Tengo 23 años y mi nombre es Sofía Rangel, vengo de una familia que le ha tocado trabajar mucho para llegar a dónde está ahora mi padre Joaquín Rangel es dueño de distintos bares en todo México y Estados Unidos, junto a mi madre Alicia Rangel han creado un imperio impresionante, tengo una vida acomodada y todo es gracias a mis padres los cuales me han impulsado a seguir mis sueños.
Tengo dos hermanos José que tiene 6 años y mi hermana Valeria de 17 años, somos una familia muy unida y en mi corta vida puedo decir que estoy muy contenta con la vida que tengo hasta ahora.
Pero ¿qué ocurrirá después de mi cumpleaños número 24?
un gusto saludarles, espero que disfruten mucho esta historia les pido un poco de paciencia ya que es el primer libro que escribo me gustaría mucho recibir sus comentarios para ver cuales son sus opiniones respecto a la historia, mi nombre es America Blancas. Espero de corazón que les guste.
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Eres mi dulce personal
De camino al castillo, había un silencio incómodo todavía no podía creer que este loco se quisiera casar conmigo yo no podría vivir atada a él, de solo pensarlo me daba miedo.
- Te voy a entregar tu móvil llegando al castillo
- Gracias – mi vista la tenía sobre la ventanilla no quería verlo, sin embargo, podía sentir su mirada sobre mi-
- ¿no quieres preguntar más acerca de la boda bonita?
No sabía qué contestar, quería ponerme a llorar y que mi madre me diera un abrazo y me dijera que todo iba a estar bien.
No le respondí nada y él me sentó en sus piernas me tomó de la barbilla y me obligo a verlo a los ojos.
- Nos vamos a casar Sofía, quería que te enteraras de otra manera tal vez de un modo romántico, pero ya que lo sabes, quiero que sepas que no te puedes negar.
- No me pensaba negar Damián - me solté de su agarre yo sabía que no tenía derecho a negarme no tenía caso discutir sobre eso con el solo complicaría más las cosas y yo no quería que él me pusiera otra vez una mano encima, quería complacerlo y si eso significaba renunciar a mi fuego no dudaría en apagarme-
- Me hace muy feliz escucharte decir eso bonita, que sepas que tu dueño soy yo.
Seguimos el trayecto a casa en silencio, cuando llegamos al castillo la cena ya estaba hecha, no tenía hambre sentía el estómago pesado.
Solo tome un té y espere a que el terminara su cena, cuando termino me agarro de la mano y me llevo a mi habitación, me beso y yo me deje llevar me obligue a que mi cabeza estuviera en blanco me obligue a apartar cualquier conexión que sintiera, pero falle caí redondita y el noto que yo ya estaba excitada.
Me llevo hasta la cama y empezó a besar mi cuello y se me salió un gemido corto, me quito el top y beso mi abdomen así siguió hasta llegar a mis pechos el sostén le estorbaba así que lo rompió y succiono mi pezón yo estaba en las nubes no voy a negar que este loco sabía lo que hacía, le empecé a ayudar con su cinturón y el pantalón el termino de desvestirse hasta quedar solo con su bóxer pude observar que estaba duro y casi gemí al darme cuenta del tamaño de su miembro era grande y grueso se me hizo agua la boca.
Me ayudo a quitarme la ropa y quedé desnuda ante él, sus ojos reflejaban todo el deseo que sentía, se puso entre mis piernas y me beso, fue un beso lento y lleno de anhelo, cuando termino el beso baje hasta mi zona sensible y me hizo el mejor sexo oral de la vida cuando estaba por correrme se apartó y me dijo
- Sabes a miel, eres mi dulce personal Sofia.
Casi le ruego que lo quería dentro pero el entendió mi súplica con solo ver mis ojos se posiciono en medio de mis piernas y puso una almohada debajo de mis caderas y por fin se introdujo en mí.
Tuvimos sexo toda la noche el me susurraba que yo era suya entre gruñidos y yo estaba en el paraíso.
No sé cuándo me quedé dormida pero cuando desperté sentí como el brazo de Damián me agarraba de la cintura.
Cómo es posible que me haya dejado llevar, lo disfrute no lo voy a negar desde que estuve con Carlos, no había tenido sexo tan placentero, Damián me había llevado al cielo y al infierno toda la noche.
Cuando quise apartar la mano de Damián de mi cuerpo él me apretó más a él y me dijo al oído de forma sensual
- Buenos días, mi amor ¿cómo dormiste?
- Estoy un poco cansada todavía, pero estoy bien – fingi la voz más sensual que pude, no mentí este loco tiene mucha energía y no me soltó hasta que ya no pude más. -
- No sabes cuanto estaba esperando por ese momento bonita, eres todo lo que siempre he soñado incluso más.
