Soy La Villana

Tal como estaba previsto, la madre del Duque, había llegado temprano, Elena estaba ahí para saludarla cuando esta bajo del carruaje, tal como fue descrita en la novela, Elena pudo ver a mujer, que luce joven para su edad, elegante, pero nada que ver, con su actitud tan estirada y molesta.

- madre, bienvenida.

El Duque le da la mano para ayudarla a bajar del carruaje.

- tan amable como siempre, hijo, es un gusto verte de nuevo.

Elena por su parte, solo le da la bienvenida y se mantiene callada, extrañando a la mujer, pues la única vez que los visitó, ella se la paso pegada a ella buscando caerle bien, pero solo fue una molestia. Sin hacer mucho caso de ese detalle, se dirige dentro siendo guiada por su hijo, mientras que Elena camina tras ellos, pero lo más extrañó, es que, no ve a nadie más que a dos doncellas de la mujer, se suponía que Erin Fleur, debió llegar con ella, quizás por todos los cambios, la "protagonista" tardará más en aparecer, es bastante extraño, aun así, no debe bajar la guardia; al llegar a la sala principal, la mujer toma asiento e inmediatamente la atienden trayendo postres y té.

- y ¿cuantos nietos ya tengo?

- madre, aun no hemos tenido hijos.

A la mujer no le gusto para nada eso, así que dirige su vista hacia Elena quien solo permanece parada junto a la puerta.

- que decepcionante, hay que pedir un médico para que la revise, puede que sea infértil.

Elena no tomo con mucha gracia eso, pensaba quedarse callada, pero insinuar algo así sin saber el porque, es bastante molesto.

- quizás en realidad su hijo es impotente. ¿Como voy a quedar embarazada, si el Duque nunca ha visitado mi habitación?

- ¿que has dicho? mi hijo es completamente sano.

- Elena, no es mome...

- usted callese, no pienso permitir que me insulte de tal manera. Su hijo y yo jamás hemos compartido la cama desde que nos casamos, porque a él nunca le interesé y aun si ahora esta dispuesto, yo no tengo interés en él.

Dicho esto, sin esperar a que le reclamen más, se sale de la habitación azotando la puerta, los sirvientes presentes, hasta se aguantan la risa, al haber visto como la Duquesa enfrento a esa mujer tan presumida. Mientras que esa mujer, se quedo ahí, a punto de desmayarse por la actitud de la chica.

- ¿que significa todo eso?

- lo siento madre, no se que pasa con ella, ha estado actuando bastante extraño.

- aun así, que descortés de su parte, hablarme así, mientras esté aquí debo darle lecciones de modales.

- madre, evité problemas. Y sobre los hijos, me temo que por ahora, no debe pensar en ello.

- tonterías, si ella no quiere tener hijos, te consigue concubinas, mujeres que si te gusten.

- madre! Basta, acabas de llegar no empieces con esas cosas.

Mientras tanto, Elena ya ordeno a los sirvientes que vayan llevando sus cosas a la zona norte, es una buena oportunidad para demostrar que no le importa para nada el Duque y su matrimonio.

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