LOS DOS MARIDOS DE ACARA

Rojas sonrió, mostrando los dientes.

—No necesito protección. Necesito una orden de arresto y permiso para matar —casi gritó ya impaciente, parecía que no entendían, un hombre así, con tanto poder, podría destruirlos, incluso a ellos.

*_*

La Emboscada a Acara

Hace cinco años, Acara era solo una estudiante brillante de economía en la universidad. Demasiado inteligente para su propio bien.

Esa noche, después de quedarse tarde en la biblioteca, cuatro hombres la siguieron. Eran hijos de poderosos: uno, el vástago de un senador; otro, el heredero de una fortuna minera. Encapuchados y haciéndose pasar por matones.

Incentivados por Mauricio, quien les dijo que Acara era una presa fácil, nadie la quería, nadie la cuidaba y él quería estar con su hermana menor. Creían que podían hacer lo que quisieran.

Hasta que él apareció.

La Llegada de Malick

Acara, después de una reunión estaba mareada y su cuerpo era como una madeja, fue llevada por uno de esos tipos a un cuarto de hotel. Todos la vieron con deseo, ella es hermosa, con un cuerpo espectacular, un rostro de diosa del olimpo. Ellos estaban listos para destrozar a esa niña preciosa pero indiferente y entonces…

No hubo aviso. Solo un frío repentino.

El primero en tocarla gritó cuando su brazo se quebró con un chasquido seco.

El segundo recibió un cuchillo en el muslo, cerca de la arteria, pero no lo suficiente para matarlo.

El tercero huyó, pero no llegó lejos. Algo lo arrastró de vuelta.

Y el cuarto… el cuarto vio sus ojos.

—Mírame —dijo Malick, agarrándolo de la mandíbula.

—Mírame bien. Porque si alguna vez vuelves a mirarla… no habrá rincón en este mundo donde esconderte —Luego los noqueó.

Pero un precioso capullo de rosa negra se removía angustiada, cuando Malick quería llevarla lejos, pero Acara se abalanzó sobre él como un capullito degenerado y pervertido, ese hombre era el monumento a un macho alfa y ella no se privaría, el hombre al verla así no se contuvo, debía ayudarla y ayudarse a sí mismo, así que la tomó, ella ya se había robado su corazón desde que Logan la vio y ahora no dudaría en robar el cuerpo de esa belleza.

Mauricio y los Altamira la acusaron de todo, y Acara casi se derrumba. Cuando ella estaba sola queriendo acabar con todo, entre penumbras sintió un fuerte abrazo, unas manos que curaban su muñeca y la cuidaban con devoción. Después de eso, fue llamada por su miserable familia para decirle que se casaría con Logan Lombardi.

La "Investigación" de Rojas

Ahora, años después, el inspector solo ve lo que quiere ver:

Informes médicos que dicen que los jóvenes sufrieron una "sobredosis accidental". Testigos que juran haber visto a Acara hablar con alguien alto antes del incidente.

La cicatriz que ella esconde bajo el reloj: un intento de suicidio creyéndose sucia y que Malick le vendó esa noche, con manos sorprendentemente suaves.

Para Rojas, esto es prueba de su conspiración. Para Acara, fue la noche que sintió más miedo y también cuando percibió que era protegida y no sabía quién era su salvador silencioso.

*_*

Lilit llegó en la tarde, quería hablar con su hermano como antes, solo ellos que sabían lo doloroso que era ser un Lombardi.

El sol de la tarde teñía de oro los árboles del jardín trasero, donde Lilit había arrastrado a Logan a la fuerza, lejos de oídos curiosos. Las hojas susurraban secretos antiguos, como si recordaran todas las veces que Malick las había empapado de sangre.

Logan, pálido y con las manos temblorosas, miraba el horizonte sin verlo.

—Hermano, ¿sigues temiendo a Malick? —preguntó Lilit suavemente, como hablando con el niño con quien jugaba.

—No es miedo lo que siento por él, Lilit —murmuró, rompiendo el silencio.

—Es envidia—

Lilit contuvo el aliento. Nunca lo había escuchado admitirlo.

—Él puede protegerte sin dudar. A Acara, sin vacilar —Logan apretó los puños hasta que los nudillos blanquearon.

—Yo solo… temblé cuando esos policías vinieron. Yo no pude hacer nada. Él sí —susurró, avergonzado y molesto, pero por sí mismo.

Lilit lo abrazó con fuerza, como cuando eran niños y los gritos de su padre llenaban la casa.

—Pero tú eres el que Acara abraza por las noches —susurró Lilit, acariciando su cabello con cariño.

—Tú eres el que me hace galletas quemadas en mis cumpleaños. Tú eres quien le prepara el café a la cuñada, es a ti a quien ella quiere proteger, te cuida como a un tesoro, no deja que nadie hable mal de ti, eres nuestro querido Logan, el ser más dulce y amable.—

—Malick… Malick es el cuchillo, hermano. Pero tú eres la mano que lo empuña.—

El Amor de dos Hombres en Uno

Logan cerró los ojos, recordando:

La primera vez que Logan vio a Acara en la universidad. Él se escondió ruborizado. Veía como Mauricio se hacía al buen tipo con ella y andaba por ahí coqueteando con otras chicas, Mauricio, cuando supo que Logan estaba enamorado de Acara, lo acosó tanto que Malick tuvo que salir para detenerlo y ahí fue cuando ambos lados de un hombre se enamoraron de la misma mujer.

Malick la siguió hasta su casa para asegurarse de que llegara sana y salva.

El día que le propuso matrimonio. Él lloró. Llegó a su casa después de esa charla en el café y se puso a llorar de alegría, era la primera vez, era la única vez que un gran anhelo se cumplía, solo para él, sin que nadie pueda estropearlo. Malick amenazó a cualquiera que osara oponerse.

El modo en que Acara los miraba a ambos… a él con cariño infinito, había una calidez única en sus ojos, con Malick era apasionada, pero el cariño estaba ahí, igual, equilibrado y sincero. Como si no hubiera diferencia.

—Ella lo ama —dijo Lilit, leyendo sus pensamientos.

—A ambos. Porque son la misma alma partida en dos —Lilit está emocionada, Acara había sido realmente un milagro para ellos, amaba a Logan con la sombra de Malick sin miramientos.

Logan se levantó, con una determinación que no había sentido en años.

—Dile… dile a Malick… —Respiró hondo—. Que no lastime a Acara. Que no la manche por mí.

Lilit sonrió, sabiendo lo que eso significaba.

Logan no lo rechazaba.

No huiría.

No se suicidaría.

Aceptaba la sombra… para proteger la luz.