La prestigiosa clínica San Ángel será el escenario donde el apuesto y talentoso residente de medicina Caleb Rossi, conocido por su mirada crítica y exigente, desprecia el amor que le profesa la encantadora también residente de medicina Juliette Di Marco. Atrapado en lo estereotipos superficiales, Caleb subestima el corazón generoso y la inteligencia brillante de Juliette, simplemente por su figura curvilínea.
A medida que los años pasaron, Juliette no solo supera los desafíos profesionales, sino que también florece en su carrera médica, demostrando que el valor de una persona va más allá de las apariencias. A pesar de los diferentes desafíos y el dolor, Juliette encuentra fuerza en su determinación y apoyo en colegas que valoran su verdadero potencial.
El destino les dara una segunda oportunidad cuando ambos se encuentran trabajando juntos en la misma clínica, Caleb, ahora debería afrontar sus propios arrepentimientos al darse cuenta de la increíble mujer que ha estado frente a él
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Capitulo 23
El día amaneció sumamente hermoso, Juliette despertó y se encontró entre los brazos de Caleb, lo miraba dormir y le parecía lo más sexy que había visto.
Se sonrojaba al recordar 2 dos últimos días con Caleb, desde la cena romántica no habían dejado de amarse. Estaba tan feliz que se sentía en un sueño del que no quería despertar.
Se acordó que hoy debía retornar su trabajo en el hospital, así que como aún era muy temprano se levantó, con mucho cuidado para no despertar a Caleb y se fue a duchar.
Estaba relajada debajo de la ducha cuando sintió que Caleb la abrazaba y le decía al oído.
- ¿Por qué me dejaste solo? No me gusta despertar y no verte junto a mí.
La volteo y la beso con demencia. La pasión se encendió y terminaron haciendo el amor en la ducha.
Al salir Juliette le dijo a Caleb en modo de broma
- Amor, por favor, déjame recuperarme un poco antes de que vuelvas al ataque.
Caleb soltó una gran carcajada y Juliette se sonrojó.
Él se acercó y le dijo.
- Lo siento, pero después de que descubrí el paraíso que es ese cuerpo no puedo parar. - le dijo para luego verla pícaramente mientras se mordía el labio inferior.
- Ya basta, vamos a vestirnos. No puedo llegar tarde al hospital.
- Como usted ordene. - dijo divertido Caleb
Se terminaron de arreglar, tomaron un desayuno ligero y salieron al hospital.
En el camino Caleb tomo la mano de Juliette y le dijo.
- Me encanta esto. No me disgustaría empezar así todos los días y luego ir así al trabajo contigo.
Ella le sonrió y beso su mano.
Llegaron al hospital y cada uno se fue a cambiar para empezar su jornada.
Juliette caminaba por los pasillos del hospital con una mezcla de emociones. Había extrañado su trabajo durante su reposo, pero también estaba ansiosa por enfrentarse nuevamente a las demandas del hospital. Mientras caminaba por los pasillos familiares, se encontró con el doctor Leonardo.
- Juliette!!! Volviste, que alegría - la saludo Leonardo con entusiasmo, sus ojos brillaban con una chispa especial al verla - ¿Cómo te sientes? ¿Lista para volver?
- ¡Hola, doctor Cappelletti! - saludo Juliette sintiéndose un poco nerviosa ante la mirada intensa de Leonardo - Sí, estoy lista para retomar mis responsabilidades.
Leonardo asintió con una sonrisa, pero algo en su expresión hacía que Juliette sintiera en ligero nerviosismo en el fondo del estómago. Durante su convalecencia el le escribía a diario, recordó el hermoso ramo de flores y la tarjeta. Todo esto insinuaban algo más que amistad, pero no quería abordas ese tema, ella estaba con Caleb y no quería crear momentos incómodos con su regreso.
- Bueno, estoy seguro de que irá muy bien - dijo Leonardo finalmente, rompiendo el breve silencio que se había formado entre ellos - Si necesitas algo, no dudes en decírmelo.
- Gracias, doctor. Es usted muy amable. - respondió Juliette con una sonrisa agradecida, aunque seguía preguntándose en su interior si su amabilidad ocultaba algo más profundo.
Con un intercambio de sonrisas incómodas los dos médicos se separaron para comenzar sus respectivas jornadas laborales. Mientras Juliette se sumergía en su trabajo, no puedo evitar preguntarse si tal vez Leonardo había tratado de decirle algo durante todo ese tiempo. Y con esa pregunta flotando en su mente, la mañana transcurrió con una sensación de intriga y anticipación en el aire.
Juliette entró en la sala de descanso, buscando un momento de tranquilidad antes de volver a sus responsabilidades. Sin embargo, su paz se vio interrumpida cuando se encontró con Brigitte.
Brigitte estaba sentada en una esquina de la sala, con expresión de molestia clara en su rostro. Su mirada reflejaba una mezcla de ira y decepción mientras miraba a Juliette.
- ¡Oh, eres tú! - exclamó Brigitte con tono de desdén - Regreso al hospital la razón por la que Caleb me dejó.
Juliette se sintió incómoda ante la acusación directa de Brigitte. Sabía que la relación entre ella y Caleb había causado tensiones entre el equipo de emergencia. Pero nunca había querido herir a nadie.
- Lo siento, Brigitte. No fue mi intención causar ningún daño - dijo Juliette con sinceridad, tratando de mantener la calma a pesar del ambiente tenso.
Brigitt soltó un gran suspiro exasperado y cruzo los brazos y las piernas, mirando fijamente a Juliette.
- La verdad no sé que vio en ti, tú ves el cuerpo que yo tengo, medidas perfectas y todo en su perfecto lugar, soy buen médico, pero bueno, no importa. Lo hecho, hecho está. Solo espero que Caleb se dé cuenta de su error y vuelva conmigo - dijo Brigitte con amargura.
- Entiendo que estés herida, Brigitte. Pero a veces, las cosas simplemente no funcionan como esperamos. Espero que puedas encontrar la paz y seguir adelante - respondió Juliette, tratando de transmitir comprensión con sus palabras.
Brigitte asintió con resignación, pareciendo un poco más tranquila ante la respuesta de Juliette.
- Gracias, Juliette. Supongo que solo el tiempo dirá que separa el futuro - dijo Brigitte, con tristeza en su voz.
Juliette asintió en silencio, sintiendo una mezcla de compasión y tristeza por la situación. Juliette esperaba que Brigitte encontrará la felicidad muy pronto. Con este pensamiento en mente, dejaron de lado sus diferencias momentáneamente y continuaron con sus respectivos descansos, cada una perdida en sus propios pensamientos sobre lo complicado que puede llegar a ser el amor.