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MI NIÑA. UNA GUERRERA. RENACIENDO. "Una Historia Que Duele… Pero También Salva"

MI NIÑA. UNA GUERRERA. RENACIENDO. "Una Historia Que Duele… Pero También Salva"

Status: Terminada
Genre:Romance / CEO / Venganza / Elección equivocada / Mujer despreciada / Romance oscuro / Completas
Popularitas:105.6k
Nilai: 5
nombre de autor: ARIAMTT

“Mi niña. Una guerrera. Renaciendo.”

Esta no es solo una novela.

Es un grito ahogado convertido en palabras.

Es la historia de una mujer que fue rota…

Charrill no es solo un personaje.

Es cada mujer que ha callado.

Que ha llorado en silencio.

Que ha sentido que no vale nada…

Que ha perdido las esperanzas…

Esta historia duele.

Esta historia también sana.

Es para ti, que alguna vez pensaste rendirte.

Es para ti, que aún luchas por levantarte.

Acompáñame en este renacer.

NovelToon tiene autorización de ARIAMTT para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

23. Dos años.

POV Cristóbal

Han pasado más de dos años desde la primera vez que la vi…

Sigue siendo la misma niña dulce e inocente que conocí. Pero por dentro… se ha convertido en una guerrera imparable. En una mujer que sabe lo que quiere, y hacia dónde va.

¿Y qué pasó en todo este tiempo?

El hijo de puta de Martín intentó asesinar a Dante, el hijo de mi mejor amigo. Ese niño es como un sobrino para mí. Lo he visto crecer, lo quiero como si fuera sangre de mi sangre.

Adrián, el hijo de María Teresa, se llevó la peor parte. Se interpuso como un escudo humano para proteger a Dante. Recibió el impacto en su lugar. Gracias a él, mi chico sigue respirando.

Fue un acto de valor que no se olvida. Desde ese día, Adrián se ganó mi respeto eterno.

Y ese mismo día, también descubrí algo más: la madre de mi niña… era la mujer que había transformado la vida de mi amigo. La que le devolvió la risa, la que lo tenía delirando como un adolescente enamorado.

Martín no llegó lejos. Los transeúntes que estaban en el lugar lo acorralaron sin darle oportunidad de escapar. No tuvo salida. No tuvo perdón. Fue capturado como la rata inmunda que es.

Y yo… yo no necesité muchas palabras. Me bastó una sola mirada para que entendiera que lo que le hizo a Charrill lo pagaría cada día de su maldita vida. Le dejé claro que ella no estaba sola. Nunca más.

Flashback

Llegué a la delegación con un solo propósito: encargarme personalmente de que el malnacido que atentó contra la vida de Dante se pudra en la cárcel.

No compartimos sangre, pero es mi sobrino, y nadie, absolutamente nadie, toca a mi familia sin pagar las consecuencias.

Apenas crucé la puerta, mi mirada encontró al abogado amigo de María Teresa, la mujer de mi hermano de vida.

Ella ha sido su faro, la única capaz de arrancarlo de la oscuridad y devolverle la sonrisa. Y si ella confía en ese tipo, entonces también lo haré... por ahora.

—¿Abogado Parker? —pregunto con voz firme, cortante como un disparo, dejando claro que no estoy de humor para juegos ni formalidades.

El hombre gira con calma, mirándome apenas un segundo antes de volver a sus papeles. Su indiferencia me hierve la sangre.

—¿Usted es...?

—Cristóbal León Sáenz —escupo mi nombre con la dureza que me caracteriza—, amigo de Marcello Dosantos.

Finalmente, su expresión cambia, como si por fin entendiera la magnitud de lo que se avecina.

—¿Acaso usted no es el eminente abogado penalista León Sáenz?

Asiento con un gesto seco. No tengo tiempo para halagos.

—Disculpe por no reconocerlo de inmediato. Puede llamarme Joniel —dice, ahora con un tono más prudente—. Imagino que también viene por lo del intento de asesinato.

Vuelvo a asentir, pero esta vez con el ceño fruncido y la mandíbula apretada.

—Quiero ver a ese bastardo pudrirse en la cárcel. Que no vuelva a ver la luz del sol jamás —gruño entre dientes, mi voz cargada de una rabia feroz.

Un niño está en el hospital. Un joven con toda una vida por delante… ¡y ese hijo de puta se la quiso arrebatar!

¿Cómo puede alguien ser tan vil, tan cobarde, tan miserable… como para destruir la vida de otro ser humano sin remordimiento alguno?

—No se preocupe —afirma Joniel con seguridad—. Martín se quedará encerrado. Nunca volverá a pisar la calle.

Solo escuchar ese nombre me enciende la sangre como gasolina ardiendo.

—¿Martín? ¿El excompañero de Charrill? —mi tono destila asco.

Joniel asiente con gravedad.

—Sí. Ese desgraciado…

No lo dejo terminar.

—Quiero verlo —mi voz se eleva, no lo puedo evitar. Hay fuego en mis palabras, en mi pecho, en mis puños.

Joniel me observa con detenimiento, como si midiera cuánto daño estoy dispuesto a causar. Yo ya lo sé: todo el necesario.

Aprieto los puños con tanta fuerza que siento cómo las uñas se me clavan en las palmas.

—¡Ese maldito!... —mi voz es un rugido contenido—. Además de casi matar a mi sobrino, destrozó la vida de una chica… la humilló, la quebró… ¡la jodió para siempre!

Y entonces ella aparece en mi mente. Su carita frágil, su sonrisa forzada, los ojos de una niña rota fingiendo ser fuerte. No lo soporté entonces… y no lo soporto ahora.

La hizo sentir sucia, culpable, pequeña… ¡Y por eso va a pagar!

Joniel me sostiene la mirada y en sus ojos veo la confirmación de que lo ha notado. Sabe que no es solo justicia lo que busco. Es venganza. Es reparación.

—¿Sabes que Charrill está muy lastimada? No le será fácil volver a confiar en alguien.

Ya lo sé. Lo supe desde que la vi temblar por dentro mientras intentaba mantenerse de pie.

Intentó fingir que todo estaba bien, pero sus ojos gritaban el dolor. Y yo… yo lo vi. Lo sentí. Me partió el alma.

Apreté los puños aún más.

No dejaré que vuelva a vivir eso. Juro por mi vida que no lo permitiré.

—Lo sé —respondo con una calma falsa, una máscara sobre la tormenta que ruge dentro de mí—. No espero que confíe en mí de inmediato, pero voy a estar ahí. No pienso alejarme. Nunca más.

Joniel suspira y cruza los brazos. Evalúa mis palabras. Me mide.

—Solo ten cuidado, Cristóbal. No la presiones.

—Nunca lo haría —afirmo con un tono tan firme que hasta el aire se tensa.

Porque ella merece tiempo.

Merece paciencia.

Y sobre todo, merece a alguien que no se rinda aunque lo rechace mil veces.

Joniel me estudia unos segundos más. Finalmente, asiente.

—Siendo así, te conseguiré cinco minutos. Pero, por favor… no lo vayas a matar. Recuerda que tienes que ayudar a sanar un corazón.

Podría conseguir mucho más con una sola llamada. Pero no quiero arriesgar el proceso que llevo. Ella merece más que un arranque de violencia.

Sonrío, apenas.

—Lo prometo.

Joniel se aleja. Lo observo deslizar unos billetes al guardia. Luego regresa como si no pasara nada.

—Tienes cinco minutos… —dice con una sonrisa socarrona—. Solo no lo golpees en el rostro.

Mi sonrisa se ensancha como una amenaza disfrazada.

—No golpearlo en el rostro… entendido.

El guardia me abre la puerta de la sala de interrogatorios y me lanza una advertencia burlona:

—Voy por un café, solo tardaré unos minutos. Pero, por favor, no le vayas a dañar el rostro a la futura princesa del penal.

—No se preocupe, oficial —respondo con una sonrisa lobuna—. No tocaré su bello rostro.

Entro en la sala y lo veo.

El muy hijo de puta tiene una mano encadenada a la mesa, los pies sujetos con grilletes. Suda, tiembla… una piltrafa humana, intoxicada, patética.

Me acerco despacio, con paso firme. Mi presencia lo hace encogerse.

—Hola, princesa —escupo con sarcasmo, dejándole claro que no tiene escapatoria.

Intenta levantarse, pero las cadenas lo bajan de inmediato. Lo miro con desprecio puro.

—¿Us… usted quién es? —tartamudea.

Me inclino. Mi sonrisa se convierte en amenaza.

—¿Solo eres valiente con las mujeres y los niños?

—Yo… yo…

No me importa lo que diga. No necesito sus excusas.

Mi brazo se tensa. Descargo mi furia en sus costillas. Un golpe. Otro. Otro. Cada uno con la fuerza de toda mi rabia acumulada.

Llora como un niño. Solloza.

—¡Yo no quería! —jadea entre gemidos—. ¡Fue mi tío, él me obligó!

¿Su tío? ¿Y eso lo absuelve de lo que hizo?

—¿Te obligó a abusar? ¿A manipular? ¿A mentir? ¡Malnacido! —grito, y otro puñetazo le atraviesa el aliento.

Cinco minutos pasan, y los uso bien. Cada segundo es una lección. Cada golpe, una sentencia.

Me siento finalmente frente a él. Respiro agitado, pero no me siento cansado. Me siento despierto.

—Ahora, princesita —digo con sorna venenosa—, vas a decirme dónde está la sanguijuela de tu tío… y tal vez te ganes un día sin que te conviertan en la perra del reclusorio.

Él me mira, todo mocos y lágrimas. Se ve acabado.

—Y si no lo haces… —miro mi dedo meñique con lentitud y le sonrío con malicia—. Bueno… quizá pague una cirugía. Una que te deje sin gusanito para siempre.

El sonido de los grilletes al chocar con el suelo me dice que me entendió perfectamente…

El policía regresa con una sonrisa en los labios. Sé que el tiempo terminó.

Me levanto lentamente, me acerco con asco al desgraciado y le susurro al oído, con una voz tan gélida como el acero antes de matar:

—Quiero que recuerdes mi rostro… y mi nombre, Martín. Porque yo seré tu verdugo. Lo que pase de ahora en adelante contigo, será mi regalo.

Fink flashback.

El maldito y cobarde hijo de puta no aguanto mucho y se suicidó, meses después.

(…)

¿De verdad los problemas desaparecieron así De fácil?

Las leo 👍 ❤️

1
Eugenia Luna Gonzalez
me tienes facinada con cada una de ellas 🤪👍👌🙋🏻‍♀️
Vanesa Daniela Arbona
hermosa voy x la cuartaaa🥰❤️
Chel Garcia
maravillosa historia 👌🏽 felicidades
Yanait Gonzalez
𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐝𝐢𝐫í𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐥𝐚 𝐨𝐝𝐢𝐚𝐛𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐨𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐜𝐨𝐛𝐚𝐫𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐬𝐢 𝐬𝐚𝐛𝐞 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬 𝐯𝐚𝐥𝐨𝐫𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐲 𝐬𝐞𝐫 𝐯𝐚𝐥𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐳𝐜𝐨 𝐞𝐬𝐞 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨
Marifer Riera
felicidades
ARIAMTT🇨🇴💜: Cracias
total 1 replies
Nelram Azul
Maravillosa, excelente, cruda verdad. Tan real que duele cada frase escrita. Bendiciones
Caridad Gallardo
bello el nombre nuevo
Caridad Gallardo
por eso hay que hacer caso a los padres ,cuando su madre le dijo que ese hombre no servía no hizo caso
Zibel Blanco
excelente tus novelas aunque a veces me llevas a los extremos, cómo lanzar el teléfono del estrés, me gustan /Heart//Heart//Heart/ felicidades por esa imaginación que tienes
Zibel Blanco
ay !!! autora estás más loca que una cabra /Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
Zibel Blanco
la herida es la pobre mujer, y el con dolor /Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
Zibel Blanco
me tienes con el corazón en un hilo,
fiel lectora
que de que con Dante ?
Cristina Alvarado
GENIAL LA NOVELA Y ESTOY LEYENDO COMO VOS LO EXPLICASTE FELICITACIONES
ARIAMTT🇨🇴💜: Gracias
total 1 replies
Daneris Bolivar
díos que angustia 😧
Lisbeth Torres
tus historias son preciosas,divertidas, emocionantes... la verdad, tienen de todo, me encantan!!!
Lisbeth Torres
Excelente
Franmar Cordova
me ha encantado esta saga .. pero esta me tiene moqueando .. es la mejor que eh leído en mucho tiempo .. de puede sentir su dolor . la frustración..
ARIAMTT🇨🇴💜: Graciasssss ❤️
total 1 replies
Marta Carrillo Vanegas
depravado enfermo mental,poco hombre
Marta Carrillo Vanegas
pobre Paty con esté loro macho femenino
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