Mi Pequeña Estrella

Un año después...

Leonel estaba trabajando reparando una cerca, podría haberle pedido a alguien más que lo hiciera, Pero en estos días hacia lo que fuera para mantenerse ocupado.

No había visto a Noel en meses, su película fue un éxito, y estaba en el extranjero promocionando, y asistiendo a estrenos, hablaban siempre por poco tiempo y en horarios extraños debido a las diferencias horarias.

Por la tarde, cuando terminaba sus labores subía al piso de arriba a supervisar el trabajo que se estaba llevando a cabo, ya casi estaba todo terminado.

Estaba renovando la casa por completo, ya que Noel se mudaría con él una vez que volviera, después de hablarlo mucho él decidió que quería un descanso, llegaron al acuerdo de que así siguiera con la actuación su residencia definitiva sería con él, en la granja.

Leonel quería que el otro chico tuviera una vida cómoda ahí viviendo con él.

Cuando bajo a la cocina encontró a su abuela cenando.

-¿creí que ya te habías ido a la cama? - le dijo Leonel

- eso iba a hacer - la mujer se levantó con dificultad - cada día me hago más vieja, me da gusto que no te vayas a quedar solo cuando yo falte -

- que cosas dice señora, aún le falta mucho por vivir -

- tengo casi 80 años, y he trabajado casi toda mi vida, eso te pasa factura tarde o temprano -

- te he dicho muchas veces que ya no trabajes abuela, yo puedo hacerlo, tengo mucha gente que me ayuda -

- te repito, no me gusta estar sentada sin hacer nada, me aburro, por cierto ¿crees que vas a terminar todo este relajo, antes de que vuelva Noel?-

- no lo sé, se supone que ya está todo listo, pero la verdad no sé exactamente cuando regresa -

- bueno pues apresúrate, tú lo quieres sorprender, y a lo mejor el sorprendido vas a ser tú - respondió la mujer antes de salirse de la cocina.

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Noel estaba en el auto viendo desde los vidrios polarizados a las personas que esperaban por su llegada.

Él había cambiado sus planes, volvió días antes, alguien filtro esa información, así que todas esas personas los esperaban, el personal del aeropuerto lo saco por la otra salida.

Noel estaba cansado, la clase de fama que tenía ahora, lo agobiaba, era la clase de fama que hubiera querido tener hace años, no ahora.

Este punto ya le parecía agobiante tener las cámaras encima, extrañaba la privacidad, y sobre todo echaba tanto de menos a Leonel.

-vámonos, despiértame cuando lleguemos en cuanto el coche arrancó, se puso su antifaz para dormir, se acomodó mejor en el asiento, y se olvidó de todo lo demás.

Llego a la granja casi al anochecer, por lo general era un viaje de dos horas, ir ahí desde el aeropuerto le tomo más de cuatro.

Cuando se bajó, lo primero que hizo fue estirarse, estaba exhausto, primero fue el viaje en avión, y luego hasta ahí.

Aspiro hasta llenar sus pulmones con el aire puro del lugar, eran comienzos de otoño, al Igual qué la última vez que estuvo ahí, el chófer bajó su enorme cantidad de equipaje, y luego se marchó.

Un grupo de unos cuatro o cinco cachorros vinieron ladrando hacia él, Noel no recordaba que hubiera perros aquí la última vez.

Pronto se vio rodeado de ellos, lo olían, y jalaban su ropa, él se inclinó, y comenzó a acariciarlos, por fin se sentía en casa.

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Leonel venía de encerrar las gallinas, estaba todo sudado, necesitaba un baño, y también rasurarse, tenía tres días sin hacerlo.

Kala, la perra qué recogió meses atrás, al encontrarla camino al pueblo vecino, lastimada y preñada.

Venía hacia él, ladrando, su camada de cachorros que siempre venía con ella, no estaban.

-¿perdiste a tus cachorros de nuevo? - le pregunto, y siguió caminando, con ella ladrando delante de él - me preguntó que viste esta vez -

Y entonces lo vio, había un chico sentado en el césped, rodeado de los cachorros ya no llevaba el pelo largo, y tampoco gris, como si pudiera sentir su mirada, él levantó la cabeza.

Le sonrió, y le saludo con la mano al verlo, todos los cachorros estaban sobre él.

Leonel se restregó los ojos con las manos, ¿de verdad era él? Se acercó lentamente, hasta quedar frente a él.

-¿me extrañaste? - le pregunto Noel, poniéndose de pie, y sacudiendo el pasto de sus pantalones

-¿Qué haces aquí? - fue lo único que pudo decir

-ya veo, no me extrañaste - dijo dándose la vuelta hacia su equipaje - ¿me pregunto si a estas horas aún vendrá un taxi por mí? - Leonel soltó los guates qué traía y lo abrazo por la espalda.

-no se te ocurra volver a irte, te lo prohíbo -

-bien, no voy a irme, pero dúchate, por favor, apestas a gallinero - Cuando dijo eso Leonel lo soltó

-perdón, lo olvidé, ya voy y me ducho -

-mi equipaje, ayúdame - Leonel se regresó, y tomo la valija más grande

-¿de verdad estabas viajando con todo esto encima? -

-estuve meses fuera, no soy como tú, que sobrevives con lo mínimo indispensable -

Cuando entraron a la casa, Noel se paró, y bajo su equipaje - ¿qué has hecho aquí? -

-hice algunas reformas a la casa, para hacerla más cómoda ¿quieres ver arriba? - pregunto, y Noel asintió

Al llegar al último escalón, Noel se detuvo, pues había una puerta corrediza.

-mi abuela ya no sube aquí, así que esta parte de la casa es toda nuestra - dijo Leonel, abriendo la puerta

-vaya, alguien estuvo ocupado - dijo Noel bajando sus maletas, convertiste todo en una sola habitación -

En medio de todo estaba una cama King size, que se veía nueva, también estaba el baño ya incluido en el interior, además de un closet.

-ese closet es bastante grande - dijo Noel

-por supuesto, tenía que tener espacio para todas tus cosas -

-incluso compraste una cama más grande -

-ya te dije, quiero que estés lo más cómodo posible, así no vas a querer irte -

-no voy a ir a ningún lado, anda ve a bañarte - dijo Noel mientras se quitaba los pantalones, y se sentaba en la cama.

-¿vas a ducharte conmigo? - pregunto Leonel

-no, me los quite, porque están sucios, no quería ensuciar la cama -

-provocador -

Cuando Leonel se metió a la ducha, Noel se puso ropa más cómoda y bajo a buscar a Doña Carlota, la encontró en la cocina.

- me da gusto que estés aquí, así podrás hacerle compañía a mi nieto - dijo la mujer

- ¿cuándo le dirá que está enferma? - pregunto el joven

- estaba esperando que tú volvieras, va a necesitar tu apoyo y tu compañía -

- aun así, no creo que fuera correcto que se lo ocultara tanto tiempo -

- si te lo dije a ti, no fue para que me criticaras muchacho -

- bien ya no voy a criticarla, Pero tiene que decírselo a Leonel, el tiene derecho a saber -

- ¿qué es lo que tengo derecho a saber? - pregunto Leonel que venía entrando a la cocina, y escucho solo la última parte de la conversación.