Demonios Fuera Del Cuadrado

Ahh... Que pregunta... es muy repentina...

Zalir: Amm... No lo sé, supongo que no, pero no sé cómo reconocer ese sentimiento, diría que ¿No?

Como se siente el amor ¿Hay alguna señal clara? Si la hay no sirvo para captarla...

Cuando respondí, vi su cara de desilusión, se echó un poco para atrás y se quedó callada

Runa: Que mentirosa...

Zalir: ¡Yo no digo mentiras!

Runa: Claro, es cierto que no sabes reconocer el sentimiento, pero si mientes

Ella es la que está mintiendo, ¿Por qué yo mentiría respecto a mis sentimientos? 

Zalir: ¿A ver en que miento?

Runa: Te lo diría, pero no ganaría nada con eso...

Zalir: Entonces ¿Para qué hablas?

Runa: Ya lo sabes, me gusta molestarte

Río y tenía una sonrisa de oreja a oreja, irritante como siempre, sabía que no iba a ayudarme de ninguna manera...

Andras: ¿Puedo saber de qué hablan?

Yo no quería decirle de que hablábamos... Me resulta algo incómodo... Lo pensé y le dije que solo me estaba molestando con esa pregunta que hizo.

Andras: Oh... Bueno...

Runa desapareció, por lo menos tendré un poco de paz...

Zalir: Runa ya se fue...

Andras: Bien, ya vamos a dormir mejor...

Se acostó y yo me acosté a su lado, quedamos cara a cara y... tal vez fue era por el sueño, tal vez por el momento o simple curiosidad, le pregunté...

Zalir: ¿Y a ti te gusta alguien?

Su carita se volvió toda rojita, se veía tierna, se volteó para que no la viera y le pregunté si eso era un sí o un no.

Andras: ¿Qué crees tú?

Zalir: ¿Sí...?

Asintió con su cabeza y le pregunte quien era y por qué no lo invito al viaje, me puse a pensar en quién era, no se me venía nadie a la mente, todos los demonios que conoce la trataban mal, no le pudo gustar alguien que la trate mal...

Andras: Tú...

Zalir: ¿Ahh??

Andras: Me gustas tú...

Le gusto yo... Okey, calma... Son sus sentimientos no los vayas a lastimar, piensa en algo para decirle, no quiero perderla, yo le gusto... No lo entiendo... Me siento extraña, algo ¿Feliz? ¿Confundida? Tengo que pensarlo...

Zalir: ¿Yo...?

Andras: No voy a repetirlo... Mejor duérmete...

No le cuestione lo que dijo, me acomodé y cerré mis ojos para dormir, sin embargo esas palabras que dijo quedaron grabadas en mi mente, tenía mucho en que pensar...

...

Desperté y Andras no estaba en la carpa, salí y vi que estaba calentando el desayuno, dudé en acercarme a ella recordando lo que pasó ayer, Runa apareció y preguntó ¿Por qué no te acercas? Le respondí que lo estaba pensando, estaba nerviosa...

Runa: Si sigues pensando no te vas animar

Se fue y yo me le quedé mirando a Andras... Le gustó... Le gustó de forma romántica... No sabría que responderle si me lo vuelve a decir...

Ella volteó a ver la carpa y me vio mirándola, se volteó y yo sentí algo de pena por eso, me acerqué a ella y me dio un plato con la comida.

Zalir: Buenos días...

Andras: Buenos días...

Eso fue lo único que salió de nuestras bocas, fue el desayuno más incomodo que hemos tenido...

Terminamos de comer y apagamos la fogata, empezamos a guardar todo para irnos y cuando terminamos el pequeño demonio salió de su casa me lanzó una mirada seria y gritó que vaya a hablar con él a solas, Andras dijo que vaya, deje mis cosas y fui, me llevó por detrás de la casa y preguntó qué fue lo que hizo ayer.

Zalir: Tengo un tipo de control mental, con eso lo ataque para que dejara a Andras

Duende: Si, son demonios ¿Qué hacen por aquí?

Le dije que estamos en un viaje antes de trabajar o hacer otra cosa con nuestras vidas, se quedó pensando y respondió que era raro ver demonios por aquí.

Zalir: Si, pero aquí estamos, ¿Puedo hacerle una pregunta?

Duende: Claro

Zalir: ¿Cómo tienes poderes? ¿Eres un demonio?

Duende: Uhh... No, soy un duende cuernudo, y soy algo especial... Tengo poderes de nacimiento, pero los de mi especie no se explican porque, por eso estoy solo...

Zalir: Oh... Perdón por preguntar

Duende: No te preocupes, hace mucho que no hablaba con alguien, es agradable hacerlo...

Terminamos de hablar y volvimos al frente de su casa, vi a Andras estaba sentada en suelo concentrada escribiendo, se veía Linda...

Duende: Ella es linda

Zalir: Sí...

Le dije sin pensarlo, estaba algo distraída, miraba como el cabello de Andras se movía con el viento, su piel de caramelo relucía con la luz...

Duende: ¿Ella te gusta?

Y ahí reaccioné poniéndome algo sonrojada, ayer había pensado mucho en eso, le di mil vueltas en mi cabeza...

Zalir: No, bueno no lo sé, ayer me dijo que le gustaba, pero no sé si ella me gusta, nunca me ha gustado alguien...

Duende: Creería que te gusta por como la veías

Zalir: ¿Crees?

Duende: No lo sé, solo digo lo que veo

Zalir: ¿Cómo sabes cuándo te gusta alguien?

Duende: Bueno, cuando aún vivía con los de mi especie, me gustó alguien, me di cuenta porque siempre quería protegerlo, usualmente buscaba pasar mucho tiempo con él, quería...

Me describió una lista bastante extensa... Todo lo que decía se parecía a todo lo que hacía con Andras, nunca me había dado cuenta, tal vez ella me gusta... Suspiré pensando en lo que me había dicho, pensando en Andras, viéndola... Sonreí inconscientemente, el duende me preguntó si estaba bien, asentí perdida en mis pensamientos, el me empujo, dijo que hablara con Andras sinceramente, que viera mis sentimientos y le dijera todo, porque es doloroso amar y tener que ocultarlo...

Fin del capítulo...