Mi Ángel

Ángel desayunó tranquilamente en el hotel y salió a caminar, decidió no darle más vueltas al asunto, aunque le dolía pensar que no era suficiente mujer ella simplemente sepultaria lo ocurrido. Caminó por las calles de Roma, lamentó no llevar un celular para tomar fotos pero disfrutó estar ahí se sintió orgullosa de si misma porque había aprendido muy bien en sus clases de italiano y se comunicaba perfectamente, se sentía culpable por haber dejado sola a Neylan desde el día anterior, también porque varías veces llegó a sus pensamientos escaparse.

Por otro lado, Alexei se levantó y al no encontrarla en la habitación supuso que se había ido al departamento, no quiso preguntar así que se dió una larga ducha y se fue directo a su oficina, así transcurrió el día y entonces cuándo empezó a oscurecer Alexei recibió una llamada de Miriam.

📞¿Que pasa?

📞Señor, disculpe que lo interrumpa pero la niña está llorando mucho, no sé si se siente mal o es que extraña a su madre.

📞¿A su que?

📞 A su madre, señor lo siento, no quería molestar.

📞¿Ángel no está con ustedes?

📞No señor, ella no ha venido, me pidió que le mandara ropa y no he sabido nada de ella desde la mañana.

Alexei sintió que miles de agujas atravesaban su cuerpo, sintió miedo, miedo, eso era algo nuevo en él, en seguida llamó a su personal de seguridad y los mandó que la buscaran hasta debajo de las piedras, pensó que Ángel se habría decepcionado tanto que prefirió huir, tal vez estaba perdida en esa ciudad dónde no entiende y no conoce nada y no puede pedir ayuda, su miedo se convirtió en ira y tiró todo los que estaba sobre el escritorio, cuándo entró konstantin éste lo corrió con la mirada, estaba hecho una furia.

Ángel estaba perdida, y no es que no pudiera pedir ayuda es que no tenía ni idea de dónde quedaba el departamento de Alexei, no se sabía números de teléfono ni absolutamente nada, y para colmo fue tan distraída que ni siquiera vió el nombre del hotel donde estaban hospedados, estaba muy arrepentida de haberse salido así, se sentó en una cafetería y ahí estaba esperando no sabía ni que, por lo menos tenía dinero para pasar una noche en una posada, entonces se le ocurrió preguntar por Alexei allí, quizás alguien lo conocía y podía darle cualquier tipo de información que le sirviera para volver, entonces llamó a una mesera que se veía amable, le preguntó si sabía quién era Alexei lenkov.

Mesera: ¿El ruso?

Ángel: si, ese, el ruso, ¿Sabes dónde puedo encontrarlo?

Mesera: no, pero su empresa, o bueno, una de ellas está muy cerca de aquí, vas dos cuadras a la derecha está un prominente edificio en seguida sabrás cual es aunque supongo que está cerrado.

Ángel: gracias, muchas gracias.

Ángel se alegró, le dejó una buena propina a la mesera, rápidamente encontró el edificio el problema es que alguien le diera información, pero llegó hasta la entrada dónde estaba el vigilante que se negó a darle información y por supuesto a dejarla entrar y cuándo ya se estaba dando por vencida vió a konstantin pasar por la recepción y empezó a pegar gritos desde afuera como loca, el vigilante estaba asustado no sabía cómo detener a esa loca chiquilla pero konstantin al verla solo pudo reírse, le hizo señas al vigilante para que la dejara pasar.

Konstantin: ¿Dónde estabas metida? De verdad que tú serás quién acabe con mi amigo, es mejor que vayas a su oficina antes de que acabe con el edificio.

Se dirigió a la recepcionista y le dió órden para que la llevara directamente a la oficina del CEO, la chica se sorprendió muchísimo ya que ahí solo entraba un muy reducido personal, ni ella misma entraba ahí, pero la acompañó, la secretaria del CEO no la quería dejar entrar y mientras la recepcionista y la secretaria discutían Ángel dedujo cual era la puerta de la oficina de él se acercó y la tocó cuándo la secretaria venía como una fiera hacia ella Alexei abrió la puerta, él venía dispuesto a descargar su rabia con quién estuviera detrás de la puerta pero al verla todo su interior se calmó y la abrazó, por su parte la secretaria retrocedió asombrada nunca su jefe había tenido muestras de afecto con nadie, la recepcionista vió a la secretaria con cara de triunfo y se fue.

Alexei guió a Ángel hasta la oficina, le dió un beso en la cabeza y la sentó en una silla sentándose él en escritorio quedando justo en frente de ella.

Alexei: me tenías muy preocupado ¿Me dirás dónde estabas? Él pensó que ella seguía molesta y no queria decir nada que la irritara pero grande fue su sorpresa al oír la respuesta.

Ángel: no sé específicamente dónde estaba, solo sé que caminé mucho y vi cosas maravillosas, también me perdí, por cierto, ¿Puedes regalarme un teléfono, por favor?

Alexei: claro que sí, lo que me pidas, no vuelvas a hacerme esto nunca más, pensé que no volverías, perdóname mi Ángel, perdóname por favor, yo pensé que estabas molesta conmigo yo no quise ofenderte.

Ángel: yo no estoy molesta y con la perdida que me pegué yo también pensé que no volvería, no tengo nada que perdonarte, vamos a casa quiero ver a Neylan.

Alexei: claro que sí, vamos.

Al salir muy sonriente le dijo a la secretaria que podía irse a casa y que dejara el arreglo de su oficina para el día siguiente, la secretaria casi se desmaya parece que le habían cambiado a su jefe.

Llegaron a casa, y cuándo Ángel cargó a Neylan por fin se quedó tranquila, ambos se acostaron con la niña en el cuarto y le hablaban hasta que se durmió y los tres amanecieron juntos, cuándo Neylan se despertaba con hambre Ángel la alimentaba y Alexei sacaba sus gasecitos y así pasaron la noche como una verdadera pareja.

A los dos días ya estaban listos para partir a Rusia, Ángel se negaba ya que no había podido disfrutar tanto de Italia pero Alexei le prometió traerla a vivir allí cuándo todo se arreglara, llegaron a Rusia, se habían traído a Miriam con ellos ya que Ángel se sentía muy cómoda con ella y el trato fue por seis meses, y si el apartamento le había parecido hermoso la mansión dónde llegaron era definitivamente de otro mundo, extremadamente lujosa, una belleza Ángel quedó impresionada.

Alexei: ¿Te gusta?

Ángel: me encanta.

Alexei: es tuya.

Ángel: solo en mis sueños.

Alexei: yo los cumpliré, te he dicho que no te faltará nada, mi hija y tú merecen lo mejor.

Se escucharon aplausos a un lado de la gran sala.

Iván: vaya, vaya, que emotivo momento.

Alexei volteó a ver a su papá y no cambió su postura, seguía relajado.

Alexei: padre, no sabía que me esperabas para darme la bienvenida.

Iván: no te hagas el chistoso, ahora mismo me dirás qué teatro mal armado es éste.

Alexei: nada que te interese, solo espera que termine la función.

Ángel si estaba rígida y tal apretaba a Neylan un poco más de lo normal, Alexei que notó su nerviosismo colocó su mano en la cintura de ella para darle seguridad.

Iván: que lindo, supe que se casaron y que supuestamente el bebé es tuyo, ¿Es eso verdad?

Alexei abrió su maletín sacó unos papeles y se los entregó a su papá.

Iván: muy bien, según ésta prueba el bebé es tuyo, sé que no te dejarías engañar fácilmente por ninguna zorra, en eso saliste a mí, también veo el certificado de matrimonio y que has reconocido al bebé, que bien, pero no veo lo más importante y lo que más me interesa, ¿Dónde están los documentos de lo que obtenemos a cambio de darle nuestro poderoso apellido?

Alexei: ya los has leído, obtuvimos un miembro más para la familia, ahora retirate que necesitamos descansar.

Iván: así que no tiene patrimonio, bien deshaste de ella o lo haré yo.

Alexei sonrió con sorna y en cambio Ángel estuvo a punto de soltar el llanto.

Iván se retiró dejando sus últimas palabras como advertencia y dejando a la pareja en medio de la sala.

Ángel: tengo miedo.

Alexei: no tienes porque, te protegeré con mi vida si es necesario, dale la niña a Miriam tú y yo nos vamos a nuestra habitación, Miriam fue guiada por una de las sirvientas a la habitación mientras que Ángel se negaba a dormir en la misma cama que Alexei.

Alexei: sabes que tenemos que dormir juntos para que no haya habladurías entre los empleados.

Ángel: está bien, pero no te quiero cerca de mí.

Cuándo estuvieron acostados Alexei le dijo a Ángel que quería que hablaran acerca de lo que había pasado pero ella se negó diciendo que no sabía a lo que se refería.