Luz y oscuridad reunidos por primera vez.
Somos dos almas unidas por un mismo anhelo: el poder.
Un deseo que desató un "amor" que nos condenó hasta el final.
NovelToon tiene autorización de Diana Ambros para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 18: Seguía siendo mío
Sentí su mirada en mi nuca.
Torpemente enderece mi cuerpo.
—Ya tengo que irme… —le hice saber.
—¿Todavía sigues trabajando de noche? —me preguntó.
—Si, pero hoy es mi descanso. Debo darme prisa para alcanzar el último autobús a la ciudad.
Le mentí.
Aunque si me gusta viajar, ya no quería ir sentada tres horas, por lo que utilizaría trasportarme con magia.
Por alguna razón extraña, los dos nos fuimos caminando juntos con un silencio incómodo.
Entonces, a mitad del camino me detuve al vislumbrar a alguien.
Kael también dejó de caminar.
—Hay alguien ahí. —me dijo.
—Si, ya veo.
Por la oscuridad que brindaba el bosque fue difícil ver su cara.
Aquel ser misterioso no era un humano.
Sino un demonio.
«¿Por qué justo ahora?»
Con Kael a mi lado, fue complicado actuar con normalidad.
“¿Qué pasaría si ese demonio atacaba al humano?”
Visualice muchos escenarios posibles.
De reojo capté que Kael se mantuvo firme y serio.
—Espérame aquí. —le dije.
Pero él me detuvo.
—Puede ser peligroso. —me advirtió.
Era obvio que trataba de protegerme porque a sus ojos era una mujer común y corriente.
Sin embargo, no podía permitir que Kael le hiciera frente a un demonio desconocido.
—No me subestimes; sé defenderme muy bien. Solo voy a comprobar quién es él.
Kael suspiró.
Entonces a pasos lentos me acerqué al desconocido.
La atmósfera era mucho más frío que antes.
El demonio estaba estático, aún así fui cautelosa.
—¿Quién eres? ¿No sabes que es propiedad privada? —pronuncié con firmeza.
Él dio un paso al frente, revelando su rostro.
Mis ojos se abrieron como platos.
Reconocí de inmediato al demonio que tenía frente de mí.
Era Bennit, el demonio que me acuso por “robarme” a su presa.
El mismo con quién luché para proteger a Kael.
«¡Carajos! Tiene que ser una maldita broma.»
Kael se encontraba a unos metros.
Tenia que actuar con bastante cautela y naturalidad.
Me sentí entre la espada y la pared.
Bennit no ocultó su sed de venganza.
“¿Qué haría para solucionarlo sin revelar mi verdadera naturaleza?”
Bennit me sonrió con malicia.
Su aura marcaba el potencial de su poder.
«¿Acaso está intentando intimidarme?»
[Piensa bien lo que harás a continuación, hay un humano aquí, y no querrás romper las reglas…otra vez.]
[¿Reglas] Ese humano sigue siendo mi presa. No voy a romper ninguna regla como tú.]
Fue una perdida de tiempo tratar de llevar las cosas con calma.
Él no cedería por nada y estaba dispuesto a todo.
«Muy bien; si ataca no voy a contenerme. Él sigue viendo a Kael como su presa, entonces tendré que dejar en claro que el humano es mío… únicamente mío.»
—Irina, ¿todo bien? —él gritó.
—¡Si! —respondí.
—¿Por qué lo sigues conservando? ¿Los de abajo saben lo que haces fuera de tus obligaciones?
—No es asunto tuyo. Además, tú estás en una propiedad privada, vete antes que llame a la “policía.” —lo amenacé.
Estaba más que lista para el contraataque.
—Hazlo; pero esta vez no te saldrás con la tuya. —gruñó entre dientes.
«En serio que me lo está poniendo difícil.»
Al siguiente segundo, un aroma perturbó mis sentidos.
«No puede ser…», pensé decepcionada.
Detrás de Bennit, se encontraba Stolaz con una expresión sombría.
—Irina, ¿qué está pasando?
La única pregunta que rondaba en mi cabeza era saber cómo rayos Stolaz me había encontrado.
«¡¿No sé supone que hoy es su día libre?!»
Sabía que no era momento de cuestionarlo.
—Como ves… está algo complicado.
Bennit se puso a la defensiva.
—¿Otro vigilante? —masculló.
Stolaz dirigió sus ojos hacia a Kael.
—Si que es un problema. —dijo él.
Al menos él ya había entendido la situación.
[Stolaz, necesito llevarme al humano antes que esté demonio se ponga paranoico. Ahora no hay tiempo pero luego te daré una explicación.]
A pesar de hablarle dentro de su mente, él no entendió mis palabras.
[¿Cuál humano, donde está?]
[¿Cómo que cuál? Él que está a unos metros de nosotros.]
Stolaz frunció el ceño; su mirada se oscureció y me miró fijamente.
[¿En serio? Pensé que era un ángel.]
Su respuesta me sacó de órbita.
[¿Un ángel? ¿De qué hablas? ¿Te ha fallado el olfato?]
Stolaz dibujó una sutil sonrisa.
Lo que me pareció siniestro al ver ligeramente sus colmillos.
—Si fuera un ángel, no dudaría ni un segundo en cortarle la cabeza.
Bennit quedó atónito por lo que escuchó, mientras yo me dio escalofríos su forma de hablar.
«Un Beastfolk si que puede sonar cruel y despiadado.»
Aun así, ¿cómo era posible que confundiera a Kael con un ángel?
“Si él lo fuera, lo sabría desde el momento que lo conocí.”
—¿Entonces cuáles son tus órdenes Maestra Irina?
—Ya basta de plática. Este es un asunto entre ella y yo. —escupió Bennit.
—No hay ningún asunto contigo. Stolaz hazte cargo de él y levanta un reporte por hostigamiento. —ordené contundentemente.
Stolaz asintió con la cabeza.
—Entendido.
—¡¿Cómo se atreven a menospreciarme?!
Antes que Bennit estuviera a punto de ponerme una mano encima, Stolaz lo agarró del hombro.
—Nos vemos luego. —le dije y me di la media vuelta.
—Irina, ¿qué pasó?
—Er. Te lo contaré en unos minutos, primero vamonos de aquí. Tomaremos un atajo.
Agarré su mano y continuamos caminando, lo más rápido posible antes que Stolaz y Bennit entrarán en batalla.
En cuestión de minutos salimos del bosque.
—¿Puedo saber cómo llegaste aquí? —le pregunté agitada.
—En mi motocicleta.
Entonces él me señaló una motocicleta que se encontraba a unos metros.
«¿En serio vino en esa cosa?»
Lo primero era irnos de allí.
Confiaba en que Stolaz haría bien su primera orden.
—Ok. Entonces vete ya. —le ordené.
—¿No me contarás lo que acaba de pasar?
—¿Qué? No es de tu incumbencia Kael.
Él no tenía la intención de irse, lo que me irritó.
Era mejor que se fuera antes que Stolaz regresará (si es que lo hacía.)
—El otro tipo que llegó después parecía cercano a ti. Aparte no dejaba de mirarme fríamente.
«Lo que menos quiero es dar explicaciones.»
—Bueno, me disculpo de su parte pero ya tienes que irte.
—Mejor por qué no me dices quién eres en realidad. ¿Por qué actúas misteriosamente?
Lo miré perpleja.
¿Quién se creía para cuestionarme?
Me moleste por su actitud.
Pero ni siquiera pude refutar; Stolaz llegó antes de lo esperado.
«¿Tan rápido hizo el trabajo? Qué eficaz.»
Kael nos miró simultáneamente.
Tragué saliva ante la tensión entre los tres.
Apenas me había dado cuenta que Stolaz llevaba un traje a la medida, por lo que se veía refinado e importante.
—¿Entonces, qué tienes que decir?
«Que insolente.»
—Ya te dije que…
—Imagino que sientes curiosidad sobre quién soy. —entonces Stolaz me interrumpió.
—Oye, espera un segundo, tú no puedes…
—Shh. Déjame aclarar la situación para que tu amigo no se sienta confundido.
¡¿Amigo?!
¡¿Cómo carajos llegó a esa conclusión?!
Realmente me quedé boquiabierta y la expectativa sobre lo que diría Stolaz.
—Nosotros formamos parte de una organización.
—…
—¿Una organización? —inquirió Kael.
Yo me quedé literalmente pasmada, sin moverme sin decir nada.
Las mentiras llegaron una tras otras.
Stolaz había tomado el control de la situación.
Quisiera o no, permití que él lo hiciera a su modo con tal de no levantar sospechas.
Gracias por la comprensión ❤️