El Contrato: Una Segunda Oportunidad Para El Amor

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A medida que pasan los días, Lincon y Yeda se acercan cada vez más, para ambos cada día es más difícil controlarse, solo ha pasado una semana, pero cada día ganado es motivo de alegría, eso es porque Yeda cree que Le gusta Lincon, él siente que ella quiere entregarse a él, pero tiene miedo de que la consideren vulgar, por eso prefiere mantener la distancia, en la medida de lo posible claro, mientras siguen trabajando juntos, siempre cerca, oliéndose el uno al otro. el olor ajeno.

Tal como Lincon prometió, hizo reemplazar todos los muebles oscuros que asustaban a Yeda, las cortinas oscuras de antes, junto con los muebles retirados de la mansión, fueron donados a organizaciones benéficas, fue idea de Lincon y esto dejó a Yeda aún más encantada.

Durante esos días Helena llamó un par de veces para invitarla a salir, pero Yeda no tenía tiempo y siempre encontraba una excusa.

Curiosamente Natan no llamó ni envió mensajes, esto se debe a que está muy conmocionado por el estado de salud de su padre, Natan siempre ha pagado mucho, pero en realidad no sabe cómo afrontar situaciones desafiantes y se desquita con todo. Bebiendo. Conociendo a su hermano, Yeda está muy preocupada e intentará averiguar qué está pasando.

...

Cuando Yeda se despertó ese sábado por la mañana, ya eran alrededor de las 8:00 am, todavía acostada en la cama, Yeda se enfrentó a la puerta de la oficina de Lincon, que se encuentra dentro del amplio dormitorio de la pareja, al ver que no había señales de que alguien hubiera pasado por allí. ... Allí, Yeda se encontró pensando en lo que podría estar haciendo Lincoln encerrado en ese cubículo.

__Quería ser una mosquita, entrar por la rendija de la puerta y ver todo lo que está haciendo ahora-Dijo suavemente y se rió ella misma.

Yeda quería saber que esconde Lincon, ya que la segunda noche juntos en esta habitación, Lincon duerme en esta oficina, sobre un colchón y siempre con la puerta cerrada, resulta que Lincon necesita quitarse sus prótesis todas las noches y en su cabeza. , Yeda sentiría miedo o incluso asco, tal como le ocurrió a Sofía hace cinco años.

Mirando al techo mientras pensaba qué hará con su merecido descanso, Yeda se sobresaltó al escuchar el timbre de su celular, al percatarse que era Natan quien llamaba, Yeda se apresuró a contestar.

Por 📱

__Hola hermano, ¿dónde has estado todo este tiempo?- Preguntó enojada mientras intentaba contener la alegría de hablar con su hermano.

___Necesito hablar contigo, ya podemos vernos- Habló con la voz un poco arrastrada, tal vez estaba borracho.

__Sí, claro, podemos almorzar juntos, pero ¿pasó algo? ¿Es grave? No me ocultes nada, por favor- Pronunció estas palabras y dejó escapar un largo suspiro mientras intentaba adivinar lo que se avecinaba.

__Realmente no cambias, cuando se ponen nerviosos se ponen a hablar jajaja, te espero en el restaurante de Bruno, ay, dijo que te extraña, te veo en un rato- Dijo y fingió una sonrisa

__Está bien, hasta luego, besos- Habló y sonrió hermosamente para luego terminar la llamada.

📴

Después de que terminó la llamada, Yeda notó que Lincon ya estaba sentado en el sillón en la esquina de la habitación y fumando un cigarro, pensando que necesitaba cuidarse mejor, Yeda se levantó de la cama, caminó hacia Lincon y luego comenzó. hablar cariñosamente:

__Sé que no tengo derecho a interferir en tu vida, pero lo hago de todos modos, así que por favor ámate más y fuma menos- Dijo y se acercó a Lincon lentamente, había unas ganas inmensas de besarlo.

Lincon solo asintió levemente mientras mostraba una pequeña sonrisa, luego de acomodarse en la silla, Lincon se aclaró la garganta un par de veces y finalmente encontró el coraje para decir lo que había que decir.

__La sesión de fotos será mañana…aquí en nuestra casa, junto a la piscina- Habló lentamente con una voz llena de miedo.

Al escuchar que Yeda tragó saliva mientras dejaba escapar un suspiro, no entiende exactamente lo que está sintiendo, pero la sensación es terrible.

__Haz lo que quieras, solo estoy aquí de pasada, pero en mi humilde opinión, no tienes necesidad de participar en algo así, quitándole la oportunidad a alguien que necesita trabajar, además, creo que es una pena venir. y codearme con otra mujer, bien delante de mí-Habló con voz firme, pero le dolía el corazón y lo peor era que no tenía idea de por qué.

Aunque Yeda logró ocultar su tristeza en su voz, su rostro pálido aún revelaba malestar.

Lincon abrió la boca, planeando hablar, pero no podía pronunciar una sola palabra, por lo que Yeda pasó como un cohete y entró al baño, quedando solo en la silenciosa habitación, Lincon comenzó a reflexionar, no entendía lo que acababa de hacer. sucedió. .

__¿Le agradaré?, se preguntó suavemente mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa.

Unos minutos después, Yeda finalmente salió del baño, envuelta solo en una toalla, su cabello goteando agua, haciéndola aún más hermosa, tratando de ocultar su mirada penetrante hacia aquella hermosa mujer, Lincon entró a su oficina, se sentó en una silla al azar y pensé durante mucho tiempo.