Cerezos De Sangre.

Han pasado dos días de aquel incidente de la casa, hoy le dije a Luna que salgamos a pasear por la ciudad, porque a eso vinimos ¿no?

La veo calmada... Eso es lo que creo yo, aunque no del todo porque hay momentos en que ella mira siempre con miedo por los ventanales, ahora puedo decir que nuestras conversaciones son más fluidas, la tarde de ayer me pidió ayuda con unos archivos que enviaron de la empresa y habían tenido bastante afluencia en el mercado extranjero, pero tenía dudas de su comentario para con los trabajadores, ya que ella siempre se refiere a que los trabajadores son la pieza fundamental en la empresa Prioste.

Si la veo desde el punto de vista distinta a que es mi jefa, pues es una buena jefa, siempre se preocupa por cada detalle así sea el más mínimo, quiere que su trabajo en conjunto con lo de la empresa tenga una buena perspectiva de negocio.

Y bueno desde mi punto de vista, su papel de esposa, pues... Digamos que solo somos dos desconocidos casi ya amigos que se están conociendo estando ya casados. Realizamos el segundo paso antes de hacer el primero, el de conocernos, a veces sonríe por alguna cosa que digo y ella al notarlo que la miro se sonroja, no quiero ser demasiado engreído, pero sé que le gustó aunque sea un poco, sé que no le soy indiferente en un punto de vista de gusto y aceptación. También sé que vanidoso no soy, no me considero un hombre de mala reputación, tengo mi autoestima con buena base y pues me acepto tal y como soy, o sea soy un hombre guapo, con estándares altos en la empresa y en lo personal.

Estoy aquí abajo esperando a que ella baje, es una cena casual en un restaurante con vista al mar, sé que le va a gustar, el clima está perfecto, es un otoño no muy frío, así que elegí una camisa color café y cuando la veo como baja vestida, me quedo perplejo... Ella es muy guapa.

Bueno me sonríe 😊 y nos vamos a nuestra cena. La música nos acompaña y ella deja que su cabello vuelo junto al viento, yo solo la observo de vez en cuando.

Llegamos y las miradas de los hombres y también mujeres se sienten más... Ella entra primero y bueno yo, yo observo a mi esposa orgulloso de ser su esposo.

Entre risas cenamos y pedimos una botella de vino para acompañar.

• Sabes que no puedo beber mucho, porque tengo que conducir y son casi treinta minutos para volver a casa.

• Sí lo sé, pero no creo que con unas copas te embriagues.

(Risas)

• Bueno señora Luna no tuvimos la oportunidad de brindar en nuestro matrimonio así que hagamos el brindis aquí.

• ¡Estás seguro!

• Pues claro que sí.

Ricardo... Verla sonreír de esa manera es lo más maravilloso que puedo ver y disfrutar de ella.

Cruzamos torpemente las copas y brindamos...

• Brindemos por ... Que sea por el tiempo que estemos casados.

• Ahora yo. Luna brindemos por el enorme gusto que siento al tenerte aquí en una cena como amigos siendo esposos.

• Gracias por la paciencia y aceptación que has tenido para conmigo.

¡Salud!

¡Salud!

... Sin pensarlo hemos pedido dos botellas, tenemos en nuestra mesa una tabla de frutas, embutidos, galletas, quesito crema que está muy sabroso, las uvas jugosas.

• Sabes que Ricardo, en mi vida he disfrutado tanto una comida.

• Gracias, debe ser por la compañía.

(Risas)

• Sí, no puedo negarte que todo está delicioso. Y ese vino es muy dulce y delicioso.

• Luna... Hagamos de esta salida una costumbre, que siempre tengamos una cena para poder aprender y conocernos más uno del otro.

• Sí, me parece genial.

• Entonces brindemos por nuestra salida en compañía de una cena deliciosa y buenas copas de vino.

Luna...

La cena fue genial, la pasamos bien, ahora el problema era como nos regresamos, aunque Ricardo no parecía estar ebrio, pues si era peligroso si algún policía nos encontraba así. Digo así, porque yo sí que estoy viendo borroso y hasta veo a todos de forma divertida. Ricardo hace una llamada y llega después de unos minutos el chófer, parecemos niños. El señor Hugo sonríe al vernos.

Ricardo me abre la puerta del auto y vamos camino a casa.

No sé ni de lo que estoy hablando, solo me parece muy gracioso lo que Ricardo me dice, sus bromas, sus anécdotas muy peculiares diría yo, a lo que entiendo o lo poco que entiendo.

Llegamos y Ricardo me ofrece su mano, bajamos y por mi torpeza que traigo por el alcohol en mi cuerpo, al subir el escalón me doy un tropiezo que por mi estado no sentí el dolor, solo fue el golpe y ya.

• Luna, espera te ayudo, toma mi cuello y afírmate fuerte para llevarte hasta la cama.

• No te preocupes estoy bien.

• No, si me preocupó. Vamos a la cuenta de tres. Listo uno, tres.

• Té falto el dos.

• Ya no había tiempo para el número dos, ahora si te tengo.

Ricardo...

La dejo en la cama y le quito sus zapatos los cuales le jugaron una mala pasada al subir, tiene el tobillo hinchado, voy a la cocina por una compresa de gel fría para aliviar esa hinchazón.

Me asusto al ver a mi nana...

• Nana, pero que haces despierta a esta hora. Ve a descansar.

° Ya voy hijo, solo vine a revisar que todo quede limpio.

• Así lo dejaré, solo necesito una compresa de gel para Luna.

° ¿Que sucedió?

¿ Esta bien la niña Luna?

• Sí nana, solo fue su tobillo. Pero no te preocupes, ahora tomo esto y me voy a descansar también, así que vamos los dos, porque si te quedas aquí, buscaras la manera de seguir haciendo algo y no te irás a dormir, te conozco nana.

° Está bien. Está bien ya me voy.

• Que yo te vea, así que me voy después de ti, yo apagare las luces.

Mi nana se marcha entre risas. Subo y veo que Luna, se ha quitado la ropa y trae puesta mi camiseta, no quiero ser un aprovechado, pero deja ver parte de su trasero, trato de no mirar, jamás me sentí tan tentado.

Hago mi mayor esfuerzo y la cubro con la sábana, le coloco el gel frío y ella reacciona al contacto.

• Hay... Está frío. Muy frío.

• Lo siento, pero es para que alivie la hinchazón.

• Tan mal se ve.

• No te preocupes descansa, yo voy a aplicar el gel un par de veces más y luego te voy a untar una crema para que te alivie.

• Gracias por todo, gracias Ricardo.

Luna...

Ricardo es amable conmigo, así que me siento en el borde de la cama, tomo su rostro y sin pensarlo le estampó un beso en sus suaves labios, él se sorprende y luego me sigue...