Ella, una pobre chica burlada y abandonada con un hijo. Él, un amargado hacendado a quien nadie quiere y todos le temen y respetan. Sus mundos se cruzarán gracias a una treta del destino. ¿Qué pasará? Descúbrelo aquí.
NovelToon tiene autorización de AraMosBa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Gastón
Me senté en una banca y traté de ordenar mis pensamientos. Descubrir que no soy un Mendiola sino un Montalver lo cambió todo. ¿Cómo enfrentar a Gastón Mendiola ahora? ¿Cómo tratar a Alejandro, mi hermano, después de todo lo que ha pasado? También pensaba en Lorena, la mujer a la que amo y la madre de mi hijo. Ahora podría enfrentar mi amor por ella con libertad, ahora que sé que no soy hijo de Gastón, siento que tengo más esperanza de recuperarla.
Necesitaba tiempo para procesar todo esto, pero también necesitaba reunir fuerzas para lo que vendría. Tenía que enfrentar a Gastón, exigirle respuestas y hacerlo pagar por todo lo que me hizo sufrir. Tenía que intentar acomodarme con Alejandro, aceptar que ahora éramos hermanos y apoyarnos mutuamente. Y con respecto a Sebastián, no podía permitirme ofenderlo, tenía que mantenerme firme y respetar la amistad que el había construido con Alejandro.
Me levanté de la banca con determinación, sabiendo que el camino que me esperaba no sería fácil, pero también sabiendo que debía enfrentarlo con valentía y fuerza. No podía permitir que Gastón Mendiola y sus acciones pasadas controlaran mi presente y mi futuro. Era hora de hacer justicia, cerrar heridas y construir un nuevo camino lleno de esperanza y redención. Con este pensamiento regresé a la habitación para hablar con Alejandro.
— Hola, disculpa que me fuera así y más por la tardanza, lo pensé bien, y quiero saber si tienes algún plan para acabar con Gastón, quiero que ese maldito pague con creces todo lo que ha hecho.
— Me alegra que estés decidido, la verdad es que no he pensado en mi fin plan por ahora, ya que no tengo la fuerza para ello.
— ¿Cómo que ni tienes la fuerza? Eres Alejandro Montalver, Gastón siempre ha sabido que no puede meterse contigo, tú eres más poderosos que él y tienes todo para destruirlo.
— Tal vez tengas razón, pero creo que eso te tocará a ti, mi salud no está bien Felipe, básicamente estoy muriendo, no tengo mucho tiempo ni energía.
— ¿Qué? ¿Cómo que estás muriendo? ¿Qué tienes?
Álvaro se me acercó y me explico lo que Alejandro tenía.
— Si no consigue un donante, él no podrá sobrevivir.
— ¿Dices que necesita un hígado o un pedazo? ¿Yo puedo donarle ese pedazo que necesita?
— Tú eres el único que puede donarle esa porción de hígado, eres compatible con él y tienes todas las condiciones de salud.
— Entonces haz lo que tengas que hacer Álvaro, asegúrate de que esto funcione y que los dos sigamos vivos, necesitando estar bien para enfrentar a ese demonio y hacerlo pagar.
— Por supuesto que me ocuparé de todo, me hace muy feliz que quieras ayudar a Alejandro.
— Después de mi hijo, es el único familiar que me queda en el mundo, por supuesto que haré todo lo que pueda para ayudarlo.
Álvaro dijo que en dos días tendría todo listo para la cirugía, dijo que la recuperación no sería rápida, y que debíamos ser pacientes. La verdad no me importó, sería muy paciente, porque cuando golpeara, lo haría con fuerza.
Por otro lado...
— Señor Mendiola, le tengo noticias.
— Espero que sean útiles, últimamente solo basura es lo que me das.
— Escuché señor, apareció la mujer, Lorena fue vista aquí mismo en el pueblo.
— ¿Qué? ¿Y por qué no la han atrapado?
— No es tan fácil señor, resulta que quien la protege es Sebastián Lizalde.
— ¿Te refieres al hijo del presidente?
— Si señor, ese mismo.
— Maldita sea, ¿Por qué alguien como Lizalde protegería a una venida a menos como esa? ¿Qué es lo que está pasando?
— No lo sé señor, pero lo más probable es que ella sea alguna de sus amantes y el cuidarla es como uno de esos beneficios momentáneos señor. Lo que debemos hacer, es que él pierda el interés en ella y así la dejara desprotegida.
— Sería buena idea si se tratara de cualquier otra persona, pero ese hombre ni es alguien a quien se le pueda convencer fácilmente, si hacemos algo y lo ofendemos, estaremos muertos.
— Señor, y hay algo más que es peor.
— Habla de una vez.
— Según investigue, resulta que Sebastián Lizalde, es el mejor amigo de Alejandro Montalver.
— ¿Qué mierda dices?
— Así como lo escucha señor, de hecho, en este momento sé encuentra en la hacienda Montalver.
— Maldita sea, esto no puede ser.
Gastón Mendiola se puso muy nervioso, y no era para menos, el hombre del que hablaban, parecía ser en la superficie alguien tranquilo y cero líos, pero en realidad, Sebastián Lizalde tenía una vida que todos sus allegados desconocían, solo los que se movían en el bajo mundo sabían de él y su verdadera identidad.
El zorro.
— Señor, tengo todo lo que me pidió referente a Gastón Mendiola, ¿Quiere echar un vistazo?
— Claro, déjame ver qué dice.
— Ese hombre ha sido una completa plaga, no puede seguir adelante como si nada.
— Estoy de acuerdo, bloquéalo.
— ¿Solo lo bloqueo?
— Por el momento sí, córtale el aire y verás cómo salen las ratas de su escondite.
— Entendido señor, lo haré de inmediato. Además, tengo información sobre el otro tema que le puede interesar.
— ¿Qué es?
— Resulta que Felipe Mendiola en realidad es hermano del señor Alejandro y es compatible con él para una donación de hígado.
— ¿Qué? ¿Hermanos? Esto es una locura y no puede ser bueno. Necesito más información sobre esto. Investiga a fondo y asegúrate de no pasar nada por alto.
— Por supuesto señor, me encargaré de ello.
Aquel hombre, a quien llamaban el zorro, se quedó pensativo, tratando de digerir toda la información que acababa de recibir. Sabía que las cosas se estaban complicando y que tendría que tomar medidas decisivas para asegurarse de mantener el control sobre la situación. No podía permitir que el enemigo se fortaleciera, especialmente si eso significaba que su reinado de control y poder se viera amenazado.
Mientras tanto, Felipe se preparaba para la cirugía de donación de hígado que salvaría la vida de su hermano Alejandro. Estaba decidido a hacer todo lo posible por él, incluso si eso significaba arriesgar su propia vida. Sabía que juntos podrían enfrentar a Gastón y poner fin a su reinado de terror de una vez por todas.
El destino de todos los involucrados estaba en juego, y pronto se desataría una serie de eventos que cambiarían sus vidas para siempre. La batalla final se acercaba, y nadie saldría ileso.
Gastón.
Me sentía muy molesto, no sé cómo esa desgraciada mujer logro involucrarse con Sebastián Lizalde, pero aunque me fuera al mismísimo infierno, acabaría con ella y con su bastardo. Esa era la manera más certera que tenía de hacer pagar a Felipe el haberme traicionado, ¿Cómo se le ocurre a ese mocoso ponerse en mi contra?
Cuando yo solo era un niño pequeño, tuve que soportar las burlas de mis familiares, pues ellos sabían que yo era ciclán, y eso les parecía divertido. Cuando crecí decidí visitar al doctor. Quien me dijo que efectivamente tenía un solo testículo, y que aparte de eso, mi espermatogénesis estaba afectada, que me sería muy difícil dejar embarazada a una mujer.
Fue demasiado difícil para mí afrontar la situación, pues eso era un obstáculo para poder tener a la mujer que me gustaba, Mónica Miller. Su padre se dio cuenta de mi condición y de una me eliminó de entre los posibles pretendientes de su hija, y luego apareció ese maldito de Montalver, el cual con todo su dinero compro la conciencia del viejo Miller, y este término casando a Mónica con él.
Perder a Mónica no era una opción para mí, y si en definitiva ella no accedía a estar conmigo y dejar a ese estúpido, entonces me aseguraría de arruinar les la vida para siempre, y eso fue lo que hice. En ese entonces tenía una amante, una mujer que calentaba mi cama y me quitaba las ganas, era tan perversa, que aprendí de ella muchas cosas. Indiana Lemus.
Indiana fue quien me dio la idea de hacer creer al idiota de Montalver que era estéril, compramos al doctor de ese entonces y le di mucho dinero para que le diera un diagnóstico falso a ese idiota. Luego cuando Indiana me dijo que Mónica podría estar embarazada, lleve a cabo mi plan. Olvidaba mencionar que Indiana era la ginecóloga del lugar en ese momento, ella había revisado a Mónica algunas veces, y eran amigas.
Indiana manipuló a Mónica y trazó tan bien todo el plan para que yo pudiera llevar a cabo mi venganza. Así fue como se desarrollaron las cosas, y al final obtuve un hijo que a pesar de que no era mi sangre, llevaba la de la mujer que amaba, así que criarlo no fue difícil para mí. Cuando supe que Mónica estaba embarazada me casé con Leonora, pues Indiana no quería ser mi esposa y mucho menos criar un hijo. Así que Leonora fue la elegida. Y ella sin chistar acepto criar a mi hijo.