Kristy se casa enamorada de lo que ella cree es el hombre perfecto, pero en plena boda se entera de que solo fue el objeto de un venganza. la vida de Kristy da un vuelco repentino y todo los que ella creía se cae en pedazos incluyendo la imagen de su propio padre.
por su parte Alexander deberá decidir su venganza o termina por olvidar todo y dejarse llevar por los sentimientos que tiene por Kristy
NovelToon tiene autorización de Hina W para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
viaje
Kristy
Otra vez discutía con Alexander, no se porque quería forzarme a hablar de algo con lo que no me sentía cómoda, esas imágenes rondaban por mi cabeza a cada momento y escuchar a mi padre reír mientras ella lloraba fue demasiado fuerte, doloroso y traumático, no entendía cómo alguien podría disfrutar de esa forma del dolor de otro y ese alguien no era más que el hombre que admiré por años, crecí con la imagen de un hombre intachable, respetuoso y ahora me daba cuenta que él no era nada de lo que aparentaba ser.
No quería pensar, ni recordar ni ahondar en mi vida, preferí hacer algo por él, algo que me hiciera sentir mejor, se que la extrañaba y que se sentía solo ya me lo había dicho, entonces creí que hacer cosas que ella hacía aliviaría un poco su corazón, quería que dejara de sentirse solo, si talvez no fue la mejor forma pero juro que lo hice con la mejor intención.
Terminé sacando todo, desde la boda, los días en esa casa donde no hice más que llorar y suplicar porque todo acabará, por despertar de esa pesadilla, su expresión dolió no puedo negarlo, pero él me presiono me hizo sacar cosas que yo me había jurado no volver a recordar, dolía, aún lo hacía.
Quería conocerlo, ver más allá de lo que me había mostrado, pero se que no es fácil, el daño sigue aquí y odio sentirme así.
Cenamos en completo silencio ninguno de los dos dijo nada, me sentí muy incómoda, estaba serio y distraído y había culpa en su mirada, entendí que él no iba hablarme y pues yo tampoco encontré las palabras para decir nada.
Llevaba más de una hora dando vueltas en la cama, intentando dormir pero eran en vano todos mis intentos, no dejaba de pensar en él, estos días había estado durmiendo super cómoda en sus brazos y con su aroma y ahora me hacía falta.
De tanto dar vueltas quedé boca arriba, con las manos acariciando mi vientre.
-¿Tu padre ya estará dormido?- indague a la personita diminuta dentro mí-.
Sabes lo extraño, tu también verdad- volví a preguntar, tenía cuatro meses ya, el pequeño bulto cada día se hacía más notable- ¿será que vamos a verlo?.
Cómo si fuera cosas del destino o la afirmación de que hiciera lo que mi corazón pedía, el pequeño ser dentro de mí empezó a moverse, un golpeteo suave y calmado, pero envió una corriente de emoción por todo mi cuerpo, era la primera vez que lo hacía, no pude evitar sentirme emocionada y lágrimas de alegría salieron brotaron de mis ojos, sin pensar de más salí por Alex sabía que él también se emocionará por esto, debía decirle.
Al entrar me encontré con él saliendo del baño de su habitación, vestía solo un pantalón de lana largo, su torso estaba completamente desnudo, dejando ver lo marcado que estaba su cuerpo, el tatuaje en su vientre bajo y el de su pectoral izquierdo llamaban demás la atención, contrastaba de forma perfecta con su cuerpo, sostenía una toalla secando sus cabellos húmedos, que indicaban que acababa de darse un baño.
Trate de desechar los pensamientos lujuriosos que pasaron por mi cabeza, no había venido a eso, pero antes de poder formular palabras él se acercó deteniéndose a centímetros de mi.
-Te quedaste sin habla, tan sexy luzco- dijo aquello con voz ronca y una sonrisa ladeada que me hizo erizar, odiaba que me sonriera así, lograba hacerme ceder-.
Tomó mi cintura, mientras acariciaba mi rostro con la punta de su nariz y aspiraba mi aroma, su respiración se sentía pesada, pegó más su cuerpo contra mí y pude sentir su firme erección chocar contra mi cadera.
-Eres hermosa sabes- dijo esto mordisqueando mis labios-
De pronto nuestro pequeño bebé volvió a moverse, haciendo que recuperará la cordura.
-Alex espera no vine a eso- traté de alejarlo, pero él apretó fuerte mi cintura y se apoderó de mis labios, un beso cargado de deseo y lujuria, sentí como mi entrepierna temblaba por la embestida de su lengua en mi boca- Alex…..
Siguió besándome de esa forma tan vulgar, a la cual yo estaba perdiendo la voluntad estaba por ceder, cuando de pronto bajó su mano por mi cuerpo, para llegar a mi entrepierna cuando sus acciones se vieron detenidas por un pequeño movimiento en mi vientre.
-¿Qué carajos?- dijo separándose de mis labios, mientras veía mi vientre con sorpresa-
-Es el bebé- le dije, causando una reacción bastante graciosa de su parte- se está moviendo.
-Desde cuando Kristy- pregunto con emoción, mientras ponía su mano en mi vientre, y sonreía antes los movimientos de su hijo-.
-Desde hace un rato, vine a decirte pero no me dejas hablar- me miró con coquetería-.
-No me culpes, tú eres la culpable, entras y me miras con esos ojos que llenos de lujuria, que no me pude controlar- lo mire indignada, aunque sabía que tenía razón, verlo así despertó el deseo en mi.
-Eres tú el que se lanza dónde mi, sin dejarme hablar y ahora me culpas- empezó a reír mientras me alzaba y daba vueltas conmigo en sus brazos- eres increíble, gracias por ésto- toco mi vientre mientras me acostaba en la cama- no sabes lo feliz que me hace la llegada del bebé.
Acaricie su mejilla, mientras lo veía fijamente repasando sus rasgos, sus ojos eran hermosos, la forma de sus nariz, me preguntaba si mi bebe se parecía a él.
-Ves tú empiezas, es imposible que me veas así y no provoques bajas pasiones en mi- dijo, tomando mi cabeza entre sus manos, mientras posaba su cuerpo sobre mí- me encantas nena.
-Eso dices ahora, ya quiero ver cuándo mi barriga esté tan enorme que no puedo levantarme sin ayuda- me observó de forma perversa, haciendo erizar-.
-Nada va impedir que te haga lo que voy hacer ahora- sin más me dió un casto beso en los labios, mientras se sentaba sobre mi sin dejar caer todo su peso, haciéndome levantar mis caderas para quitarle el camisón- ni siquiera tu vientre abultado, dijo sobre mal labios mientras dijo aquellas palabras que me dejaron helada por unos segundos.
-Te amo, Kristy, siempre lo he hecho y juró que voy a demostrarlo cada segundo desde hoy, voy a darte tanto amor que vas a tener que pedirme que pare- jadeé ante sus palabras, que me llenaron el corazón, de una forma inexplicable, lo miré y está vez fui yo la tome sus labios instándole a seguir con lo que había empezado hace unos minutos atrás.
Lo ví recorrer mi cuerpo con besos cálidos y tiernos, se detuvo en mi vientre acariciando con sus nariz el lugar, para luego llegar a mi entrepierna, hizo que mi piernas se apoyaran en sus hombros mientras él se apoderaban de mi sexo, palpitante, húmedo, y deseoso de atención.
Deje caer mi cabeza hacía atrás, dejando que mi cuerpo disfrutará de todas las sensaciones que Alex me estaba provocando, perdió la cuenta de las veces que me corrí, las piernas me temblaban, pero Alex ahora me embestía de forma rápida y con rudeza con su miembro….
Perdí la noción del tiempo en ello, solo se que termine, agotada, extasiada y completamente plena.
-Nena te gustaría acompañarme a un lugar mañana- preguntó mientras yo recogía mi cabello, y trataba de recuperar el aliento-
-Qué tipo de lugar- me recosté en su pecho, aspirando su aroma sintiendo como el cansancio me vencía-.
-Te mostrarte parte de lo que soy, quieres ir- beso mi frente mientras yo asentí y me dejaba llevar por el sueño placentero que me invadía-.
Mientras ellos descansaban luego de agotada faena Sean estaba al borde un ataque de coraje.
Su padre lo había hecho hacerse cargo de la hija de un amigo que estaba de viaje, pero aquella chica era todo menos bien portada, era un verdadero dolor de cabeza, justo volvían de la estación de policía ya que la chica se había metido en otro lío.
-Katie me puedes explicar que carajos hacias en esa fiesta, no fui claro al decir que no podías decir- Katie era aquella chica tenía 19 años, pero no sabía comportarse y menos seguir reglas, su padre estaba siendo amenazado por enemigos y la envió esperando que Sean pudiera cuidarla y a la vez hacerla madurar-.
-Te dije que no me la voy a pasar aquí encerrada, soy joven quiero disfrutar de eso- le reclamaba ella, en desacuerdo a la arreglas que este le había impusto- tenía una vida y de la nada me hacen cambiarla de lugar y me obligan a vivir con un troglodita que solo sabe dar órdenes-.
-Eres una mocosa mal educada- Soltó con desagrado- prepara un pequeña maleta mañana vendrás conmigo- le dijo de forma tajante-
-¿Qué? no iré a ningún lado contigo, quedamos en que me quedaría aquí- se negó ante aquella orden-
-Eso fue antes de que desobedecieras, ahora prepara la maleta, no vas quédarte aquí- Katie tenía el don de hacerlo perder la paciencia, tenía un mes allí con él, y sentí que había sido toda un eternidad-.
-No es justo, no eres mi padre, ni mucho menos mi pareja porque debo seguir tus órdenes.
-Porque lo digo y punto- quedó a centímetros de ella, con su aura dominante y mirada penetrante- aquí mando yo, y tú o sigues las reglas o te atienes a las consecuencias-.
Katie lo miró mientras tragaba con dificultad, Sean era un hombre muy apuesto, tenía toda la pinta del típico chico malo que encandilaba a toda chica joven, y ella no estaba exenta de eso
Y Sean pues bueno ella lograba sacarlo de su estado de paz, le atraía era una chica de 19 y el de 28 pero eso no impedía la tensión sexual que había entre ambos, se había contenido con ella, pero en otra ocasión le había enseñado cómo se pagaba desobedecer, la vio irse a su habitación, mientras él resoplaba frustrado en cómo haría estos dos días para lidiar con ella, en aquel sitio sin duda sería un fin de semana difícil.