Emma ha pasado casi toda su vida encerrada en un orfanato, convencida de que nadie jamás la querría. Insegura, tímida y acostumbrada a vivir sola, no esperaba que su destino cambiara de la noche a la mañana…
Un investigador aparece para darle la noticia de que no fue abandonada: es la hija biológica de una influyente y amorosa pareja londinense, que lleva años buscándola.
El mundo de lujos y cariño que ahora la rodea le resulta desconocido y abrumador, pero lo más difícil no son las puertas de la enorme mansión ni las miradas orgullosas de sus padres… sino la forma en que Alexander la mira.
El ahijado de la familia, un joven arrogante y encantador, parece decidido a hacerla sentir como si no perteneciera allí. Pero a pesar de sus palabras frías y su desconfianza, hay algo en sus ojos que Emma no entiende… y que él tampoco sabe cómo controlar.
Porque a veces, las miradas dicen lo que las palabras no se atreven.
Y cuando él la mira así, el mundo entero parece detenerse.
NovelToon tiene autorización de F10r para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 22
Narra Emma.
Entendia lo que me dijo mamá, no negaré que me duele todo esto su rechazo y ese dolor extraño en mi corazón.
Pero mamá tiene razón.
Alexander no tiene la culpa de que yo me enamoré de el, no esta obligado a corresponder mis sentimientos por mas que yo lo deseé a si.
No es justo de mi parte que le diga que me rompió el corazón como si le estuviera reprochando que no me quiere.
Suspiró y termino de bajar a la cena de navidad.
Al bajar saludo a toda mi familia y aprovechó a darle mis regalos a mis abuelos en total son 4 adorables abuelitos tengo la fortuna de tenerlos vivos.
Mi madre se embarazo de mi muy joven apenas habia recien cumplido los 19 cuando ya estaba yo en su vientre mi abuela cuenta que mi abuelo era muy estricto con los años le fue bajando la intensidad, asi que obligo practicamente a mi padre casarse con mi madre.
Pero que pasa que mi padre tenia una ex novia, una loca obsesionada con el que su padre era un mafioso pero mi padre no lo sabia hasta que me robaron, porque si,esa psicópata ordeno que me robaran y me llevaran tan lejos fuera posible, actualmente esta presa y a su padre le dieron cadena de muerte.
Bueno cosas que pasan.
El capricho de una chica rica hizo que yo me perdiera de estar al lado de mis padres durante muchos años.
- En que tanto piensas- Alexander como si nada se puso a mi lado mientras agarraba una uva de la mesa y se la llevaba a la boca.
- en la historia que me estaba haciendo la abuela- agache mi cabeza triste.
-Yo ya me sabia esa historia y...- se puso frente a mi - De verdad lamento mucho que te alejaran de tus padres- el sonrio de lado- sabes yo ya te conocía- comenzó a alejarse.
Sus palabras llamaron mi intención y lo seguí.
-Como que me conocías?- el comenzo a subir las escaleras yo iba detrás de el.
- pues si soy mayor que tu cuando tu tenias tan solo tres añitos yo tenia 8- lo mire sorprendida.
- entonces me conociste antes de que me robaran.
- justo un año antes yo hasta llore- dice divertido recordando.
-Pero como.
- pues fácil, mi madre trabajaba en la empresa de tu abuelo ahí conoció a madrina Silvia ella era tan solo una niña de unos 15 años que visitaba mucho a su padre- el se sento tranquilo en un pequeño sofá que hay en el pasillo yo sin pensarlo mucho me sente en sus piernas y me gire a verlo.
-Sigueme contando- acomode mi vestido.
El suspiró.
- mi madre quedo embazarada de mi esta hermosa criatura- se señalo a si mismo- y pues a tu madre siempre le gustaron mucho los niños Silvia siempre a sido muy dulce y pues siempre que iba a la empresa le llevaba un regalo a mi madre para mi- yo sonrei.
De verdad existen personas iguales que mi madre en el mundo o solo ella es asi.
Cada dia estoy mas orgullosa de mi madre.
- pero como mis padres terminaron siendo tus padrinos.
- tus padres me bautizaron a los 4 años siendo novios y ya Silvia era mayor de edad- asenti comprendiendo.
-Y como nos conocimos tu y yo- dije sonriendo.
Me muebo un poco en sus piernas y el me agarra de la cintura.
- no te muevas tanto princesa- dice entre dientes.
Yo lo mire confundida.
- por que?- el negó.
- Te conocí cuando tenía 7 años tenías dos y eras niña osea que eras un fastidio para mi, a esa edad las niñas eran lo peor de la vida y tu eras muy llorona, llorabas por todo y por nada , además no sabias jugar a nada asi que no podía jugar contigo- el suelta una carcajada- mi yo de 7 años estaba bien indignado contigo- yo me sonroje.
-¿Que esperabas?, era una bebé de 2 añitos.
- y yo un inocente niño de 7 años que no entendía esas cosas- se justifico encogiéndose de hombros.
Nos quedamos ahí los dos hablando y la familia abajo.
Estaba tan relajada que me acosté en su pecho y el me abraza por la cintura.
- Sabes aunque eras un fastidio llore cuando supe que te habias perdido- hablo suavemente.
- si me pierdo ahora te dolería- hable bajito.
- lloraría igual o peor- beso mi cabeza y me acurruco mas a el.
Claro el lo haría porque me ve como una hermana, me digo a mi misma para tratar de controlar los latidos de mi corazón.
- ¿tenemos que bajar?- pregunto la verdad es que me quiero quedar aqui en este pasillo y en sus brazos.
- si tenemos princesa- suspire derrotada.
[...]
Deje mis regalos de bajo del árbol de navidad mañana 25 los abriríamos todos en familia.
Caminó con mis medias de ositos por toda la casa y llego a la cocina, sentado comiéndose un sandwich sin pan solo con lechuga estaba Alexander.
El y su alimentación rara me sorprende cada día
- Aún despierto- digo tranquila pero por dentro muriendo como cada vez que lo veo o estoy cerca de el.
El solo se encoge de hombros.
- me dio hambre- señala su cosa verde.
Yo saqué el cartón de leche y busque un vaso, luego de servirme cogi una barra de chocolate y la pique en trocitos dentro de la leche y la entre en el microondas Alexander me observo en todo momento.
- No me mires así - el prácticamente era mi entrenador.
Y obsesivo con la alimentación.
- no e dicho nada pero estas no son horas - dice tranquilo.
- Me gusta con chocolate que puedo hacer- el microondas suena y saco mi leche me siento frente a el y comienzo a tomarla.
-Que vamos hacer contigo princesa- negó con la cabeza.
Mis mejillas se calentaron y solo sonrei timida mientras bebía mi leche.
Alexander me encantaba.
No puedo dejar de verlo, es que sus ojos su sonrisa sus cejas sus labios , todo de el me gusta.
Y aún a si el tiene el descaro de decir que yo estoy confundiendo mis sentimientos.
El termina y sacude sus manos.
- bueno yo aqui término por hoy me ire a mi habitación- dio la vuelta y se puso frente a mi, mi vaso ya estaba vacío- ¿gusta usted hermosa princesa acompañarme?- me dijo con una sonrisa traviesa mientras me extendía su mano
- Ah...cla claro- sostuve la mano que el me ofrecía.
El sin mas colocó esa mano en su cuello y se acercó mucho a mi rostro yo pare la respiración, ¿me va a besar? Senti una extraña sensación por todo mi cuerpo el puso una mano por de bajo de mis pierna y me abrazo por la cintura cargándome al sentirme en el aire me aferre a su cuello y lo mire a los ojos.
- me quieres matar- susurre.
-Eres una princesa permite tratarte como tal- giro un poco conmigo en sus brazos.
- pero estoy pesada- me queje pero el ya se estaba alejando de la cocina.
-tengo que admitir que el gym y tus dietas han dado resultados pero para mi no eres pesada- dijo con tranquilidad mientras subia las escaleras como si cargará una pluma.
Y no una chica de 50 kilos sonara mucho o poco pero antes apenas llegaba a las 40 libras y era rara vez siempre pese entre 30 a 34 kilos.
Si estaba en los huesos.
Pero ahora tengo un peso acorde a mi edad y mi tamaño.
El caminaba conmigo en brazos como si nada yo no podía evitar mirarlo a si de cerca noto mejor su rostro y lo bonito que era tenía una piel envidiable.
El pateo la puerta con su pie y una aroma agradable llego a mis fosas nasales estamos en su habitación.
-Este no es mi cuarto- murmuré.
El me dejo sobre su cama yo me acomode el pijama que se me subió un poco.
-Te dije que iba a mi cuarto y te invite a acompañarme- se encoge de hombros quitandose la camiseta mire a otro lado.
-Pues... Pense que era para que cada quien fuera a su cuarto- carraspeo nerviosa.
-Pensaste mal- lo miro y tiene una camisa manga larga.
Estamos en invierno el frio es horrible.
-Entonces...¿tu quieres que yo me quede aqui contigo?- dijo dudosa y el solo asintió.
-La navidad en Londres es muy fría como para estar solito aqui- se acostó a mi lado y comenzó abrir una sabana.
-Alexander - susurre.
Me acosté a su lado tiesa mirando el techo el me cubre con las sabanas.
Que el tenga este tipos de acciones solo confunden mi corazón pero tengo que hacerme la idea de que el me ve como su hermana a lo mejor los hermanos se tratan como el me trata yo no se nunca e tenido hermanos y se que no los tendré ya que mis padres se dedicaron a buscarme y decidieron no tener mas hijos.
Suspire.
- ven aqui- abrió sus brazos para mi yo solo me acerque y el me rodeo con sus brazos cálidos.
Esto estaba siendo dolorosamente difícil.