El Día Antes del Desastre Final

Lo primero que vio Vivian al entrar en el apartamento de Steven fue una habitación con un ambiente cálido.

Vivian no esperaba que una persona que se dedicara a la venta de armas de fuego tuviera una vida tan cálida en su día a día. Siempre pensó que las personas con esa profesión tenían una personalidad fría como en las novelas.

"Siéntense, ¿qué quieren beber?"

"Yo quiero cola", Michael ordenó su bebida sin dudarlo.

"¿Y usted, señorita?"

"Solo un jugo, si tiene".

"De acuerdo".

Steven fue a la cocina a preparar las bebidas para Michael y Vivian.

"Aquí tienen. ¿Qué les parece? ¿Quieren ver la mercancía de una vez?", dijo Steven mientras colocaba las bebidas sobre la mesa.

"Si me permite, me gustaría ver las armas lo antes posible", Vivian miró a Steven con esperanza.

"Jajaja, niña, estás un poco demasiado emocionada, ¿no?".

Al escuchar la burla de Steven, el rostro de Vivian se puso rojo de vergüenza.

"Lo siento, en mi país no está permitido tener armas, así que estoy un poco emocionada de ver armas reales en persona", Vivian se rascó la nuca, que no le picaba.

"Es cierto, la posesión de armas en tu país es demasiado estricta. Solo los militares y los líderes del país pueden tener armas de fuego para protección personal. Pero eso es porque tu país es bastante pacífico, no como este. Los casos criminales que usan armas ocurren casi a diario. Por lo tanto, el gobierno legalizó que la gente posea armas de fuego siempre y cuando cumplan con los requisitos".

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Steven invitó a Vivian y dejó a Michael en la sala de estar para entrar en una de las habitaciones del apartamento. Luego, el hombre movió una maceta de cerámica debajo de una pintura de paisaje. De repente, la pared de la habitación se movió, revelando una puerta secreta.

La vista detrás de la puerta dejó a Vivian asombrada. Varias armas estaban dispuestas muy bien en la pared izquierda de la habitación, colgadas. Mientras que en el suelo había montones de cajas que no se sabía qué contenían, porque todas estaban cerradas.

"Mira, ¿qué tipo de arma quieres? Tengo más de 20 modelos de armas de fuego. Desde los tipos antiguos hasta los más nuevos", Steven luego abrió una caja de madera con un color diferente entre las demás.

"Mira. Incluso tengo esto".

Vivian se quedó atónita con lo que había en la caja. Respiró hondo para reducir la felicidad desbordante.

"E... Esto es una granada, ¿verdad?", Vivian se acercó a la caja. "Increíble. Es la primera vez que veo una granada de cerca y tantas".

Esas palabras no eran mentira. Porque, incluso al final de los tiempos, Vivian nunca había tocado una granada. Este tipo de cosas estaban controladas principalmente por los militares y algunas eran propiedad de grupos de mercenarios muy poderosos.

"Entonces, ¿alguna vez has visto a alguien usar esto desde lejos?".

Steven sintió un poco de curiosidad porque Vivian conocía algo así. Porque en su opinión, Vivian parecía una chica que nunca había visto el mundo. ¿Estaba equivocada su evaluación esta vez?

"Sí. He visto a gente usar esto para matar a muchos enemigos. Esto es muy útil en la batalla. Especialmente, si los enemigos a los que nos enfrentamos son más que los miembros de nuestro grupo".

Vivian explicó con mucho entusiasmo. No se había dado cuenta de que el hombre a su lado la miraba con una mirada extraña.

Como

Mirar un objeto raro.

Había un poco de aprecio en la mirada del hombre.

Porque Steven pensó que Vivian también estaba involucrada en el mundo subterráneo.

"Es la primera vez que veo a una mujer como tú. Pensé que eras una chica mantenida en un invernadero. Resulta que también eres una asesina a sangre fría".

"No se puede considerar a sangre fría. Al menos, nunca mataría a mis compañeros de lucha". Vivian luego recordó a todos sus compañeros de lucha al final de los tiempos. Estaba decidida a que esta vez los encontraría primero. Y no permitiría que sufrieran como la última vez.

"Ya elegí las armas que quiero. Además, quiero 10.000 balas para cada tipo de arma que elija. Y... 10 granadas".

"¿No quieres una caja llena?".

"No, 10 son suficientes por ahora. Además, no tengo tanto dinero para pagar una caja llena".

Al escuchar la respuesta honesta de Vivian, Steven se echó a reír a carcajadas.

"Jajaja... Me gusta tu honestidad".

"Gracias por el cumplido".

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Después de recibir las armas que compró, Vivian decidió regresar inmediatamente a su país de origen. No quería estar fuera del país por mucho tiempo. Todavía tenía muchas cosas que no había tenido tiempo de hacer para prepararse para la llegada del fin del mundo.

Vivian regresó al almacén para recoger los bienes que habían llegado cuando estaba en el extranjero.

Después de pagarle al empleado temporal, Vivian le dijo que abandonara el almacén y le advirtió que guardara muchas provisiones de alimentos durante al menos un mes.

"Parece que tengo que advertir a más personas para que más humanos sobrevivan en los primeros días del desastre del fin del mundo".

Vivian luego sacó su teléfono y escribió un artículo sobre lo que hay que preparar cuando uno se enfrenta a un desastre del fin del mundo.

Después de que el artículo se envió con éxito, Vivian luego entró en la sala y practicó sus habilidades sobrenaturales allí. De vez en cuando, también practicaba con Blacky.

Vivian tampoco olvidó seguir plantando verduras y granos como arroz y maíz dentro de la sala.

Afortunadamente, la sala tiene una aceleración del tiempo donde un día afuera es igual a una semana dentro de la sala. Sin embargo, para el edificio de dos pisos en sí, no se ve afectado por la aceleración del tiempo dentro de la sala.

Al plantar, Vivian tampoco necesita intervenir directamente. Solo necesita usar su mente para controlar toda la plantación y cuidar la granja.

"Blacky. ¿Cuántas veces te he dicho que no comas los peces del estanque sin pedir permiso primero? ¿Cómo van a crecer los peces si siempre los estás sacando todos los días?". Vivian, enfadada, persiguió a Blacky mientras le lanzaba conos de hielo al gato negro.

"Ow, auw, auw. Babu, deja de atacarme con ese poder, miau. Sabes, miau, que odio el agua y me das hielo, miau". Blacky trató de evitar los ataques lanzados por Vivian.

"Para. Si no, te convertiré en el postre de hoy". Vivian se enfadó aún más cuando su mascota la llamó babu.

"Miau, me equivoqué. Me equivoqué. Perdóname, miau, no volveré a hacer esto, miau, te lo prometo".

Vivian finalmente dejó de atacar a Blacky después de escuchar la garantía que quería. Además, también estaba empezando a cansarse de perseguir a su amada mascota porque Blacky tiene la capacidad de velocidad.