OCTAVO libro de la serie ENTREGANDO MI CORAZON.
Tal vez muchos no recuerdan sus vidas en la temprana infancia, yo tampoco, pero lo que si recuerdo es que era feliz. No podía relacionar qué, quién o quiénes me daban ese sentimiento; pero si recuerdo que los perdí. Años después volví a ser feliz, pero no era algo duradero. Era un ida y vuelta que me dejaba vacía. En mi adolescencia, supe que buscar ser feliz era un sentimiento que ponía más presión y estrés en mi vida. A mis 18 años, renuncié por completo a esa tonta sensación... Para que, unos años después, poco a poco venga un tipo creído a querer destruir mi bien estructurado credo.
No recuerdo mucho mi temprana infancia, pero si recuerdo una sensación de malestar cuando estaba mi padre. Cuando no estaba él, todo era felicidad. Después, con su partida, fui feliz. Crecí rodeado de personas que me aman y que yo amo con todo mi ser. Crecí siendo sociable, seguro de mi mismo y el terror de los bullys. No me molestaba presionar los boton
NovelToon tiene autorización de HIKAMOO para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAULDER/YUE (CAP. 22)
Ahora si, directo a mi dormitorio. No aguanto más esta opresión que siento en el pecho.
Diosito, dame fuerzas para dejar de ser un idiota con la chica que tengo en mis pensamientos y corazón. No quiero que sienta que la dejo de lado. Ella es la persona más importante para mi. Ayúdame a ver que su felicidad es la mia, porque siento que los pedazos de mi corazón no podrán encajar juntos de nuevo.
Por última vez volteo y la veo ser abrazada por el chico. Con la visión nublada y las mejillas mojadas sigo adelante.
YUE
Lo extrañé tanto.
Cuando se fue, me arrepentí de no ir a él. De no detenerlo. Pensé que no sabía qué le diría o qué haría, pero si. Oh, si. Sabía muy bien lo que quería hacer. Quería aferrarme a él y decirle que me llevara a conocer la universidad. Quería que tomara mi mano, para no perderme. Quería que me besara. Algo dentro mío me decía que era él. Algo dentro mío me decía que con Caulder encontré todo y más.
Pero ese temor. Ese temor de que siempre pierdo todo lo que amo, que pierdo mi felicidad, me tiene al límite.
Pensé que me conformaría con su amistad, pero no. No sé en qué momento me volví codiciosa. Yo soy indomable, nada ni nadie llegaba a mi. Hasta que llegó ese larguirucho. El chico más guapo que alguna vez vi. El chico más bueno que alguna vez conocí.
Cuando se fue, por un momento pensé que tal vez se puso celoso. Sentí una calidez cuando imaginé que sentía celos porque pensó que me puse el apellido de otro chico. Todo se hizo añicos cuando viendo el periódico de la universidad, se veía a Caulder con distintas chicas. Todas aferradas a sus brazos.
No. Caulder no quiere ese tipo de relación conmigo. Poco a poco me fui molestando, a la vez que se me rompía el corazón con cada foto nueva.
-× Deberías ir. Toma sus mejillas y dile lo que quieres. Dudo que él pueda leer tu mente.
÷ Creo que a medida que creces te haces menos valiente. Alika, prometamos desde ahora que por minúsculo que sea algún tema lo hablaremos.
-× Está bien. Parece que mantener una buena relación como la que tenemos no es tan fácil como lo hacemos ver, Joshy.
Si alguien me diría que dos niños de 6 años me darían una lección sobre amor, no lo creería.
- Hey, yo también he sido considerada una genio, así que no sean condescendienes.
Ellos se encogen de hombros y siguen comiendo sus galletas. Alika y Joshy son mis nuevos amigos. No importa su edad, cuando ellos quieren llamarte la atención parecen un viejo matrimonio.
Es por ellos que estoy en camino a la universidad 2 semanas antes del inicio de clases. Quiero verlo. Muero por verlo.
Después de despedirme de todos en el aeropuerto, demoré una vida para poder embarcar. Justo en pleno vuelo, escucho a la aeromoza.
^ Estoy buscando a una persona de apellido Anderson...
- Soy yo.
> Soy yo.
