esta hermosa novela se trata de una mujer que dejó de vivir sus sueños juventud por dedicarse a sacar adelante a sus hermanos también nos muestra que que no importa la edad para conseguir el amor.
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capítulo 23
Las caricias Enrique hicieron que Victoria perdiera la razón olvidando por completo por un momento lo que él le había hecho, pero él mismo la había traído de vuelta a la realidad cuando había dicho que solo soy tuyo, pues esa palabra tuyo significaba mucho y a la vez nada.
Cuando la mujer lo empujó el hombre se había sorprendido, pero una lágrima de ella había comenzado a brotar nuevamente de sus ojos esta vez no era con ira sino con decepción.
Por más que él intentaba convencerla de que sí lo era ella sabía que lo que él estaba diciendo no era así, sabes algo me convertí en lo que nunca quise ser de un hombre tu amante y sabes qué me duele más que te sigo amando.
Él la trajo a su pecho con ternura lo siento nunca pensé que tus lágrimas me fueran a doler tanto mientras le acariciaba él ella se fue calmando y cuando se fue a dar cuenta estaba dormida.
En una de las mejores discotecas de la ciudad estaba Melisa con su amiga Dayana con una de las mejores botellas en su mesa la mujer con las piernas cruzada elegantemente y con un maquillaje perfecto que le hacía lucir como una muñeca subía una copa a sus labios y lo saboreaba tan sensual que los hombres quedaban encantados con ella.
Quedó mirando a su amiga con tanta tranquilidad que daba miedo sabes que Enrique me pidió el divorcio la chica se había ahogado con su propia saliva en serio no lo puedo creer y Por qué luces tan tranquila porque la vida me ha enseñado que no debo lucir como una desesperada más bien tengo que planear muy bien las cosas para que todo salga como yo lo digo acaso crees que le Voy a dar el divorcio sabes cuánto me costó ese matrimonio la muerte de mi prima la sobrina que más mi madre ha amado se podría decir más que a mí misma.
voy a contratar a alguien para que siga a Enrique cada paso que él dé me daré de cuenta si quieres que algo te salga bien debes hacerlo tú mismo la información que me acaba de dar no me sirve para nada.
Dayana no entendía qué más quería que hiciera su amiga había ido a tomarse un café con Diana y ella le había dicho que no conocía ninguna Victoria y la que conocía era ex de franco.
Después de ella tener unas copas de encima había llegado Arturo Pérez el hombre siempre había estado enamorado de ella y prácticamente la seguía cada paso que ella daba y no solo eso era uno de los que a diario estaba siendo competencia con Enrique.
Miro que tu esposo no te está acompañando deseas compañía ella estaba acostumbrada a esa voz seductora del hombre,pero la mayoría de las veces terminaba rechazado por ella pero esa vez no lo hizo se acercó a él con delicadeza y altivez, no me digas que yo soy tu sueño frustrado sé perfectamente que en este momento quieres tenerme debajo de ti el hombre se le acercó y ella se alejó recuerda que soy una mujer casada y si quieres ser mi amante tienes que saberlo hacer.
Dayana ella solo había mirado la escena no podía creer que su amiga ahora se conseguiría un amante, pero eso no era nuevo para ella estaba acostumbrada a que cada vez que su amiga tenía un berrinche la obligaba prácticamente a ir a una discoteca y conseguir un hombre guapo e irse a un hotel, pero eso era algo que se iría con ella la tumba o la traiciona porque era su amiga, pero tan poco lo hacía por miedo.
Al salir de la discoteca la mujer ya estaba un poco mareada y su amiga le dijo en serio vas a convertirte en la amante de El señor Pérez es un hombre demasiado peligroso y creo que es mejor que te alejes de él no es alguien en cuál puedas confiar sabes la rivalidad que tiene con tu esposo y hará cualquier cosa para destruirlo.
Hay dos cosas que tú no debes de hacer opinar la segunda cosa es callar esa boca la chica no había vuelto a decir nada cuando ella la dejó en su casa se quedó un largo rato sentado en el sofá dándose cuenta de que su amiga era un peligro.
Melisa había llegado a su casa y había caminado con pasos lentos pensando que Enrique ya había llegado,,, pero al entrar en la recámara no había nadie luego se dirigió a la habitación de invitado y tampoco estaba tomó su teléfono y le marcó, pero al otro lado de la línea nadie contestaba después de varios intentos el hombre le había contestado y ella solo había dicho te amo te extraño no puedo vivir sin ti las palabras sonaban tan convincente que el hombre se había sentido culpable.
Después de la llamada que había tenido con Melisa el hombre había decidido tomar un baño para relajarse al salir de la ducha se había dirigido nuevamente a la habitación donde victoria dormía plácidamente el hombre se quedó un largo rato observándola mientras ella dormía Lucía tan tranquila y miró que siempre la quería tener a su lado, pero era algo imposible, pues, al día siguiente la mujer se iba a ir dejándolo a él con un gran vacío por dentro.
El hombre se había acostado a su lado y la había traído hacia él con delicadeza a su lado no sabía el porqué, pero siempre que estaba a un lado de ella le daba una inmensa tranquilidad que no supo el momento en el que se había quedado dormido.
Al día siguiente el sonido de la puerta lo había despertado y él rápidamente se había levantado al salir de la habitación se había encontrado con su padre. Qué haces tan temprano en serio me estás preguntando qué hago les he venido a traer el desayuno, pero no es tan temprano qué raro que tú estás en pijama a esta hora qué hora es son las 9:50 prácticamente son las 10 en punto el hombre quedó más sorprendido miró que tener a victoria a su lado le daba una gran tranquilidad.
Se había quedado en la sala conversando con su padre mientras el hombre le servía el desayuno, pero el sonido del teléfono de Enrique había despertado a Victoria y al mirar el nombre en la pantalla decía Melissa amor la mujer sostuvo el celular con firmeza y luego salió con él en la mano en busca de Enrique se lo entregó y solo dijo te llaman.
Al mirar quién lo llamaba él decidió no contestar la llamada victoria había vuelto a entrar a la habitación y mientras se ponía su ropa con rapidez salió de la habitación nuevamente me voy sabes que tienes que desayunar lo haré en la casa de mi hermano no te irás hasta que no desayunes cuando ella giró se encontró con el padre de Enrique.
Sintiéndose un poco avergonzada bien saludado al hombre y él la acercó a ella y le regaló un cálido abrazo señorita Hernández debe ser de desayunar sabe que en su estado el desayuno es muy importante ah y por cierto el lunes en la mañana quiero que me acompañe a ver una casa para usted no necesito una casa no se lo estoy preguntando.
le estoLediciendo que tendrá una casa no por usted sino por los dos niños que lleva dentro, pues son hijos de mi hijo y merecen lo mejor a él tampoco le he preguntado si quiere comprarle una casa, sino que debe de hacerlo lo entiende, ella no supo qué decir, pero se dio de cuenta que el hombre era igual de mandón que Enrique no le gustaba que le llevarán la contraria.
Tomo asiento y desayuno lo más rápido que pudo y luego se paró no me llames ah y la casa la cual usted me está obligando ir a ver quiero que me den las llaves me la den a mí y por nada el mundo su hijo tenga una copia de ellas o si no me iré ah y por cierto ni se te ocurra pensar que me voy a convertir en tu amante.
esa frase la mujer la había dicho saliendo deprisa de aquel sitio al llegar al primer piso se dio cuenta que había demasiada gente, pues, cuando había ingrEsado casi no había tanto personal al salir del lugar en intentada parar un taxi, pero luego un carro negro se estacionó a un lado de ella y al bajar el vidrio era Andrés señor Hernández yo la llevaré a su casa
Será de que algún momento usted me dejarán en paz creo que eso no va a ser posible ahora el señor de la torre estará más pendiente de usted ahora es su prioridad a pesar de que quería gritarle al hombre se calmó y luego subió al auto en todo el camino la mujer no había dicho ni una palabra y al llegar a la casa de su hermano se había bajado y ni gracias le había dicho al hombre miró que ella estaba furiosa porque siempre era una mujer muy educada.
Cuando entró a la casa su hermano estaba sentado en el comedor y al verla llegar la había abrazado estaba muy preocupado por ti acaso el loco de ese de la torre no te hizo nada claro que no aparte de tratarme convencer que se equivocó y pedirme perdón obligarme a desayunar y a de quedarme durmiendo en su departamento que parece sacado de una película no me hizo nada.
es la primera vez que voy a llegar tarde al trabajo soy un hombre muy puntual, pero está demasiado preocupado y sabía que no me iba a concentrar sabiendo que no habías llegado victoria había corrido a su habitación Espérame que quiero ir contigo estoy demasiado estresada y quedarme en casa no me ayudará en nada la mujer se había dado un rápido baño si había puesto un vestido color azul había peinado su cabello en una cola alta y se había puesto unos zapatos.
Mientras se subía al carro le contaba a su hermano lo que le había dicho el padre de Enrique que compraría una casa para ella eso sorprendió a José claro que no aceptarás esa casa, pues, no la necesitas eso mismo dijo yo.
Está bien si lo que él quiere es comprarte una casa yo mismo iré contigo a buscarla José miró que Enrique era un hombre que diciendo que tomaba una decisión nadie se la sacaba de la mente así que era mejor el mismo cerciorarse en dónde se iba a llevar a su hermana al llegar a la empresa.
la secretaria de José le dijo señor Hernández la señora de La torre lo está esperando en la sala de espera lleva media hora ahí la mujer se encuentra un poco disgustada, el hombre había caminado con rapidez y al llegar donde estaba la mujer ella se había parado con esa elegancia y esa altivez que tenía señor Hernández no sabía que usted era de los que llegaba tarde al trabajo discúlpeme señora de la torre, pero como no sabía que usted iba a venir hoy tenía cosas importantes que hacer.
la mujer había levantado una ceja y no había dicho nada, pero luego lo quedó mirando a victoria que estaba a un lado de José ahora entiendo por qué acaba de llegar tarde lo siento señora de La torre no es lo que usted está pensando ella es victoria Hernández mi hermana.