¿Qué Será De Mañana?

—Hija ahora entiendo porque tú vida repentina, tu marido es encantador además de guapo— dijo la madre de Victoria.

—Gracias señora pero ella fue la que me enamoró a mi— dijo Apolo.

Victoria estaba paralizada no sabía que decir

—Pero hija di algo— dijo su padre.

—¡Oh, si!, Papá, mamá estoy muy feliz de verlos— dijo Victoria mientras los abrazaba.

—Hija tu marido nos acaba de contar que se van de luna de miel a Nueva York—

—Así es señora en unas horas nos vamos al aeropuerto, solo que Victoria no quería sin antes pasar a saludarlos pero creo que yo llegue primero y le arruine la sorpresa —

—¿Y para cuando es la boda religiosa?— pregunto el padre de Victoria.

—¡Papá!—

—Mi amor no te enojes cuando tengamos una hija y no se a casado por la iglesia yo también me podría igual, pero no sé preocupe señor en cuanto me recupere por completo lo haremos, para mí también es muy importante el matrimonio y la familia —

No puede ser más falso este hombre pensaba Victoria, si no fuera por su madre el seguiría soltero, Victoria trataba de sonreír todos sus hermanos llegaron a comer su hermano mayor ya se había recuperado, cuando el llegó Victoria corrió para abrazarlo, Apolo fingió una tos para llamar la atención

—¿Quién es este hombre?—

—Buenas tardes yo soy el marido de Victoria —

El hermano de Victoria no podía creer lo que estaba escuchando el conocia muy bien a su hermana y sabía que ella no tomaba decisiones a la ligera y ahora en tan pocos meses se había casado, el hermano de Victoria y Apolo estrecharon las manos, Victoria y Apolo se quedaron a comer con los padres de ella, Victoria no podía creer como ese hombre tan malo podía ser tan simpático, el tenía comiendo de sus manos a toda la familia.

Llegó la hora en la que tenían que ir al aeropuerto Victoria se despidió de su familia, estado afuera de su hogar se subieron al auto Apolo se transformó en aquel hombre frío

—Te dije que no me gustaban los juegos, tu me debes obediencia y está es una prueba que no puedes huir de mi, tú eres algo así como mi mascota —

Victoria sabía que no tenía salida por el momento pero ella buscaría la forma de salir de ese absurdo matrimonio, el avión ya los estaba esperando en el hangar del aeropuerto Victoria se quedó con la boca abierta al ver todo aquellos lujos, Apolo y Victoria estaban frente a frente sin decir ni una palabra cuando el avión comenzó a despegar Victoria cerro los ojos era la primera vez que se subía a un avión

—¿Te encuentras bien?— le pregunto Apolo.

—Creo que si, solo tengo un poco de miedo es la primera vez que me subo a un avión —

Aunque Apolo tenía su rostro con una máscara de frialdad por dentro le daba ternura las expresiones de Victoria, él la observaba y no entendía como ella podía hacerlo perder el control tan fácil.