EXTRAÑANDO-TE

(Pov Saroth.)

—Hoy debía pedir disculpas, así que pasé por una repostería para comprar un postre para pedirle disculpa a Mia por como le hablé ayer, ella solo estaba preocupada por mí y yo le respondí de la peor manera, espero y no se lo haya tomado personal. No sabia que postre comprarle, quise comprarle de vainilla, o de fresa, de chocolate, de caramelo, no sabía cuál comprarle, así que le compré uno de casa sabor, se que es mucho... pero no sabía que le gustaba. Los dejé en su escritorio con una nota que decía.. "Discúlpame por lo de ayer, espero estos postres puedan endulzar tu día, ya que ayer te lo amargue un poco". Podría decírselo yo misma, pero así estaba bien.—

—Ayer fui a cenar con mi madre, y al parecer ya se enteró de que Alice volvió a la ciudad. Me pidió poner fecha para la boda, eso me cayó como agua fría, ¿que se supone que deba inventarme ahora.? ¿o es que ella piensa que ahora que Alice volvió a la ciudad volveré con ella.? Sí es así... esta bien equivocada. Estaba revisando unos papeles cuando entró Mia, me saludó...—

Mia: Buenos días, señorita Russell.

—De mala gana (porque me llamo señorita Russell.)pero con una sonrisa en mi rostro le respondí.—

Saroth: Buenos días, señorita Mia.

—Solo cruzamos esas palabras y fue a su lugar de trabajo. Al ella darse cuenta de lo que tenia en su escritorio, se cruzó de brazos y me volteó a ver, yo que la estaba mirando... retire mi mirada rápido. Luego de un rato, la vi parada frente a mí, con los postres en sus manos.—

Mia: Señorita Russell, ¿que cree que hace.?

—Levanté la mirada, ella tenía una mirada diferente, como si ahora solo me tratara como su jefa.—

Saroth: Leíste la nota.?

—Le pregunté colocándome de pie.—

Mia: Así es. Pero que hace.?

Saroth: Es mi forma de disculparme por como te hablé ayer. No sabia cual te gustaba por eso compré de todos los sabores.

—Le dije con una sonrisa en mi rostro, pero ella estaba seria.—

Mia: No tenía que comprarme nada, usted tiene razón, yo solo soy su asistente, no tengo porque meterme en su vida personal, fue mi error, eso no volverá a pasar. Y sobre los postres... no los quiero.

—Dijo. Acaso ella rechazó mi disculpa.?. Ella Dejó los postres sobre el escritorio y fue a su lugar de trabajo. Sentí una presión en mi pecho ante sus palabras, ella parecía otra personal a la de ayer, y sé que fue por mi culpa,  le hable feo cuando ella solo quería saber como estaba, fui muy boba, muy tonta, se supone que ella me gusta... pero ayer le hice saber otra cosa. Suspiré y me senté de nuevo, marque a Sue y le pedí que viniera.—

Sue: Sí, señorita Russell.?

—Preguntó ella entrando a mi oficina. Sin levantar la mirada le respondí.—

Saroth: Toma esas bolsas y has lo que quieras con eso.

—Dije enojada conmigo misma. Ella tomó las bolsas y dándome las gracias salió de mi oficina.  Un poco más tarde, Mia se acercó. Hice como si no me había dado cuenta.—

(Pov Mia.)

Mia: Señorita Russell, a las 10 tiene una reunión con un nuevo cliente, usted no tendría que salir, la reunión la tendrán aquí. A las 12 tiene una comida con el señor walter, y solo le quedaría una reunión pero ya seria aquí en la oficina, eso es todo.

—Hable tan rápido que cuando levante la mirada Saroth estaba sonriendo, se veía hermosa, se ve hermosa cuando sonríe, pero estaba un poco enojada con ella. Iba a volver a mi lugar de trabajo cuando ella me habló.—

Saroth: No esperarás si tengo algo que decir.?

—Me detuve, di media vuelta y volvi.—

Mia: Disculpe, señorita Russell.

Saroth: Odio que me digas así.

—Dijo volviendo a su trabajo. Yo me quedé sorprendida, no pensé que me lo diría, pero haré como si no supiera de lo que habla. y sobre sus disculpa... no las acepté, y no fue porque no quería, solo que ella tenia razón, y no debe Disculparse cuando uno tiene razón.—

Mia: Que odia, señorita Russell.?

—Ella volteó a mirarme rayado, quise reírme pero me aguante. Después de un rato de mirarme con ganas de ahorcarme decidió hablar.—

Saroth: Dile a la persona de las 4 que cambiaremos su reunión para mañana a la mismo hora, no volveré a la empresa después de salir.

—No volvería.?, sé tomará la tarde libre.?, porque.?, tiene problemas, por eso estaba ayer así.?—

Saroth: Eso es todo. puedes irte.

—No quería moverme, quería saber que le pasaba, pero sabía que no tenía el derecho, que no debía preguntar sobre su vida personal, que no debía entrometerme en su vida, pero igual tenía curiosidad. No me quedó más que otra y tragarme todas mis preguntas.—

Mia: Bueno, señorita Russell.

—Dije, di media vuelta, mientras iba a mi lugar de trabajo a pasos lentos... miles de posibles  respuestas a mis preguntas pasaban por mi mente, y unas de ellas era "Será que se verá con el señor Miller y pondrán fecha a su boda"?, pero eso me sonó más a pregunta que respuesta, seguía si saber la razón de la cual no vendría a la empresa hoy en la tarde.—

—El cliente de las diez estaba ya aquí, Saroth estaba hablando con él, pero no podía escucharlo muy bien. Yo solo tenia mis ojos en Saroth, ella parecía disfrutar lo que hacía, su rostro cambiaba mucho cuando hablaba de su trabajo, cuando le daba alguna idea a sus clientes, cuando le gustaba lo que los clientes proponían, o cuando a los clientes le encantaban lo que ella les proponía, era un brillo en sus ojos que solo veía cuando hablaba de su trabajo con los clientes, era asombroso todo, era realmente hermosa. Estaba tan concentrada observándola que cuando ella me llamó solo pude sonreír como estúpida. Ella sacudió su mano varias veces, entonces sacudí mi cabeza, me levante y fue con ella.—

Mia: Sí, señorita Russell.?

Saroth: El es el señor Carson, señor Carson, ella es mi asistente, la señorita Smith.

—Nos presentamos estrechandonos las manos, pero no entendía nada, por que me presentaba con él.?—

Saroth: Bien, señorita Smith, el señor Carson quiere preparar la habitación de su bebé que viene en camino, y es una niña, y ya que usted tiene una... él  quiere que usted le de algunas ideas adecuadas para una niña, por eso ha venido a nosotros.

Sr Carson: Eso es cierto, y antes que se pregunte por mi esposa... como le dije a la señorita Russell, ella no pudo venir, nuestra bebé esta en su últimas semanas, así que ella no se puede estar moviendo mucho, por eso no pudo venir, pero ella confía que la señorita Russell... le hará el mejor diseño para nuestra bebé.

—Para ser sincera.. si me estaba pregunta donde estaba la mamá, ya que ella debía estar presenta para algo así, pero el señor ya me resolvió esa duda.—

Mia: Realmente cuando se decora la habitación de un bebé... el diseño se basa en las cosas que le gustaba a la madre de pequeña o las tendencias que hay por esos días, ya que no sabemos que realmente le gustará al bebé, pero ya que la madre del bebé no vino... ya tocaría elegirlo como... esto le gustaba a ella, esto me gustaba a mí, o le mostramos varias tendencias que hay, entonces usted elige el dibujo que más le guste, entonces allí  vendrá la magia de la diseñadora... después que usted le diga quiero este dibujo... ella ya lo hará más personalizado... eso sí, llevará los mismo dibujos que usted escogió... solo será o serán los diseños diferente, ya que vendrían personalizado.

—Al finalizar vi como Saroth y el señor Carson me estaban mirando mientras sonreían, entonces me avergonse  un poco.—

Mia: Disculpen... creo que me regué un poco.

—Dije bajando la mirada.—

Saroth: Lo que acabas de decir creo que le ayudo mucho al señor Carson, ya que su rostro demuestra que ya encontró el diseño que buscaba.

—Levanté mi mirada, lo volteé a mirar y el afirmó con la cabeza.—

Sr Carson: Es usted muy buena, a mi esposa le encantará el diseño de la habitación de nuestra bebé, gracias señorita Smith.

—Dijo con una sonrisa en su rostro, le devolví la sonrisa. Me gustó haber ayudado en algo. El señor Carson comenzó a indicarle a Saroth lo que quería para la habitación de su bebé, lo que él quería era perfecto para un bebé, realmente quedará hermosa la habitación, Saroth iba dibujando lo que ll señor decía en la tabla gráfica y eso se reflejaba en la laptop, recuerdos me llegaron de cuando estaba decorando la habitación de mi bebé junto a Joyce, ambas la decoramos y para ser sincera... para alguien que no sabe mucho sobre eso... nos quedo espectacular. Al ver como el diseño iba agarrando forma y color... supe que ella amaba lo que hacía, amar es poco para alguien que le brillan los ojos cuando ésta  hablando o diseñando, me gusta verla sonreír. El borrador del diseño era hermoso, al señor Carson le encantó..—

Sr Carson: Mi esposa tiene razón... usted es increíble señorita Russell, a mi esposa le encantará.

—Dijo emocionado.—

Saroth: Me halaga señor Carson, yo solo hago mi trabajo. Espero que el diseño sea del agrado de su esposa e hija. Se lo mandare por correo para que su esposa lo vea y me diga que hay que mejorar.

Sr Carson: No se preocupe, a ella le encantará, ella ama a los pandas, tanto así que cuando está molesta conmigo... usa a su peluche de panda para cubrir mi espacio en la cama y abrazarlo en mi lugar, estoy seguro que  este diseño le encantará.

—Ver lo emocionado que él estaba... me contagió, ahora yo estaba emocionada, él me hizo acordar a mi hermano, tenía la misma emoción cuando estaba decorando la habitación de su hija antes de nacer,(en la otra casa, donde vivías con mi hermano y mi cuñada.) lastima que la disfrutó  poco. Sin darme cuenta una lágrima recorría mi mejilla izquierda, me la limpie, pero eso provocó  que más salieran, entonces me disculpe, y salí  de la oficina directo al baño.—

Mia: Vamos Mia, no puedes llorar aun por tu hermano, ya son casi cuatro años de su partida.

—Me dije a mi misma lavándome  la cara en el lavabo, me miré en el espejo, tome papel y me saqué la cara, tomé aire y fuerza, y salí. Entré a la oficina que aún estaba abierta, Saroth estaba con sus brazos cruzados parada frente a la gran ventana observando quien sabe que. Iba a mi lugar de trabajo cuando ella me habló.—

Saroth: Te encuentras bien.?

—Frené  en seco, maldicí  para mis adentro y di media vuelta, ella aún estaba de espalda, como supo que estaba entrando.?—

Mia: Estoy bien.

—Ella se dio la vuelta, soltó sus brazos, se subió un poco las mangas de su camisa y se las llevó sus manos a los bolsillos de su pantalón de seda. ¡dios!, acaso hace ejercicio.?, que brazos.—

Saroth: Estas segura.?, ahora rato parecía otra cosa.

Mia: No se preocupe, señorita Russell, estoy bien.

—Quería usar las misma palabras que ella usó conmigo, pero no lo haría, cuando ella me dijo esas palabras... me dolieron, solo no quiero que ella sienta lo mismo.—

Saroth: No insistiré, si lo dices... es porque es así. Gracias por lo de ahora rato, fuiste de mucha ayuda, gracias.

—Ella podía ser dulce y sexy cuando quisiera, pero también podía ser dura y mandona  cuando quería, y ahora estaba en el modo dulce y sexy, pero no caería tan rápido. Ella regreso a su asiento.—

Mia: No creo que haya ayudado mucho.

—No es que quería ser modesta, solo estaba diciendo la verdad, no creo que haya ayudado mucho.—

Saroth: Eres demasiado modesta, realmente ayudaste mucho, le ayudaste a despejar su mente y sus ideas.

Mia: Sí usted lo dice, bueno.

—Dije para luego ir a mi lugar de trabajo. la mañana de hoy iba terminando con una sonrisa en mi rostro, y espero todo el día siga así. Salimos a las 12:30 para la comida que tenia ella con el señor Walter. Llegamos al restaurante, saludamos, el señor Walter estaba con su señora, lo sé porque así la presentó. Estábamos almorzando, ellos hablando pero yo no entendía nada, no sabía de qué estaban hablando, así que solo me dedique a escuchar y ver a Saroth. Estamos comiendo el postre cuando una mujer se acercó a saludar, pero al parecer ella y Saroth se conocían, ya que el semblante de Saroth cambió radicalmente. Quien era esta mujer.?, por que el semblante de Saroth de hace no mucho cambió tanto en pocos segundo.?, acaso fue ella que la dejó  de mal humor ayer.?—

-Hola, buenas tardes. Saroth, como estas.?

—Saroth.?, por lo que sé, solo las personas cercanas a ella la llaman así, quien era ella.?—

Sr Walter: Quien es la señorita aquí presente, señorita Russell.?

—Preguntó el señor Walter mirando a Saroth, ella fingió una sonrisa y respondió.—

Saroth: Ella es una amiga de la infancia, pero creo que ella solo pasó a saludar, ¿no es así.?

—Amiga de la infancia.?, al ver la expresión de Saroth... no creo que fuese su amiga. La señorita presente, sonrió y asintió.—

-Así es, no quiero molestar, pasaré por tu oficina para que nos pongamos al corriente de todo, amiga.

—Por qué ese "amiga" me sonó más fingido que la sonrisa de Saroth ahora mismo.?, creo que ellas tenían una historia, y la verdad... espero y no sea lo que estoy pensando. Saroth asintió y ella se fue, apenas ella se fue el rostro de Saroth se veía ahora con enojo, y ahora más que nada tenía más curiosidad por aquella chica, que para ser honesta... era bien guapa. El almuerzo terminó, Saroth y el señor Walter quedaron en que Saroth pasaría por su oficina para firmar los documentos, y yo seguía perdida sobre que documento iban a firmar. El señor Walter y su señora se fueron, Saroth se ofreció a llevarme a mi casa, ya que ella no iba a la oficina no era necesario que yo volviera.—

Saroth: Te dejaremos en tu casa, no es necesario que vuelvas a la oficina, ya que yo no estaré.

Mia: No se preocupe, señorita Russell, yo puedo tomar un taxi.

—Le dije mirándola, ella aunque parecía un poco cansada... se negó a dejarme allí.—

Saroth: Por qué eres tan terca, no te estoy pidiendo permiso para llevarte, estoy diciendo que te llevaré a casa, así que indícale  al chófer tu dirección.

—Y ahora por que me estaba regañando.?, nada más me hubiera dicho que no aceptaba un no por respuesta, porque hablarme así.?. Ella subió al auto y me indicó que yo subiera, no dije nada más y me subí. Ya estando en marcha, le dije donde vivía al chófer. El camino fue algo incómodo, por lo menos para mí, Saroth solo miraba por la ventana sin decir nada, y supuse que era por esa chica de ahora rato, pero sabiendo como fue ayer conmigo... ella no me dirá nada si me atrevo a preguntar, también tengo miedo que me hable igual que ayer si le pregunto. Llegamos a mi condominio, me despedí.—

Mia: Gracias por traerme, aunque no era necesario.

Saroth: Aquí vives.?

—Me preguntó mientras observaba, luego se bajó del auto, ¿a donde va.? me bajé  también.—

Mia: Que hace.?,  no se iba.?

—Le preguntaba, pero era como si estuviera hablando sola, ella no me respondía.—

Saroth: El lugar no se ve peligroso, es una zona segura, también hay cámaras. En que condominio vives.?

—Que cree que está haciendo.?, claro que el lugar era seguro, pague mucho por ese apartamento, no me iría a vivir a cualquier lugar con mi bebé.—

Mia: Que hace.?

Saroth: En que condominio vives.?

—Y ella por que quería saber en que condominio vivo.?—

Mia: No se lo diré, ahora váyase.

Saroth: Entonces esperaré a que entres para saber en que condominio vives y en que apartamento.

—Pero que le pasa.?—

Mia: Según dizque soy terca... creo que la terca aquí es otra.

—Dije mas para mí que para que ella escuchara, me cruce de brazos, creo que me tocará decirle.—

Saroth: Que dijiste.?

Mia: Nada. Yo vivo en ese, ¿bien.?

—Le dije apuntando el condominio que estaba en el  medio de los otros dos. Ella lo observó, luego me dijo.—

Saroth: Ok, ya nos vamos, cuídese señorita Mia.

—Que le pasa.?. Creo que esa chica fue la que fue ayer a la empresa y la enojó, aunque ahora no estaba enojada... se veía algo cabizbaja y pensativa.—

Mia: Hasta luego, señorita Russell, cuídese igual.

—Ella me dio un sonrisa y subió a su auto. Quien es esa chica que logra ponerla triste en tan pocos segundos.?, acaso te lastimó en el pasado y aun te duele.? acaso aun no has logrado olvidar la que cada vez que la ves te duele.?, quien fue ella en tu vida que ahora te duele con tan solo verla.?, solo háblame para ayudarte a cargar tu carga, solo... solo no me gusta verte triste.—