Son tantas las lágrimas que he derramado en mi vida, que mi corazón se volvió de piedra. No me juzguen, soy Marina y ésta es mi historia.
NovelToon tiene autorización de Carmen Zambrano Fernández para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
El Monstruo
--Ay....no me digas José que a papá le pasan cosas peores?
--Que fue de la madre de sus hijos?
--Ahora que estaba solo fue a ver a sus padres?
--No Marina, él me dijo que era tanta su vergüenza que no podría mirarlos a la cara.
--Habían tenido la razón en todo, pero su terquedad y obsesión fue más grande.
--Y que más le pudo pasar a mi viejito?
--Sabes no quiero escucharte más, deja que tome un vaso de agua, todo ésto me tiene mal.
--Tu decides Marina, no puedo obligarte, es tu decisión.
Me tomé las manos nerviosamente, tenía miedo a lo que me seguiría relatando.
--Ests bien sígueme contando....
Raymundo...
Tenía hora con el siquiatra, viajamos solo los dos.
Siempre traté de conversar con él, pero era un niño tan especial. De pocas palabras.
--Quiero que le cuentes todo al doctor que te verá. --No te guardes nada hijo.
--Si estás molesto con nosotros, tu madre y yo, dile.
--Papá ahora estoy contento, vamos juntos sin que la "deforme" nos moleste.
--Maximiliano, no llames así a tu hermana, ella se llama Marina.
Se calló y no me habló más.
En la consulta del psiquiatra infantil, nos hicieron pasar ambos, conversamos trivialidades y luego el doctor me pidió salir, estuvo casi una hora con él. Luego invitó a Maxi a entrar a una sala de juegos para niños.
Era mi turno con el Psiquiatra
No estaba preparado para todas las preguntas, que me hizo, fueron muchas, la conversación se basó en la familia y la relaciones nuestras. Luego me informó el doctor.
--Maximiliano era una bomba de tiempo.
--Doctor Silas, me extraña que usted practicando la medicina no haya notado los rasgos físicos y mentales de su hijo?
Su hijo sufrió Espectro alcohólico fetal. Se puede ver fácilmente por los rasgos faciales.
--Es un niño que vive con demonios internos.
--Presenta un bajo rango de sensibilidad y cero empatía. Con una gran tendencia a la violencia, él goza viendo el dolor de otras personas.
--Habría que hacer exámenes para diagnosticarlo, pero su hijo .....yo diría que en él hay un alto componente genético, en su violencia.
-- El odia a su hermana y a su madre, la responsabiliza de todo. --Usted representa para él una figura de autoridad, hasta cierto punto es bueno y a la vez malo.
--Trataremos de aprovechar este tiempo en que su ex esposa no estará presente. Para trabajar en sus emociones. Será mejor que ésta terapia sea sin ella.
Quedé devastado, como pude ser tan negligente, que mal Padre y que pésimo doctor soy.
No era digno de practicar la medicina.
Seguramente vió la expresión de mi rostro.
--No se culpe colega, a veces somos tan profesionales que ignoramos lo que sucede a nuestro alrededor.
--Casi tiene once años doctor Silas, aún es tiempo de trabajar con él, le sugiero cambios drásticos en la vida del pequeño. También apoyaremos esta reinserción familiar con medicamentos que serán suministrados por usted.
Hablamos casi media hora más
Cuando iba saliendo, me dijo...
--Doctor Silas, no lo deje solo con su hija, es muy pronto aún para que se cree un lazo emocional entre ambos .
--Gracias así lo haré.
Salí de la consulta totalmente apesadumbrado, tenía control en un mes más.
Me habló bastante más en nuestro viaje de vuelta.
Me sentía fatal, había fallado como padre, en los primeros años cuando Maximiliano era el único, yo estaba presente en su vida, pero la llegada de Marina, hizo que todo se me trastocara.
Asumí una paternidad y maternidad al cien por ciento con mi pequeña, y descuidé a Maxi, sabía que su madre no lo soportaba y aún así, no me preocupé como debía haberlo hecho.
Todo estaba mal en mi vida.
Y debía mejorar, mis hijos dependían de mí.
Tendría que hacer drásticos cambios en nuestra vida familiar.
Primero que todo renuncié a mi trabajo de doctor, digan lo que digan, no podía seguir ejerciendo, no ví en mi propio hijo sus problemas, no me sentía capacitado de ayudar al prójimo.
Decidí cambiar de domicilio y mudarnos por un tiempo a la capital, quería que Maximiliano recibiera una terapia total, con un terapeuta, sicólogo infantil, a parte de su psiquiatra
Tenía la convicción que mi hijo podía mejorar.
Me tomé ese año sin trabajar, se lo debía a Maxi y a nuestra familia.
Mi pequeña Marina seguía como siempre tenía siete años pero con una mentalidad de un niña de tres, nunca lloraba, solo sonreía dulcemente y siempre quería que la tomara en brazos, era como una plumita, tan pequeña y delicada.
El año pasó volando, lo mejor es que yo veía cambios positivos en mi hijo. Sin embargo seguía sin querer relacionarse con su hermanita
Pero la salud de mi niña había empeorado. La epilepsia había vuelto.
Entre tanta terapia, finalmente Maxi le contó a su sicóloga porque no quería a Marina.
--Lo lamento por lo que voy a decirle, en mi profesión veo a diario a niños con problemas de conducta, su hijo es un niño con graves problemas de relacionarse, él tiende a la violencia. Pero hoy se abrió a contarme un secreto, que no creo que usted sepa.
Se que lo que dice es verdad, lo analicé y puedo confirmar que no está mintiendo.
--Señor Silas, Maximiliano es muy inteligente demasiado, con un C.I. sobre el normal.
--Hace años atrás, él escuchó a su madre conversar con una amiga donde le confesaba que la pequeña no es hija suya, él tenía alrededor de cinco años. En esos años no pudo procesar la información, pero finalmente comprendió y eso lo llenó de rabia.
--Ese es el motivo por el que odia a su madre y por ende a su hermana, yo traté de explicarle que a veces los lazos de sangre no son tan importantes, como lo son los del cariño y el amor.
--Pero él no acepta esa situación.
--Seguire intentando comunicarme con él, pero no es fácil, lo lamento. Espero que ésta información ayude en la recuperación de Maximiliano.
Ahora sí estaba destruido, como hombre, como padre. Todo este tiempo cuidando una pequeña que no es mi hija, pero a la que quiero con el alma, las cosas de la vida.
Porqué a ningún padre le gusta reconocer que uno tiene hijos favoritos. Pero mi mente decía los amo a ambos por igual, pero uno no manda en el corazón.
Que jugada tan sucia la de ésta mujer, me vió la cara de estúpido todos ésto años, y arruinó en parte la vida de mi hijo.
Todos estos años engañado por una puta. A la que yo elegí por esposa
Debería dejarla en la calle. Y que siga trabajando en lo que le gusta.
Pero el gran culpable solo soy yo.
Que no escuché a mis padres y dejé a la mejor mujer, Daniela, que diferente hubiera sido todo, ella a pesar de ser una profesional hubiera criado a nuestros hijos con tanto amor.
Pero mi triste vida debía continuar. La salud de Marina no mejoraba, los ataques epilépticos se habían intensificado
Ese día tenía que comprar los medicamentos para ella, no podía interrumpir su tratamiento.
Dejé a cargo la persona que me ayudaba con Marina, era una mujer mayor la señora Isabel, ella tenía mucha paciencia con mi hija. Demoré mucho más de lo que tenía planeado,no estaban los medicamentos y tuve que ir a dos farmacias más.
Cuando llegue estaba todo en silencio, con las luces apagadas.
Algo en mi corazón me dijo que estaba todo mal. Fuí corriendo a la pieza de mi hija estaba acostada y vuelta hacia la pared, tapada.
La toque, estaba fría, la di vuelta y sus bellos ojos verdes estaban abiertos. Supe de inmediato que no había vida en ellos, comencé a hacerle reanimación, no me daba cuenta que gritaba llamándola y llorando a la vez.
Estuve como quince minutos así, la di vuelta y había mucha sangre.
Estaba maldito.
Mi hija amada había muerto asesinada por las manos de su hermano
Lo peor había sucedido
Cuando acepté que no despertaría mas..
Tomé a mi niña hermosa en mis brazos y me senté en la mecedora cantando sus canciones favoritas.
Lloraba y lloraba por mis dos hijos perdidos.
Ya no tenía porqué vivir.
Maximiliano entró a la pieza y me dijo.
--Ahora solo seremos solo los dos.
Traté de mantener la calma
--Que hiciste?
Mataste a tu hermana.
--Ella no es mi hermana, nunca lo fue, solo era una cosa que no hablaba, solo respiraba ahora tendrás todo el tiempo para mí .
Lo escuchaba, era mi hijo, el pequeño al que yo mudaba de bebé, al que acariciaba y al que enseñe a dar sus primeros pasos....... era un monstruo.
No respondí nada. Para que?
La acomodé en la cama, como cada noche lo hacía, solo que hoy no habría beso de buenas noches, de su parte, solo yo la besé.
Bajé a llamar a la policía y a la ambulancia.
--Para que llamas a la policía? ella se cayó de la cama
--Y quien la acuchilló?
--Donde está la señora Isabel?
--No sé, nunca la ví.
--Yo cuando entré ella estaba botada , la levanté y la coloque en la cama.
Hablaba con tal convicción
Volví a la habitación de mi hija, eran los últimos momentos que estaríamos juntos.
Dejé abierta la puerta de entrada.
Isabel estaba encerrada en el sótano de la casa, él la llevó con engaños para abajo, la empujó y ella se calló, la pobre mujer fue hospitalizada con diversas fracturas en su cuerpo.
La investigación policial reveló qué Maximiliano le dió doce puñaladas, una por cada año de su vida. Había planeado todo, como su psiquiatra lo había previsto, no pudo superar el odio hacia su hermana.
Maximiliano fue trasladado a un hospital para enfermos psiquiátricos, quedó recluido en el ala infantil.
El juez lo condenó a diez años, hasta que cumpliera veintiun años
De ahí cada año se revisará su condición mental. Solo saldría, en caso que los médicos así lo decidieran, y por lo visto viviría ahí para siempre.
José interrumpió el relato, los sollozos de Marina eran muy fuertes, él iba relatando y sin darse cuenta...
Él también lloraba, le debía tanto a ese hombre y de solo pensar en todo lo que había sufrido.
Es cierto cada uno llevaba su dolor por dentro, pero Don Raymundo....
José recordaba el rostro de su padre muerto y Marina, el dolor a diario que vivía con su madre.
Que caprichosa era la vida....
José tomó la mano de Marina y se la apretó, ambos unieron su dolor.
Las lágrimas caían solas. En apoyo a un hombre que a ambos les dió tanto amor