A Rey Muerto, Rey Puesto

Después de revisar por última vez a la señora, Alexis y Rafael, regresaron al palacio, al llegar fueron directamente a ver al rey, cuando entraron a la oficina, lo encontraron tirado en el suelo al parecer muy agitado y a Daniel y los otros dos, parados al lado de este riéndose.

- Padre, que te paso.

- Ay… lo que pasa… es que ya no estoy en edad… de estar corriendo como un niño… Daniel, Keizer y Drake, tienen mucha energía.

- Ah, padre, te dije que los cuidaras, no qué te pusieras a jugar con ellos, ya no tienes edad, además apuesto a que ni siquiera hiciste algo de trabajo.

- Disculpa, pero… ¿Me dijiste viejo?, soy tu padre muchachito y merezco respeto, todavía te puedo castigar, además de que todavía tengo la fuerza de un tigre.

- Sí claro y te cansaste jugando con un niño y dos pequeños animalitos, entre ellos un cachorro de tigre (lo dijo en un susurro).

- ¿Dijiste algo?.

- No, no dije nada.

- En cuanto al trabajo, no tengo mucho que hacer, ya que tú me ayudas, además ya falta poco para que te entregue el trono.

- Ya veo, pues entonces ya te tengo más trabajo, aún no te lo había dicho porque necesitaba pruebas, pero con ayuda de Rafael ya las conseguí.

- Sobre que es.

- Siéntate, qué no quiero que te vayas a desmayar, como siempre.

- Vaya, al menos si lo hago, estaré sentado (con una sonrisa).

- Pues bien, verás, hace unas semanas atrás, he estado buscando un local para abrir un consultorio médico.

- ¿Un consultorio médico?, pero, para qué.

- Para atender a las personas del pueblo, verás, gracias a que leí algunos libros sobre eso y además de mi habilidad, digamos que ahora soy médico, pero tú le ordenaste al duque Soto qué le pagara al médico de las afueras para que atienda a las personas del pueblo, pero ambos le están robando a la corona, así que yo creo que merecen un castigo, ¿no crees?.

- Tienes razón hijo, pero hay algo más, ¿verdad?.

- Sí, es Esteban, ya está haciendo de las suyas, verás, mande a Rafael a que los vigilara y descubrió que la princesita me quiere drogar, para meterse en mi cama y así obligarme a casarme con ella.

- Vaya, pero ¿Esteban está de acuerdo?.

- Si, así después de casados encontraría el momento para matarme y Esteban se quedaría con el trono, ya que sería tu único hijo.

- Sí, pero también sabe que jamás permitiría eso.

- Pues entonces ambos estamos en su lista.

- Quisiera no creerlo, pero es Esteban del que estamos hablando, y cuando planean hacerlo.

- Pues tú que crees.

- No puedo creerlo, es para tu cumpleaños, ¿verdad?.

- Sí, ya falta solo dos meses para eso, y planean hacerlo ahí.

- Pues entonces ese día caerán, será mi hijo, pero no ha demostrado ser lo suficientemente apto, ni siquiera para ocupar el puesto de archiduque.

- Bueno, entonces ya sabes, necesito de tu ayuda, de todas maneras todavía eres el rey, prepararé todo, además tengo a alguien en mente para que sea mi acompañante ese día.

- ¿Ah si?, pues espero que esa sea la mujer que será tu esposa, ya quiero que asientes cabeza.

- No empieces, ya veremos que pasa.

- Yo creo que ella si es la indicada.

- Eso lo veremos, pero no te puedo negar que me atrae, pero no sé si eso se convierta en algo más.

Rosela, por otra parte, al llegar a la mansión, decidió meterse a bañar, para refrescarse un poco, mientras que Laura le subía el almuerzo.

- Vaya día, estoy cansada, lástima que hoy no tuve la suerte de ver a mi príncipe.

- Señorita, aquí está su almuerzo.

- Gracias Laura, puedes retirarte.

- Con permiso señorita.

Después de que Rosela terminara de almorzar bajó hasta la sala, y encontró a su supuesta familia en compañía del prometido de Katrina.

- Buenas tardes.

- Vaya, Rosela, pensé que no estabas.

- Así es duque, no estaba, pero como ve, ya estoy de regreso.

- Rosela, no seas maleducada y saluda al joven Alexander.

- Creo que él debería de hacerlo primero, después de todo, es un caballero ¿no?.

- Disculpe señorita, buenas tardes (reverencia)

- Buenas tardes, señor.

- (¡Qué insolente!, pedirme que yo la salude primero, pero es muy bonita, se ve diferente a como cuando la conocí, es más bonita que su hermana, ella va a ser mía, quizás y la convierta en mi amante).

- (Imbécil, con solo mirar tu cara, sé lo que estás pensando, pero sigue soñando).

Ya al atardecer, el prometido de Katrina se fue, pero no había dejado de mirar a Rosela, después de cenar y estando en su habitación Rosela recordó al doctor, aún no podía dejar de pensar en él, sobre todo por sus ojos, al amanecer Rosela decidió salir a ver a la señora que ayudó, Alexis, por otra parte, decidió salir, pues ayer por la noche Rafael le entregó el informe sobre Rosela, Alexis le había pedido que lo hiciera.

- (Vaya, ignorada por sus padres y viviendo encerrada, pero ahora no parece que le guste estar encerrada).

- Príncipe, a donde vamos ahora.

- Vamos a buscar a la chica del otro día, a Rosela.

- Ya veo.

Unos minutos después Rosela vio a lo lejos a Alexis, así que pensó en acercarse a saludarlo.

- Buenos días, Alexis.

- Buenos días, señorita Rosela, le presento a Rafael, mi amigo.

- Buenos días, señorita.

- Buenos días, caballero.

- Creo que solo puedes decirme Rosela.

- Bien, entonces Rosela, me alegra verte.

- Igualmente.

- ¿A dónde te dirigías?.

- A verla, quería invitarla a salir, espero no le parezca atrevido de mi parte.

- Claro que no, me encantaría, pero antes, vamos a otro lugar, quiero ver a alguien.

- Está bien, vamos.

Rosela llevó a Alexis hasta el consultorio médico, al llegar Alexis sorprendió un poco, pero lo disimuló.

- Ya llegamos, espero que esté el doctor, quiero ver a alguien que está aquí.

- ¿Algún familiar enfermo?.

- No, solo alguien que conozco.

- Ya veo.

- (Parece nervioso), entonces vamos o prefiere esperar aquí.

- Prefiero esperarla.

- Entonces, ya vuelvo.

Después de que Rosela saliera, encontró a Alexis esperándola, esta le dijo que el doctor no estaba, pero que si pudo ver a la persona que quería ver, así que decidieron ir a pasear, ambos se la pasaron muy bien, para Alexis ella era una chica única, diferente a las mujeres de esa época, mientras que para Rosela él era un chico muy especial, no se parecía en nada a como lo describían en el libro, cuando lo conoció si parecía ser el Alexis qué ella recordaba, frío, pero ahora parece otro y a ella le gustaba, solo esperaba que pudieran llevarse bien, realmente le gustaría.

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Hola, aquí les traigo otro capítulo, espero les guste, gracias por sus comentarios y por su apoyo💖💖