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Suertucienta... La Otra Cara Del Cristal.

Suertucienta... La Otra Cara Del Cristal.

Status: Terminada
Genre:Familias enemistadas / Secretos de la alta sociedad / Batalla por el trono / Reencarnación / El Ascenso de la Reina / Completas
Popularitas:25.1k
Nilai: 5
nombre de autor: abbylu

Griselda murió… o eso cree. Despertó en una habitación blanca donde una figura enigmática le ofreció una nueva vida. Pero lo que parecía un renacer se convierte en una trampa: ha sido enviada a un mundo de cuentos de hadas, donde la magia reina… y las mentiras también.

Ahora es Griselda de Montclair, una figura secundaria en el cuento de “Cenicienta”… solo que esta versión es muy diferente a la que recuerdas. Suertucienta —como la llama con mordaz ironía— no es una víctima, sino una joven manipuladora que lleva años saboteando a la familia Montclair desde las sombras.

NovelToon tiene autorización de abbylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 22

Los días posteriores a la boda en Marbella transcurrieron con una calidez inesperada. Las rutinas palaciegas se reacomodaban lentamente para integrar a la nueva princesa consorte, y aunque la etiqueta marcaba cada paso, Griselda encontró momentos de libertad junto a Filip, como si en los rincones del palacio, su amor tejiera un refugio secreto.

Las mañanas empezaban entre risas compartidas, desayunos improvisados en los balcones, y paseos por los jardines donde los sirvientes fingían no verlos detenerse para besarse como si aún fueran novios furtivos. Filip solía leerle cartas de embajadores en voz alta mientras ella bordaba o corregía recetas enviadas desde el Reino de Cristal, donde su pastelería familiar seguía en marcha bajo la supervisión de su tío.

Pero como todo comienzo dulce, también hubo momentos agridulces.

***

La despedida de Evelyne y Anastasia llegó al quinto día. Se organizó una pequeña reunión privada en uno de los salones más íntimos del palacio, lejos del bullicio de la corte. El carruaje que las llevaría de regreso ya aguardaba en el patio principal, y aunque Griselda lo sabía, aún no quería mirar por la ventana.

—Volveré en cuanto me comprometa —dijo Anastasia, sujetando con fuerza las manos de su hermana—. Y si no me comprometo, volveré igual. No pienso dejarte sola con tanto noble hipócrita.

Griselda rió, aunque sus ojos estaban húmedos.

—Te voy a extrañar, loca.

—Y yo a ti, pastelera —bromeó Anastasia, rozándole la nariz con un dedo.

Evelyne se mantuvo en silencio por un momento. Observó a sus hijas con una expresión que solo quienes la conocían bien sabían descifrar: un orgullo contenido, disfrazado de compostura.

Finalmente, se acercó y le colocó a Griselda un broche antiguo, una joya que había pertenecido a su madre.

—Ser princesa no es distinto a ser duquesa… solo hay más ojos mirando. No pierdas tu esencia, hija. Eres más fuerte de lo que todos creen.

Griselda la abrazó con fuerza.

—Gracias, mamá. Por todo… incluso por lo que no dijiste.

La duquesa no respondió. Solo la sostuvo con una firmeza que dolía y reconfortaba al mismo tiempo.

Antes de marcharse, Evelyne intercambió una mirada larga con la reina Amalia. No hubo palabras. Solo un leve asentimiento entre mujeres que se entendían más allá de las formalidades.

***

Días después, la corte volvió a su ritmo habitual. Pero como suele ocurrir, no todos los comentarios eran amables. Durante una recepción menor en los jardines reales, mientras Griselda saludaba a un grupo de damas, una condesa mayor —de esas que creen que su linaje es superior al sentido común— decidió hablar más de la cuenta.

—Debe ser curioso para una repostera sentarse junto a embajadores —comentó, con su abanico moviéndose como cuchillo entre las palabras—. Supongo que también aprenderá pronto a manejarse entre reyes… no todo se endulza con azúcar, querida.

Un silencio incómodo cayó sobre el grupo. Algunas damas intentaron reír, pero se quedaron a medio gesto al ver cómo Griselda levantaba la cabeza con calma.

—Tiene razón, señora —dijo Griselda, sin perder la sonrisa—. No todo se endulza con azúcar. Algunas cosas requieren paciencia, trabajo duro… y una pizca de picardía. De lo contrario, ni la receta más tradicional sobrevive a los tiempos modernos.

La condesa palideció ligeramente. Las otras damas bajaron la vista, intentando disimular la tensión. Griselda inclinó levemente la cabeza y se excusó con gracia, marchándose con pasos seguros mientras por dentro luchaba contra la rabia.

Filip, quien había escuchado desde cierta distancia, la alcanzó más adelante.

—Estás aprendiendo a domar víboras con té y cuchillo —susurró, besándole la sien.

—Mi madre estaría orgullosa —respondió ella con media sonrisa.

Y entonces llegó el primer evento diplomático importante.

Una recepción nocturna con delegaciones de tres reinos vecinos. Griselda se preparó durante días: estudió los nombres de cada embajador, sus costumbres, los asuntos políticos en curso y hasta aprendió frases en sus respectivos idiomas. Filip quiso acompañarla en todo, pero ella insistió en que podía hacerlo sola.

La noche de la recepción, entró al gran salón de espejos con un vestido azul oscuro bordado en hilo plateado. El cabello recogido y una tiara discreta. Todos los ojos se volvieron hacia ella.

La reina Amalia observó desde el fondo, silenciosa. El rey, desde su trono, asintió con aprobación.

Griselda saludó con cortesía, escuchó con atención, y supo hablar cuando debía. Habló del comercio de frutas y cereales con uno de los reinos agrícolas, de la colaboración en escuelas de arte con otro, y hasta compartió una anécdota sobre una tormenta en el Reino de Cristal que hizo reír al embajador más serio.

Esa noche, la joven repostera, hija de una duquesa y un capataz, se convirtió en princesa ante todos.

No por el vestido, ni por el título, sino por la forma en que manejó cada palabra, cada sonrisa y cada gesto con una seguridad que nacía desde lo más profundo de su corazón.

Filip la observó desde el otro extremo del salón. Cuando al fin pudo acercarse, tomó su mano y se la llevó a un rincón menos concurrido.

—Estoy enamorado de ti —le susurró—. Pero esta noche, también estoy... asombrado.

Griselda lo miró con ternura.

—No fue tan difícil —respondió—. Solo tenía que recordar que ninguna corona pesa tanto como una bandeja de bizcochos en feria real.

Él rió. Ella también. Y en medio de las luces, la música de cuerdas y los aires de diplomacia, supieron que estaban exactamente donde debían estar: juntos.

1
Yukki Sae
ame la historia ♡♡!!
Yeismi Segovia
Una novela brutalmente buena, con enseñanzas que te abren los ojos y te hacen pensar más allá, el físico no lo es todo, lo que vale más es quien creemos ser, no tengo palabras para describir lo mucho que me gusto 20/10
Guadalupe Flores
felicidades escritora me encanto
Maria Elena Maciel Campusano
Excelente obra y fué un acierto escribir ésta maravilla, me pareció una historia con un bello mensaje, todos tenemos la capacidad de cambiar nuestra vida y elegir lo que realmente queremos para nosotros, agradezco tu labor @abbylu👏👏👏👏👏💐
Maria Elena Maciel Campusano
Hermosa historia y aún cuando está basada en un cuento de hadas, nunca nos detenemos a pensar si ese cuento fue contado por alguien imparcial o desde el punto de vista de la protagonista, me pongo de pie y aplaudo tan excelente trabajo gracias Autora 👏👏👏👏👏👏💐
Maria Elena Maciel Campusano
Realmente la tarea de madre es titánica para quien se toma muy en serio su papel de madre, la Duquesa hizo lo mejor que pudo con cada una de sus hijas y también le dió la libertad a sus hijas e hijastra de elegir su futuro, hermoso capítulo 🥰
Maria Elena Maciel Campusano
Afortunadamente la Duquesa hizo lo que tenía qué hacer y logró que el capitán captára la atención de Lucinda, ojalá tome esta oportunidad para tener una buena vida al lado de un buen hombre 🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Tenía que llegar el momento de la despedida, pero sólo es temporal, lo mejor es que la Duquesa externó su sentimiento de orgullo por su hija y le animó a seguir adelante, alto que no tardó en poner en práctica Griselda 🤭
Maria Elena Maciel Campusano
A la Duquesa le tomó por sorpresa el ofrecimiento de la reina, sin embargo la soberana comprendió que la labor de una madre es compleja y no es tan fácil de realizar, espero que la Duquesa pueda hacer entrar en razón a Lucinda 🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Qué hermosa boda, me gustó mucho como la Duquesa Evelyn acompañó a su hija ☺️
Maria Elena Maciel Campusano
Qué bonita relación se ha cultivado entre Griselda y Filip, es algo único y auténtico como ellos, la boda es un trámite necesario para afirmar su unión 😍
Maria Elena Maciel Campusano
Definitivamente cuando Griselda fué al baile en su reino, hizo muy bien en acercarse al primo del "princeso estirado", ya que eso hizo posible que su futuro cambiara, qué habrá pasado con "Suertucienta"?😳
Maria Elena Maciel Campusano
Con toda la diplomacia del mundo Griselda dejó claro que no permitirá que la humillen, es excelente que le agrade a toda la familia y su cuñado también la aprecia 😏
Maria Elena Maciel Campusano
Por fortuna su carácter y buena disposición ayudaron a Griselda en su presentación y fiesta de compromiso, me encantan sus suegros son un 😍
Maria Elena Maciel Campusano
Ser uno mismo con respeto y educación es la manera de ser aceptado, me gustó como siendo ella misma logró conquistar a sus suegros y a la corte también 🤓
Maria Elena Maciel Campusano
Afortunadamente la Duquesa Evelyn hizo bien en mantener en arraigo domiciliario a la descarada esa, parece que Griselda podrá cambiar ese triste y cruel futuro que amenazaba con acabar con cada una de ellas🤓
Maria Elena Maciel Campusano
Ahora resulta que trata de usar trucos sucios y muy bajos para quitarle el novio a Griselda, nada más falta que también lo intente con Anastasia 😤
Maria Elena Maciel Campusano
Con tanta felicidad es muy importante que no pierdas de vista a "Suertucienta" y sobre todo guarda muy bien la invitación pues de repente resulte ser ella la que tenga la invitación en su poder🤔
Maria Elena Maciel Campusano
La Duquesa Evelyn tiene razón debería poner una sucursal de citas y hacerla de casamentera, pues Anastasia ya tiene pretendiente y a Griselda ya no la dejará ir Filip, pero qué pasará con "Suertucienta" será que no tendrá un pretendiente "digno" de ella?😳
Maria Elena Maciel Campusano
Al parecer los supuestos "protagonistas" y estrellas de la gran noche a la linda hora ni "brisharon" por andar de envidiosos😏
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