La Ceo Del Diablo

Narradora:

Después de la Luna de miel, Salvatore y Sabrina se fueron a vivir a la casa que habían comprado para los dos, con jardín y piscina, no era como la de sus padres, ya que creían que algo inmenso no era para ellos, optaron por una mansión no tan exagerada ni ostentosa, solo con lo necesario, recibidor, salón, comedor, cocina, los dos despachos, 10 habitaciones (recamara principal, 3 recamaras más, sala de cine, Gimnasio, habitación extra, 3 habitaciones de visitas) aunque aún creían que era mucho, fue la que mejor se adapto a lo que buscaban, a si que se quedarán con esa, y ahí vivían ahora —el tiempo pasa muy rápido amor —decia Salvatore mientras subía la maleta a su auto.

—Si lo sé, pero son dos semanas, me aburrire sin ti, y te extrañaré

—Se que el trabajo te distraerá un poco

—Si lo sé, aparte creo que mi tío viene en estos días, tal vez pase a casa de mi padre para saludar

—Si, solo mantén alejado a Thiago —Thiago se sentía con la confianza de molestar a Sabrina, y a Salvatore no le gustaba, aunque nunca a tratado de hacer nada más fuera de lo normal, la respeta por qué es sobrina de su padrastro, ahora son familia y ella es casada, y el simplemente se conformo con su amistad

—Es inofensivo, anda Amor.

—Estare aquí, un día antes de nuestro primer año de casados

—Okey amor, tendre listo tu regalo entonces —se despidieron nuevamente y Salvatore se fue a Italia a ver asuntos de su organización, a pesar de ir y venir a veces, su matrimonio a funcionado bien, Sabrina también a veces sale sin el de viaje por cosas de trabajo, y a veces iban juntos a Italia a ver a los padres de Salvatore y ellos venían, la que venía más seguido era Ame con la esperanza de que le dijeran que ya sería tía, Sabrina se fue a la oficina, a ver algunas entregas que tenía para esas dos semanas.

Y a si pasaron los días siguientes, con trabajo, por las noches se llamaban los dos, pero ese día Sabrina iría a ver a su padre, y tío... Al llegar la recibió su padre con una sonrisa —hola familia —dijo al ver a Estela y Thiago también ahí, saludo a todos cordialmente

—Tienes un brillo diferente —le decía a Sabrina —estas embarazada ya

—¿Qué?, no, no lo estoy.

—Tranquila primita, sería normal, ¿no?, ya tiene que un año casados.

—Deja de decirme a si, y si, cumpliremos un año.

—Entonces existe la posibilidad —Sabrina se quedó pensando en eso, sería posible que estuviera embarazada, dejo el tema en el aire y paso la tarde con su familia, tambié estaba Monse, ya que Piero también se había ido a Italia con Salvatore

—Monse necesito que me acompañes

—No me llevan

—No Thiago, son cosas de mujeres

—Puedo ser mitad mujer si quieren —las dos reían, y al final aceptaron llevarlo

—Solo comportate por favor

—Prometido primita

—No te cansas de llamarme a si

—No, aparte si te pongo otro apodo, tu esposo seguro me da un balazo, y aún quiero vivir —Sabrina negaba divertida y fueron al centro comercial, mientras Monse se llevaba a Thiago por un helado como un niño chiquito, Sabrina aprovecho y entro a la farmacia para llevarse 3 pruebas de embarazo, las págo y guardo, para despistar, se llevó un suero y dulces, después de cenar ahí, Sabrina los fue a dejar y de ahí volvió a su casa, con los nervios a flor de piel, se hizo las 3 pruebas de embarazo y las dejo ahí sobre él lavabo, trato de concentrarse en otra cosa, pero no podía, solo necesitaba que pasaran rápido los minutos, y minutos después ya tenía las 3 pruebas en sus manos, viendo el resultado, suspiro y sonrió, después de eso, se ducho, y se fue a dormir.... Pasaban de las 4 de la mañana cuando su celular empezó a sonar con mucha insistencia, lo tomo para responder.

—¿Si? —decia con su voz adormilada

—Sabri soy Monse, salimos a un bar Thiago y yo, y balacearon

—¿Qué? —eso le quitó el sueño de golpe, están bien, les pasó algo

—Vamos llegando a tu casa, Thiago viene mal —colgo y se puso su bata, bajo a recibirlos, ordeno a sus hombres que subieran a Thiago a una habitación de huéspedes, y a si lo hicieron, Monse se ducho, y Sabrina le dió ropa, ella igual se cambió,mientras llegaba el médico, le habían disparado a Thiago, en la pierna, brazo y cerca de una costilla, por fortuna ninguna tocó nada importante, pero si perdió mucha sangre, eran ya casi las 10 de la mañana y Sabrina empezaba a sentirse mal, se fue a la cocina y tomo café, en eso llegó Estela, Lionel, y Leonardo, al verla en un shorts de licra y una playera de su esposo, un moño mal hecho, y ojeras se preocuparon

—Ya llamaste a Salvatore

—No, no e tenido tiempo, pero ya mandé a mis hombres a investigar y hacer su trabajo, el médico aún no sale —dijo mirando a Estela, a quien le dió una taza de café

—Mi niña ve a descansar, aquí estaremos si

—No tío, no podría, aquí est... —en eso se empezaron a oir balazos, una lluvia de balas se oía afuera, todos reaccinaron, Monse se llevó a Estela a la habitación segura, contra balas —tio listo para recordar mi infancia.

—Listo sobrina —ambos miraron a Leonardo

—Vayan, iré con Estela, para calmarla, solo regresa vivo, tu igual hija, no quiero ver la furia de tu esposo —ambos asintieron, y Sabrina dió la orden de acabar con todo aquel que no fuera de su gente, con su tío cubriéndole las espadas, su único objetivo era volver a adentro sin ningún rasguño, ya no solo por ella, no podría dejara solo a Salvatore, después de media hora de balas, todo volvía a la tranquilidad absoluta, los hombres limpiaban todo, dejando todo como si nada hubiera pasado, pero Sabrina no se dió cuenta por la adrenalina que una bala le rozo el brazo, hasta que sintió un líquido caliente caer por su brazo

—Hay no solo esto faltaba —decia como si de un rasguño se tratara

—Niña pero en qué momento

—Tranquilo tio es solo un rasguño, ahorita me lo curo —en eso la puerta principal se abrió de golpe, y gritos se oían

—Donde estás, Sabrina, amor

—Monse, cariño —dos hombres hechos una furia y llenos de preocupación, su alma volvió al verlas juntas y en una sola pieza, pero la mirada de Salvatore se fue directo a él líquido rojo que bajaba del brazo de su esposa.

—Quien fue el imbécil que se atrevió a tocarte.

—Esta muerto Amor, calmate vamos arriba a curarme —en eso aparecía el médico con Estela y Leonardo, todos se detenían en el borde de las escaleras —como esa Thiago —Salvatore la miro y en eso cayó en cuenta que estaba la madre de Thiago ahí, el padre de Sabrina, y el tío.

—Que paso —pregunto el

—Estabamos en un bar anoche y entraron hombres y empezaron a disparar y Thiago me cubrió con su cuerpo y le dieron 3 disparos —dijo Monse con la cabeza agachada, Piero la abrazo preocupado

—El está bien, está fuera de peligro, solo necesita descansar para recuperarse, por ese motivo deberá quedarse aquí, no se puede mover, para evitar que se le abran las heridas.

—Esta bien, señora Estela también quédese para que esté con su hijo —dijo Salvatore.

—Señora D'Angelo déjeme le curo esa herida —ella asintió y el médico le curo y le vendo el brazo, después se fue y todos fueron a auna habitación a descansar un poco, igual que Sabrina y Salvatore subieron a la habitación, Sabrina con todo lo que pasó, olvidó las pruebas que dejó en el lavabo, Salvatore entraba a darse una ducha, y salió con las 3 pruebas en las manos, y miro a Sabrina —Y esto —ella sonrió y lo miro, el se veía confundido

—Son mías —dijo sin dejar de verlo, Salvatore duro unos segundos en reaccionar a lo que veía, en eso una sonrisa de oreja a oreja se dibujo en el, se acercó a Sabrina y la beso apasionadamente.

—Seremos padres.....

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