Balas de Venganza del Mafioso (Amarte o Matarte)

Jenny caminaba de un lado a otro en su habitación, sintiéndose inquieta como si estuviera en el lugar equivocado. Ya no quería tener nada que ver con mafiosos como su padre y Leon, pero ahora estaba atrapada con otro mafioso. Reyhan parecía aún más misterioso.

Aunque Reyhan parecía ser agradable, ¿quién le aseguraba que no le haría daño?

"¿Qué pecado cometí para merecer un destino tan cruel? ¿Por qué no puedo escapar de los mafiosos?", se lamentó, continuando su paseo de un lado a otro.

"¡No puedo quedarme así sin hacer nada! ¡Necesito huir!"

Jenny reflexionó un momento.

"Pero ese hombre me ayudó, y está herido por mi culpa. ¿Quién cuidará de sus heridas?"

Se rascó la cabeza, confundida. "Ahn... pero ¿y si es peor que Leon? Todos los mafiosos son malos."

"Aish... ¿qué hago?"

Jenny estaba frustrada. Gimoteó como una niña, tirándose del pelo por no encontrar una solución. "¡Vamos a pensar, Jenny!"

No se dio cuenta de que alguien observaba todos sus movimientos a través de una diminuta cámara de seguridad instalada en la habitación.

Reyhan contuvo la risa al ver el comportamiento de Jenny a través del portátil. "¡Qué chica tan extraña! ¿Por qué está caminando de un lado a otro de esa manera?"

Se sorprendió al ver a Jenny subirse a la mesa. Lentamente, abrió la ventana de la habitación. Parecía que Jenny había decidido escapar.

"Terca", murmuró. Reyhan ya le había dicho varias veces que no podría escapar de esa casa. Se levantó inmediatamente y salió de la habitación.

Con cuidado, Jenny abrió la alta ventana de la habitación. "¡Qué alto!", exclamó, poniéndose de puntillas sobre la mesa.

"¡Pero no importa, yo puedo!"

Se impulsó un poco para alcanzar el alféizar de la ventana, pero para su mala suerte, cuando intentó levantarse, perdió el equilibrio y cayó hacia afuera.

"Aaaa..."

¡BUM!

Jenny abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba en brazos de alguien. Era Reyhan, que estaba fuera de la habitación. El corazón de Jenny se aceleró al ver lo guapo que era de cerca. Tragó saliva varias veces.

Reyhan soltó un profundo suspiro y la dejó caer al suelo del balcón.

"Ahn..." Jenny gimió, sujetándose la cintura dolorida.

"¡No seré amable si vuelves a hacer eso!", Reyhan la miró con severidad.

Jenny se levantó inmediatamente, aún sujetándose la cintura. "¿Qué te he hecho para que me trates así? ¡Cuando nos conocimos, pensé que eras un tipo agradable!"

"No soy un tipo agradable, así que no intentes huir de aquí de nuevo."

Jenny vio a tres guardaespaldas acercarse, atraídos por el alboroto. "¿Algún problema, jefe?"

"Asegúrense de que esta mujer no vuelva a huir. Hagan guardia aquí", ordenó Reyhan mientras se alejaba.

Jenny lo siguió inmediatamente, tirando ligeramente de su camisa. "¡Espera un momento!"

"¿Qué pasa ahora?", respondió bruscamente.

"Tengo hambre, no he comido nada desde el almuerzo", dijo Jenny, suplicando.

Reyhan suspiró. "Cocina tú misma, no pidas a los empleados que cocinen para ti."

Jenny abrió mucho los ojos. Ella no sabía cocinar. "¡Pero no sé cocinar! En Singapur, mis empleados siempre cocinaban para mí."

Reyhan no quiso escuchar las quejas de Jenny y entró en la casa. Ella lo siguió de cerca.

Ok, ya que estoy atrapada en esta casa, no puedo parecer débil. Voy a hacer que se enamore de mí, para que sepa lo que es sufrir después de que me vaya de aquí. Llorará y se arrepentirá de mí.

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