DILEMAS DE UN CORAZÓN ADOLESCENTE

Mis ojos se abren enormemente sin creer que él acaba de decir eso.

Es una broma ¿no?

Lo miro con desconcierto. Debe estar bromeando.

Mientras lo observo intento buscar alguna expresión que me indique que está jugando conmigo, pero...nada, solo hay seriedad en su expresión.

— ¿Es en serio?,me encuentro preguntando sin creer en lo que dice.

Él solo asiente,mirándome con atención, supongo que esperando una respuesta.

En ese momento llega el mesero, deja las órdenes y desaparece después de nosotros agradecerle.

Tomo un sorbo de mi malteada. uff...está deliciosa. Vuelvo a verlo para no desviar el tema.

Da una probada a su batido sin despegar sus ojos de los míos.

—¿Por qué yo? Cuestiono con cierta desconfianza.

—Es un chico lindo, podría conseguirse mejores si quisiera. ¿Por qué elegirme a mí?, cuestiono.

Rueda los ojos con exasperación.

—Sabía que ibas a preguntar eso, por eso es que ya tengo la respuesta, asegura, para después sorber por la pajilla otro poco de su batido. Hago lo mismo.

— Te elegí a ti porque no te conozco, respondió.

Sus palabras me dejan aturdida, habla como si fuese lo más obvio.

—Eso no tiene sentido, aseguro. Se supone que deberías proponerle esto a alguien que te conozca, que sepa todo de ti para que no cometa errores.

— Buen punto, pero no puedo proponérselo a alguien cercano porque estoy seguro de que terminarían enamoradas y tan solo es un... busca la palabra para definir la locura que me está proponiendo.

—¿un trabajo temporal? ¿Qué se yo? ¿Suena muy mal?

Alzo las cejas mientras tomo la fresa que decora mi malteada para llevármela a la boca.

Mastico y trago para luego responder.

—¿Y qué te hace pensar que yo no me enamoraré de ti o algo así? cuestiono con fingida curiosidad.

La verdad es que no me enamoraría de él si llegase a aceptar, pero quiero ver que tiene para decir.

—Qué estás enamorada del chico que me dijiste ¿recuerdas? no te fijarías en mí ya que estás muy ocupada detrás de él, lo sé.

Que te hace pensar que aceptaría, pregunto.

Suspira de forma exagerada.

—Algo me dice que el interés es mutuo, pero necesitas darle un empujón. Él no te presta atención y anda con muchas menos contigo, estás desesperada se te nota linda.

—¿Que te pasa?, te parezco desesperada, digo molesta

Lo siento Ece, realmente son simples suposiciones.

Se excusa y yo lo fulmino con la mirada.

— Pero por tu reacción parece que es cierto,se burla para después beber de su batido.

—Cállate si no quieres que me levante y me largue a mi casa, digo ya colérica.

Hablar de Lian a veces hace que me ponga de mal humor.

Alza las manos en señal de rendición y guarda silencio. Aprovecho esos minutos para pensar mientras degusto mi malteada.

¿Qué pasa si acepto? No sería una locura ¿o si? Pienso.

—Pero...¿qué hay para mi si lo hago? Todavía no entiendo en que me conviene esta propuesta, cuestiono.

Tomo un respiro para no parecer alterada, dejo mi , susurra a un lado lista para hablar. Iker deja su vaso vacío junto a él y me mira.

—¿Dijiste que esto sería un trabajo, ¿qué hay para mí si lo hago? Pregunto de nuevo.

—Osea que lo estás considerando, susurra divertido. Le dedico una cara de pocos amigos y él solo me sonríe de vuelta.

—Bien, es fácil. Es como un trabajo, tú haces lo que te pida y yo te recompenso, responde.

— ¿Nelly sabe de esto?, pregunto

— No, no le menciones nada de esto por favor.

—¿En qué momento vas a sacar el contrato y vas a proponerme algo a lo Christian Grey?, bromeo, pues en lo que acaba de decir me hace recordar al libro de Cincuenta sombras de Grey. Solo faltó que dijera que si hacía algo malo habría un castigo.

Suelta una risita.

—En ningún momento, pues no es algo sexual lo que te ofrezco, simplemente se trata de fingir un noviazgo feliz y ridículamente adolescente, responde.

—Prosiguiendo con el tema. ¿Qué ganaría yo siendo tu...novia falsa?, pregunto.

—Como te decía, por cada buena acción te recompenso. Ejemplo, tenemos una cena importante con mis tíos y les encantas y todo sale bien, yo te recompenso. Tú me pides cualquier cosa y yo te la daré. Podrás pedirme tres cosas.

Una emoción extraña me recorre.

—¿Cuál sea?

Asiente esperando que le diga cualquier cosa normal.

—¿Y si le pidiera un pony? O ¿Qué hay de un viaje todo pago a Dubai para seis?, pregunto para ver hasta donde llega su interés.

Asiente.

—Sí, podría darte un viaje. No el que pides, pero si uno decente, responde.

La falsa emoción surca mis ojos.

—No puedo creerlo, digo con un tono ligeramente dramático.

—¿Y un viaje a Turquía?

Asiente.

—¿Ir de compras en París?

Vuelve a asentir.

—¿Y viajar a Corea?

—¿una sirena? No, ya sé quiero un dinosaurio. Pero que sea Velociraptor, siempre quise uno.

Me mira con exasperación.

—No te burles, esto es serio.

Te das cuenta de lo que me pides Iker, realmente que te hace pensar que...

—Te lo dije enserio Ece, todo lo que quieras, reitera en un tono algo irritado.

—El dinero no es problema siempre y cuando esté a mi alcance. Te servirá mucho para ti y tu familia.

—¿Por qué buscas una novia falsa?,decido preguntar. Será mi última pregunta.

Suspira.

— Bueno, mis tíos estaban empezando a creer que soy homosexual ya que no he llevado ninguna novia a casa.

—¿Lo eres?, lo interrumpo.

Me fulmina con la mirada.

—Claro que no. Lo que sucede es que ninguna chica ha llamado mi atención, y si lo hace, cuando la conozco bien me doy cuenta de que no es la indicada. Además sí, he tenido sexo con algunas, pero no llevaré a una chica de una noche a casa, no es lo correcto y conociendo a mi familia se volverían locos si vieran entrar una hoy a casa y luego mañana a otra, y así sucesivamente.

Hace una pausa. Lo observo con detenimiento y curiosidad.

— ¿Seguro que no eres gay? Eso no tiene nada de malo, podrías encontrar un buen chico si te aceptas a ti mismo.

Me mira con seriedad e irritación, yo sonrío en modo de disculpas.

— Tenía que asegurarme.

— Dime tú ¿Crees que soy gay?

Su pregunta me cae de la nada.

Por supuesto que no creo que es gay, esa aura tan varonil que lo rodea, esa sonrisa misteriosa y tan... Exitante, su manera de mirarme, y esa manera tan extraña de hacerme sentir cuando estoy a su alrededor me hace presentir que es todo un experto con mujeres.

Estoy segura que es capaz de darte un revolcón en la cama dejándote con ganas de más, me atrevo a decir... afortunadas las chicas con las que ha estado.

Sonrío sin mostrar mis dientes, me doy cuenta de que su mirada cae en mis labios húmedos y los mira de una manera en que logra transmitir deseo, atracción y misterio.

Niego de inmediato para que no se dé cuenta de que lo imaginé de muchas formas...

—Hace un par de meses atrás le dije a mi tío que tenía una novia ya que estaba muy intenso con ese tema. Se alegró y toda la cosa, no me dijo nada más, agradecí a mis adentros ya que no preguntó por ella...hasta hace una semana. Habrá una cena, lgo así como una fiesta de sociedad y...

Río, interrumpiéndolo sin querer con mi risa.

— ¿Qué es tan gracioso?, pregunta con una de sus gruesas y pobladas cejas alzada. Niego con la cabeza, pero la verdad me da gracia la idea de que yo esté en una fiesta de esas de personas ricas... Es solo algo imposible y de ser así se que terminaría ridiculizandome.

Nada, respondo mientras lo aliento a que continúe.

—Como decía, y en es fiesta habrán diversas chicas, hijas de sus amistades y socios con las que mis tíos querrán que me involucre formalmente, pero...si les hago creer que tengo una novia...

—No te ataran a alguien que no quieres y seguirás estando disponible para la que se te antoje, digo interrumpiendolo.

— Además de hermosa... inteligente, responde con una sonrisa.

Continúa.

—Además, estoy dispuesto a ayudarte con el chico ése.

¿Qué chico?

—Ali... Alvin...

— Lian, corrijo. Él asiente.

—Podrías darle celos conmigo o no sé...tú me dirías en cómo te puedo ayudar.

— ¿que te hace pensar que necesito tu ayuda con Lian?, pregunto cruzando mis brazos.

— La verdad no lo sé, pero... por lo que me dijiste, ese chico no te descarta por completo eso quiere decir muchas cosas y una de ellas es que él solo necesita ver que no es el indispensable. Nadie sabe lo que tiene hasta el día en que lo pierde.

Esas palabras me hicieron dudar mi "cordura" y considerar la propuesta extraña de un chico extraño al cual solo he visto un par de veces y con el que solo llegué a hablar en dos ocasiones, incluyendo esta por supuesto.

— Lo siento Iker, pero esto es una completa locura y no puedo aceptar, le respondo mientras me levanto de la silla.

— ¡Espera! Por lo menos piénsalo bien, consúltalo con la almohada y me respondes mañana, dijo con un tono que deja ver la desesperación que trae.

— Está bien lo pensaré, pero no tengas ilusiones.

— Está bien

— Entonces ya me voy, digo

— Ok, pero antes de irte no olvides tu regalo, dice mientras levanta una pequeña bolsa del piso.

Se levanta de la silla y se acerca a mí.

— Esto es para ti, ábrelo cuando estés en casa, dice extendiendo su mano.

— Gracias, respondo después de tomar la bolsa.

— A ti, responde con una sonrisa

Le sonrío también y luego me doy la vuelta para irme.

— Oye Ece...

— Dime, respondo dándome la vuelta para verlo de nuevo.