, decía que conmigo podría saldar sus deudas, la abuela me defendió, lo golpeó con la escoba - esbozo una sonrisa - gritó tanto y tan fuerte que los vecinos salieron y al sentir la presión mi padre se fue, no me dejó salir por cuatro días, ambas teníamos miedo que mi padre me secuestrara, al cuarto día lo encontraron muerto muy cerca de la escuela dónde yo asistía - Dayanna estaba de nuevo con lágrimas que ya corrían por sus mejillas, Samanta de inmediato las limpió - te lo platico para que comprendas mejor lo importante que es la abuela para mí, aparte que jamás se lo he dicho a nadie, no te pongas triste hija -

- Has pasado por mucho, mamá -

- Al igual que ustedes - con un suspiro, continúa - desde ese día me prepare para cualquier cosa, empecé a trabajar, tomaba clases de defensa personal, después boxeo, ahora empiezo con artes marciales, ya se los dije, no permitiré que algún otro monstruo me lastime -

- Y nosotros no permitiremos que siquiera se te acerquen - decía Dereck mientras se sentaba a su lado y la abrazaba por la espalda - arrancaremos la cabeza de cualquiera que intente hacerte daño, cierto Dayanna? -

- Muy cierto Dereck - le responde con una siniestra sonrisa, Samanta solo traga saliva, no puede negar que sus hijos son escalofriantes

- Y, cuánto falta? -

- Una hora más o menos -

Samanta asiente, se recuesta en el pecho de Dereck y cierra los ojos, han pasado tantas cosas en tan poco tiempo, que se siente exhausta.

Al llegar ya los esperaba otra camioneta que de inmediato los llevó a la casa de Samanta

- Que mala suerte vivir tan lejos del aeropuerto - decía Samanta nerviosa, subía y bajaba la pierna muy rápido, Dereck la toma para que pare.

- Tranquila, todo estará bien, dime mamá, cuántos años tienes? -

- 22, y ustedes? -

- Los mismos, cuando es tu cumpleaños?- pregunta Dayanna

- El 9 de octubre -

- Igual que nosotros - responden Dereck y Dayanna al mismo tiempo

- Es genial, jamás olvidaré tu cumpleaños- le dice Dereck bromeando, pero solo saca una sonrisa fingida de su madre, la abraza y ella de inmediato lo toma de la cintura

- Me siento tan bien con ustedes - le dice despacio a Dereck - siempre han sido mi fortaleza, gracias por estar aquí conmigo - el chico abraza con más fuerza a su madre

- No tienes nada que agradecer, de ahora en adelante enfrentaremos todo juntos -

Samanta asiente, se pega más al cuerpo de su hijo, el calor que siente de él la reconforta.

Al llegar se percatan de varia gente en las afueras de la casa

- No, no - Samanta se baja corriendo sin dejar que la camioneta se detenga por completo - tía, tía!! - entra gritando, pero solo caminó unos pasos y ahí la ve, a su abuela recostada, pálida, dentro de un ataúd - no, no - sus piernas le fallan, se deja caer al suelo

- Samanta - era su tía, la única que no se casó, quien vivía con su madre y Samanta - mi niña - se acercó y la abrazó - en cuanto te fuiste ella cayó en cama, dijo que si debía irse lo haría cuando tú no la vieras, ella estaba enferma, tú lo sabías -

- Por qué no me dejó despedirme de ella?, tenía muchas cosas que decirle -

- Ninguna que ella no supiera, tenlo por seguro, solo no quería darte más sufrimiento - estuvieron en ese lugar un buen rato, hablando de lo maravilloso que era compartir su día a día con la abuela, que ella siempre les dijo que morir era el paso más lindo de la vida, quien sufría era quien se quedará, porque en el cielo había una fiesta

- Ella nos guardará un lugar a su lado, lo recuerdas? - le dice la tía, Samanta asiente

- Y que si llegamos muy pronto nos regresará, será difícil seguir sin ella -

- Es extraño, en sus últimas palabras me dijo que estaba feliz por ti, que por fin encontraste lo que tanto te hacía falta, que se iba tranquila sabiendo que te dejaba en buenas manos, a qué se refería? -

Samanta voltea, viendo a sus hijos parados cerca de la puerta, su corazón empieza a latir fuerte en su pecho, su abuela tiene razón, encontró lo que tanto ha añorado, lo que le hacía falta...