Antes de morir se queda totalmente enamorada del personaje principal de la portada de un juego otome, que nunca logró terminar ya que murió. Terminó reencarnando en Vela Bretcot.
Acompañenme a ver esta divertida historia, ¡Será cortita y divertida!.
Esta historia es básicamente lo mismo que la primera versión, sólo que por distraída borré accidentalmente el otro y no me permite publicar, así que, ¡Abrí otro!, ¡Continúen leyendo LO QUIERO A ÉL!
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REGALOS
Sofía dejó a su alumno de un día Brus y regresaba a su habitación tranquilamente, en la oscuridad de uno de los jardines Felicia apareció delante suyo.
«saludos..., futura emperatriz»
«Felicia Grimley, ¿A que debo este encuentro?»
Felicia sonrío con malicia.
«¿Acaso esta fingiendo ser buena con esa plebeya?, ¿Porque le permite llamarla por su nombre? No puedo imaginar más motivo que la venganza para presentarla como su amiga»
Sofía apretó los puños y dio una falsa sonrisa.
«no la entiendo señorita Felicia, Vela si es amiga mía y por esa razón le permito llamarme por mi nombre»
Sofía siguió caminando tratando de ignorar a Felicia.
«usted ama al príncipe Eduar, no... puedo imaginar que sea tan buena como para aceptar tan fácilmente que una plebeya sea la novia de su amor platónico»
Sofía rechino los dientes.
«ja, es verdad..., mi corazón se hace trizas cada vez que los veo juntos, sin embargo se equivoca señorita Felicia»
Sofía se acercó amenazante a la pequeña Felicia. Susurró macabramente en su oído.
«Vela es una buena mujer a la cual si consideró una amiga irremplazable, si se mete con ella me asegurare de hacerla sufrir el triple»
Siguió caminando hacia su habitación mientras decía una última cosa.
«si no me creé, pregunté que paso con las chicas del club de belleza»
***
Al día siguiente Eduar en verdad se fue, le insistí en que me dijera que estaba planeando. Sólo me dijo "tu solo debes preocuparte por estudiar por ahora".
«¿Porque no me dice?» [podría tratar de ayudarlo...]
Caminando por el pasillo hacia mi salón de clases...
«ouch»
Pero me volví a chocar con la muchacha de bufanda roja.
«¿Porque siempre ando topándome contigo de ésta manera?...es molestó, sabes»
«tu eres la molesta»
«mm?»
Levanté mi cabeza, pero ella ya no estaba.
[¿Desapareció?, ¿Despertó de mal humor o que?]
«¿Que haces ahí en el suelo?»
«¿Eh?»
Miré hacia atrás y vi a Ryan con algunas benditas en el cara y brazos.
«jajaja...»
Me tape la boca de inmediato con las manos. No pude evitar reír al verlo, ¿De verdad lo golpee tanto?, no recuerdo, pero ahora mismo lo compare con un amigo mío en el otro mundo, al practicar con patines él se lastimó con pequeñas heridas a tal punto que uso unas 47 benditas en todo el cuerpo, cuando llegamos a mi casa descansar se durmió por el cansancio a tal punto que no se dio cuenta cuando le pinte toda la cara con un marcador negro y rojo.
«lo siento, me hiciste recordar a algo muy gracioso en el pasado»
«...»
Me levanté del suelo, me había olvidado por completo de Lía. Ryan sólo cruzó por mi lado.
«camina de una vez»
«si» [si se duerme pobre escribir con la tinta negra?, aquí no hay marcadores después de todo]
Estaba caminando por detrás suyo en silencio divagando en mis recuerdos hasta que oí su voz una vez más.
«¿De que te acordaste?»
«¿Que?»
«dijiste que te acordaste de algo cuando me viste así»
«...¿Eh?»
Lo mire atónita, ¿Desde cuando este tipo esta interesado en eso?, siempre me ve como el patito feo que no debería estar en una clase de nobles, busque si en mi salón había algún otro plebeyo, pero no había, básicamente estaba estudiando en medió de príncipes, hijos de Duques, hijos de Marqueses e hijos de Condes.
Siendo sincera no me importó saber el por que de ello, mientras tenga un estudió superior podré conseguir un trabajo mejor, eso era lo que me importaba.
Ryan seguía esperando a que le contesté, me aclaré la garganta.
«cof, verá joven Ryan...»
«Ryan»
«¿Mm?»
«puedes llamarme por mi nombre»
«¿Qué?» [¡¿Amaneció con fiebre o algo así?!]
«¿Porque esa cara?»
«¿Porque esta tan amable del día de hoy?»
«¿Ah?»
«¿Los golpes que le di ayer ablandaron su corazón tan superficial?»
«¿De que demonios estás hablando?»
«sólo digo...»
Fui interrumpida por un "buenos días joven Ryan" de la protagonista Miley.
Ryan la miró y se inclinó ligeramente.
«buenos días señorita Miley»
Miley me miró con una sonrisa ligera, incluso cuando sonríe así está mujer me da miedo.
«buenos días señorita Vela»
«b-buenos días señorita Miley»
Sin darme cuenta me escondí detrás de Ryan, era como "agarralo a él y déjame".
«oye ¿Porque te escondes?»
«me dio ganas de esconderme así que déjame»
«¿A quién le da ganas de esconderse detrás de una persona?»
«a mí, de verdad me dio unas ganas enormes»
«déjate de juegos»
«no estoy jugando»
«vaya, vaya...»
Trague saliva, el "vaya, vaya" de Miley, era helado, me sentí en la cima del heberest, nunca eh escalado hasta ahí, pero me imaginó que así de helado y frío se debe sentir.
Junto sus manos en un sólo aplauso y seguía con esa dulce sonrisa en su cara.
«es bueno ver que el joven Ryan se lleva bien con la señorita Vela»
«¿S-sí?»
El docente ya estaba cruzando la puerta, si el cruzaba detrás de él ya nadie entraba. Agarre de los hombros a Ryan y lo apure.
«rápido, rápido, el profesor esta con un pie en el salón»
«es cierto»
Corrimos y Miley nos siguió.
***
El profesor estaba empezando a escribir con tiza en la pizarra mientras yo respiraba aliviada de haber podido entrar a tiempo, está era la primera vez que no llegó temprano.
[¿Es porque me crucé con mucha gente en el camino de hoy o será por que me levanté tarde?]
«señorita Vela, lea la página 78 del libro»
«si profesor»
Me levanté y empecé a leer.
***
Al término de clases David me invito a la cafetería para invitarme una cena por mi cumpleaños.
«¿Cómo lo supiste?»
«es fácil para mi, sólo debía preguntar al director»
«beneficios de ser el príncipe heredero huh»
«puede ser»
Disfruté mucho de la cena, nos reímos y nadie fastidió felizmente, Sofía nos alcanzó y sentó con nosotros. Los tres estábamos hablando y comiendo tranquilamente.
Al final David me dio como regaló un peluche. Mis ojos brillaron ¡Un peluche!, se que puede parecer simple, pero hasta ahora nadie me dio uno y mi padre y hermano no tenían el dinero para comprar uno. Estos peluches costaban una fortuna.
«¡Lo cuidaré mucho!»
Le dije a David muy emocionada, me acaricio la cabeza.
«me alegro que te haya gustado, estaba indeciso, el peluche parecía infantil»
«es verdad, pero como soy pobre nunca tuve uno cuesta mucho, pero estoy felíz con tener uno aunque ya posea 16 años»
«es bueno oírlo»
Sofía me dio una cajita roja.
«este es mi regaló, felizmente lo terminé a tiempo»
«¿Lo hiciste tu misma?»
«no, yo no soy buena creando cosas, lo sabes mejor que nadie»
Recordé cuando me pidió enseñarle a tejer, fue un desastre, terminó enredada en los hilos.
«es verdad»
«pero soy buena mejorando cosas ya hechas»
Abrí la caja y vi mi collar, ese que decía "propiedad de Eduar".
«así que por eso me lo pediste, pensé que borrarias lo escrito detrás del dije»
«Eduar me mataría»