DEMONIO

Capitán

El chico termina de contarnos todo con lujo de detalle, miró como los demás no detuvieron ni por un segundo el relato del chico, así que sospecho que esperan que tengamos miedo.

-Así que ahora ya saben, que nosotros no le hicimos nada -termina de decir el chico cruzando los brazos a la altura dél pecho.

Roy parece más tranquilo, sé levanta cargando en brazos a la chica, yo hago lo mismo y veo que Adam tiene en las manos el cinturón dónde ella carga sus cuchillos.

-No parecen sorprendidos -dice la mujer de nombre Maya.

-¿Deberíamos estarlo? -inquiere Adam con algo de molestia.

Roy comienza a caminar y el hombre de antes le cierra el paso. -Esa cosa se queda aquí -demanda con rabia.

-Obliga me -gruñe Roy con los dientes apretados.

El hombre se truena los dedos, Adam y yo nos ponemos a la defensiva delante de Roy.

-Basta -dice otro hombre y se acerca poco a poco, luego vuelve hablar.

-Mi nombre es Miguel, soy un viejo amigo de Doluma y créanme cuando digo que no le haremos daño, Maya la esta curando aunque lamento decir que el proceso es lento.

-No podemos dejar que la saquen de aquí por ahora, hasta que esté recuperada, nadie les prohíbe verla solo por favor dejen que Maya la curé.

-Los daños que Doluma presentaba, eran realmente muy graves, afortunadamente uno de los dones de Maya es la curación y esto ha ayudado mucho para que Doluma se ponga mejor.

Miguel termina de hablar, Adam y yo nos miramos, Roy niega con la cabeza mientras nos mira a los dos.

-Aun cuando quisieran matarla no podrían -escuchamos una voz pequeña y todos los presentes nos giramos a verla.

-¡Sephora! -digo al ver a la niña frente a nosotros con muy buen semblante. Sus ropas dicen mucho sobre el daño que sufrió antes, pero su rostro dice que todo ya quedó atrás.

-¡Estás mejor! -dice Maya sonriendo.

-Sí -Sephora inclina ligeramente el cuerpo y la cabeza como haciendo una reverencia.

-Se lo agradezco mucho, señora -dice Sephora y Maya sonríe.

-No fue nada, pero no me digas señora. Mi nombre es Maya -Sephora vuelve hacer otra reverencia y luego camina hasta nosotros.

-Deja que la curen -Sephora se planta frente a Roy y este solo la mira, hay algo en sus miradas que me dice que ellos saben más que el resto de nosotros.

Roy se gira para ver a los demás luego mira a la mujer y dice -Solo tú puedes acercarte, si alguien más lo intenta. Lo mató.

-Bueno hablando de eso -dice Miguel y lo vemos con curiosidad -Necesitaremos algo de ayuda -murmura con algo de nerviosismo y una media sonrisa.

Nos miramos entre sí, sin saber de qué va hasta que Sephora habla.

-SARAM y las otras, sienten el peligro. Si tus amigos permanecen aquí -Dice la niña señalando con la cabeza a la otra mujer y al hombre de antes. -Ellas van a atacar sin tregua -para mí lo que dijo no tiene mucho sentido.

Pero parece que par ellos si, ya que se miran entre sí. Miguel y Maya asienten con la cabeza, Roy parece más relajado y camina hacia ellos pasando a un lado.

-¡Oye! -dice por primera vez un hombre moreno y alto de ojos grises.

-No pienses que voy a dejarla donde la tenían, ella no es un animal -masculla Roy y sigue su caminó al otro lado de la nave, donde hay un par de asientos de autos apilados en forma de cama.

El ojigris pone cara de pocos amigos y veo sonreír a Miguel y Maya disimuladamente.

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Kebec

Clavo la pala en la tierra, levanto la mirada al cielo y siento el viento soplar en mi cara. El recuerdo de ese monstruo cambiando de forma y convirtiéndose en Doluma aun ronda mi cabeza.

¿Me preguntó como fue posible ese cambio? ¿Esa será la fase final de todos nosotros? Y de ser así ¿Qué detona semejante transformación? Aunque no me sorprendería que solo ella pudiera tener semejante cambió.

Lo que me sorprende es la facilidad de palabra que posee a estar en esa forma, normalmente cuando nos transformamos perdemos el habla, somos como animales, conocemos a nuestros aleados, pero de ahí en más nuestro instinto asesino no deja tregua a sobrevivientes.

Somos como animales, peleamos en pareja; sin embargo, el resto del mundo son nuestras presas, casi como los lobos cuando casan en manada.

La luna parece tener un brillo diferente esta noche, pareciera que se va a tragar el mundo de un bocado...

-¡Eres perfecta! -escucho una voz y me giro rápidamente para ver de quien se trata, pero ahí no hay nadie.

Me quedo viendo en todas direcciones y...

-La bebé más hermosa del universo entero -vuelvo escuchar esa voz como si fuera un susurró y me giró una vez más, pero ahí no hay nadie.

-Te llamaré SARAM, que significa humano -un rostro aparece frente a mí, es el rostro de un hombre deforme.

El hombre sonríe y muestra sus escasos dientes, él sostiene un bebé en sus brazos, luego me mira y dice algo que me hace abrir los ojos de para en par.

Mi boca se queda muda y abierta por la sorpresa, mi cuerpo tiembla, pero no es de frío ni de miedo.

-¿Kebec? ¿Kebec? -el grito de Maya me despierta de alguna especie de sueño vívido.

-¿Qué? -pregunto desconcertado.

-¿Estás bien? -inquiere y yo miró al frente y a todos lados en busca de ese hombre, solo que ahí fuera no hay nadie que se le parezca.

-Pareces perdido, ¿Qué ocurre? -Maya me mira con mucha atención y solo medio sonrió sin ganas.

-Nada, ¿Qué querías? -digo con los labios estirados a modo de sonrisa.

-En primera que no sonrías, das miedo cuando lo haces -dice con poca cortesía y se da la media vuelta comenzando a caminar -Y segundo, ven a comer si ya terminaste -me rasco la nuca por el carácter tan cambiante de esa mujer.

Volteó atrás, suspiró.

Me preguntó que rayos fue eso, ese hombre dijo **¡Lo logramos hermano!** no sé quién era ese hombre y tampoco sé dé donde vino esa visión, pero de algo estoy seguro es que yo era hijo único hace más cien años.

Recojo la pala y me la pongo al hombro, caminó por donde Maya se fue antes con una maraña en mi pensamientos si saber que creer o que pensar.

Entro a la bodega y miró a los soldados y los otros comiendo carne, alguien caso un venado de gran tamaño y prendió una buena fogata, se nota que estas personas están bien organizadas.

Aunque justo ahora sus ánimos están por los suelos, ya que perdieron a varios de sus amigos y familiares, el grupo antes constaba de ciento quince personas en total y ahora se redujo a cuarenta y cinco humanos con vida.

Es una verdadera pena que hayan logrado llegar tan lejos, para haber perdido a sus seres amados. Los entiendo, ya que alguna vez yo tambien tuve familia.

Aunque para ser muy honesto, me sorprende que hayan logrado vivir durante tantos años, un grupo tan grande de personas.

Justo ahora comprendo su impotencia y no los culparía si se resistieran a aceptar su realidad. Aunque de no ser porque Doluma le dío una salida hace días, todos habrían muerto ya.

De no ser por ella, jamás habríamos encontrado a estas personas en él caminó, seguramente ni siquiera hubiéramos sabido que existían.

Parece que haber dormido durante cien años, le ha ayudado a nuestra pequeña niña a encontrar su lado humano. Sonrió mientras llevo otro trozo de carne a la boca.

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