La Pianista

Capítulo 24

Jacob iba furioso todo el camino iba serio, y se enojaba aún más por la actitud distante de su esposa. Ella pensaba en Nicolas, en unas horas él le hizo sentir emociones que pensaba ya no volvería a experimentar, alegría, seguridad y sobre todo paz. Un sentimiento tan cálido como cuando estás con las personas que te quieren, era bonito pisar el cielo. Ella no tenía miedo de lo que hiciera su esposo, esperaba que por propia voluntad la dejará irse. Llegaron la villa y Jacob la toma del brazo y la lleva hasta la habitación.

-suéltame me lastimas

-Quien es ese idiota? De donde lo conoces? Y no me salgas con la estupidez que es la primera vez que se ven.

-Si es la primera vez que nos vemos y el salvo mi vida.

-Y al parecer lo gratificaste, te acostaste con él?

-por quien me tomas, además el jamás se me insinuó.

-No me quieras ver la cara Alejandra, no soy un idiota que puedas manejar a tu antojo. Quítate la ropa.

-No! Él no me toco. No todos somos tan descarados como tú y tu querida Marissa.

-de qué hablas, ella no significa nada para mí.

-qué curioso, por eso dejaste que se colgara de tu cuello y te besara cerca de la boca. El mundo se ha vuelto loco.

-Eres una inmadura, no quieras expiar tu culpa conmigo. Por qué te largaste de la fiesta solo me humillaste.

-Yo no quiero estar contigo, quiero divorciarme y tener una vida normal lejos de ti. No soy adecuada para ti no lo puedes entender.

-Jamas vas a dejarme, simplemente no lo permitiré. Eres mía te guste o no.

-Solo por 3 años no lo olvides.

-La acta de matrimonio no tiene vencimiento querida. Te vas a desvestir por las buenas o por las malas.

-Que te pasa estás loco, suéltame.

Jacob estaba lleno de celos. Apretó fuertemente a Alejandra y la besó, la besó con tanta euforia que se perdía el aliento de ella.

-Por que quieres dejarme? Yo te amo. Dímelo quieres que renuncie a todo y tengamos una vida normal?

Alejandra al escuchar las palabras de su esposo, se desarmó. Ella no era maliciosa, ella creía en las personas. Era ingenua.

-No! No tienes que hacer eso. Esta siempre a sido tu vida. No te aferres a mi.

-Me amas? Contesta por favor.

-No quiero dejarte porque no tenga sentimientos por ti. Quiero dejarte porque no encajo en tu mundo y jamás voy a dejar de ser una simple pianista que ama la música, para convertirme en la mujer que tú necesitas. Tú tampoco vas a dejar de ser el CEO de la empresa familiar, naciste para ello.

Jacob volvió a enfurecer.

-No te vas a ir nunca. Prepara tus cosas regresamos a Madrid.

Jacob le pidió a Su asistente que investigara a Nicolás quería saber todo de él y también que estuviera vigilándolo no lo quería cerca de su esposa.

-señor y el cuadro que trajo su esposa también lo llevaremos o me deshago de el.

-No, lo llevaré. Quiero ver que es. Qué tal si es una pintura sobre mi esposa, no puede andar rodando ahí por el mundo. En cuanto a mi esposa contrata más escoltas de ahora en adelante quiero ojos sobre ella todo el tiempo. Y si se acerca Nicolas a ella la encerraré para siempre en la casa.

-Como usted ordené señor.

En eso sonó su celular y era su padre. Le llamaba para persuadirlo sobre su divorcio. Ya que habían publicado su matrimonio en el periódico, por el momento debería seguir casado para evitar escándalos.

-Eso no está a discusión padre, seguiré casado de por vida.

-Ya no discutiré más contigo, se te pasará el capricho y veremos. Cuídate hijo.

Él amaba a esa mujer, debía seguir luchando por ella. Pensó que tener un hijo fortalecerá su vínculo.

Alejandra mientras pensaba que hacer, si quería a su esposo. Pero se quería más a ella, quería ser libre.

Ambos volvieron a Madrid y durante el vuelo todos veían la tensión en la pareja. Alejandra iba dormida y Jacob trabajando junto a su asistente, de ida iban acaramelados y de regreso venían distanciados.