Flores

Unos meses después del accidente, Albert debía volver a la casa que habían reconstruido, al pasar por la puerta y ver su hogar diferente y vacío se arrodilló y empezó a llorar —¿Cómo podré vivir aquí? Este lugar no se siente como mi hogar— dijo Albert entre lágrimas y en eso sonó el timbre, Albert secándose las lágrimas pregunto quién era por el interfono —Somos tus amigos Logan y John— Albert no respondió y abrió el portón, Logan y John caminaron hacia la puerta y tocaron, Albert abrió la puerta —Hola, te trajimos una cesta de comida y cosas para el uso personal— dijo Logan y Albert con una sonrisa lo tomo —Gracias de verdad se los agradezco— dijo Albert entre lágrimas a lo que John y Logan se quedaron quietos sin saber qué hacer —¿Ya desayunaste? Si quieres te preparo algo para comer— dijo Logan mientras le secaba las lágrimas a Albert —Si, mientras vamos a la sala— dijo John que mientras lo abrazaba para que se sentara en el sillón. Al entrar Logan a la cocina vio que todo estaba diferente —Guau, todo es muy diferente— después de eso se puso a preparar la comida, en la sala John trataba de animar a Albert —¿Que te dijo tu hermana? No te sientas solo pronto saldrá del hospital— —Si, pero se ira del país— —¿Qué? No puedo hacer eso tu aun eres menor de edad quien te va a cuidar y quien se hará cargo de la compañía, no puedes quedarte solo aquí en esta casa tan grande— dijo John enojado y preocupado en eso llego Logan y pregunto qué pasaba —Albert se quedará aquí solo— le dijo John preocupado a lo que Logan se sentó, dejo los platos en la mesita y con una expresión de preocupación le dijo —Pero, No puedes hacer eso todavía eres menor de edad, ¿Quieres que me quede contigo?— aunque a Albert le alegro un poco eso no estaba del todo convencido —La compañía me dijo mi hermana que se hará cargo ella por mientras y cuando yo cumpla la mayoría de edad me la va a ceder, y lo de vivir conmigo no creo que tus padres te dejen— —Nah, para mis padres será la mejor sorpresa del mundo, no es que me quieran mucho— —Pero aun eres menor de edad— —Eso no es problema, yo se cocinar y tu... mmm... puedes hacer la limpieza— —Tienes razón y aparte mi hermana se encargará de pagar todo, la escuela, la comida y todo lo que queramos solo debo avisarle sobre ti— —¿Y tú qué opinas John, quieres vivir con nosotros?— —Bueno de hecho desde hace unos días vivo solo mis padres me corrieron de la casa— —Entonces no habrá problema con que vivas aquí— le dijo Albert con una sonrisa y puso su mano en el hombro de John.

Semanas después de que Logan y John se mudaran con Albert, adornaron la casa con adornos de navidad —¿Qué tal? Después debemos ir a comprar el árbol y los adornos para el— —Debemos conseguir un taxi— —Iré por mi chamarra en lo que viene el taxi— —¿Por qué no has contratado a un chofer o una ama de llaves? Lo necesitaremos en un futuro— —Ya lo sé, pero los antiguos trabajadores eran muy fieles no se si encontrare gente así, yo no tengo el carácter suficiente para hacer esto de mandar a las personas— —Mm, ¿Te acuerdas de los dos chicos y esa chica que nos topamos en los funerales? ¿Por qué no te reúnes con ellos? Tal vez te digan que si— —No sé, no los he visto desde el funeral— —¡Ah!, ya llego el taxi vamos—, los chicos fueron a comprar el árbol de navidad después lo pasaron a dejar a la casa y fueron a la tienda a comprar los adornos, mientras Logan estaba en el pasillo de comida para comprar el pavo y John en el de ropa, Albert seguía buscando unos adornos que sus padres usaban antes pero no los encontró —Tal vez los encuentres mañana, mi mamá me decía que siempre iba a comprar unos adornos de flores con la Señora Carson dos días antes de navidad y en la mañana ya que se agotaban rápido y eran los favoritos de la señora— le dijo una chica de la misma edad de Albert —¿Tu eres hija de la Señora Grace? Te recuerdo del funeral— —Si, ella es mi mamá, me llamo Isabella Roberts mucho gusto en conocerte— —Albert Carson igualmente— dijeron mientras se estrechaban las manos con una sonrisa. Mientras tanto Logan que había terminado de comprar los ingredientes para la comida se encontró con John que tenía tres suéteres de navidad que combinaban a lo que Logan sonrió y se acercó a él y en un tono burlesco le dijo —¿Por qué compraste ropa de pareja? Aunque están bonitos— —¿De verdad? Dude mucho en escoger este color, pero si te gusta es tuyo— —Gracias amigo, por cierto ¿Has visto a Albert? Dijo que iba por unos adornos, pero no ha vuelto— —Me imagino que sigue allá vamos a buscarlo—, Logan y John se dirigieron hacia donde estaba Albert y lo vieron conversando con una chica que los sorprendió —¿Nos acercamos? No quiero interrumpir— —No sé, se ve que la están pasando bien— se decían entre susurros hasta que Isabella los vio —¿Ellos son tus amigos? Nos quedan viendo raro— le dijo Isabella a Albert mientras los señalaba a lo que este volteo a ver confundido —Si, ellos son mis amigos— dijo Albert con una expresión de vergüenza a lo que los chicos solo sonrieron incómodamente —Vengan chicos les presento a Isabella, creo que la deben recordar del funeral— —¡Ah! Si te recuerdo, mucho gusto soy Logan— —Y yo soy John un gusto— dijeron mientras se daban la mano —Fue un gusto conocerte Albert y a ustedes igual debo irme— —Espera ... mm... ¿Dónde pasarás la navidad? Si quieres puedes venir a mi casa solo estaremos los tres— dijo Albert a lo que Logan y John pusieron una expresión de sorpresa —Lo pensare, de todos modos, gracias— dijo Isabella mientras se iba —No creo que quiera venir tres hombres y una mujer, se sentiría incomodo— —Ella tampoco tiene familia, aparte somos adolescentes no adultos y pensé que sería bueno no estar solos en estos momentos— dijo Albert con una expresión de tristeza.

Después de eso los chicos regresaron a la casa e Isabella fue hacia la casa de sus tíos, pero antes de entrar escucho que estaban peleando —¿Por qué tenemos que hacernos cargo de esa mocosa? Ya tenemos suficientes problemas y esa niña es un cargo más— —Es mi sobrina, no puedo dejar la sola soy su única familia— —Tu familia ahora somos tus hijos y yo o es ella o somos nosotros— —Por favor no me hagas esto— Isabella escucho todo esto y no quería causarle problemas a su tío por lo que salió corriendo al llegar a un parque se sentó en una banca —No sé a dónde ir tengo hambre y frio— dijo mientras se le salían las lágrimas y recordó lo que le dijo Albert así fue hacia la casa de los Carson, al llegar estaba dudosa si tocar el timbre, dio un suspiro y toco el timbre —¿Quién es?— Isabella estaba sorprendida porque no tardaron en contestar —Soy yo Isabella— —¡Ah! Adelante pasa— dijo Albert por el interfono y abrió el portón y antes de que Isabella llegara al portón Albert ya le había abierto la puerta y la estaba esperando con una gran sonrisa esto conmovió a Isabella —Hola, me alegra que hayas venido— le dijo Albert —Gracias por invitarme—, minutos después los cuatro estaban cenando —¿Y el pavo?— —El pavo es para navidad así que debes esperar hasta ese día— —Esta bien— después de cenar los chicos se pusieron a jugar y convivir —¿Te quedaras? Amm bueno si quieres puedes quedarte— —Gracias Albert la verdad es que estaba quedando con mi tío, pero su esposa no me quiere ahí— —Entonces quédate, puedes usar el cuarto de mi hermana mayor y también esta su ropa creo que te pueden quedar algunas, su cuarto esta arriba a la izquierda es el que dice Ana— Isabella subió, se dio un baño y se probó la ropa —Esta esta linda, aunque por ahora me queda un poco holgado, pero con el tiempo me quedara.

Después del fin de año los chicos debían volver a la escuela así que todos se inscribieron en la misma para que los demás chicos no les hicieran nada a Albert, al iniciar clases todos se alistaron, tomaron el bus y tomaron las clases normales, aunque casi todo el tiempo sus compañeros volteaban a ver a Albert —No le tomes importancia— —Ya lo sé, solo que es frustrante ver como las personas te ven con lastima— —Debes ser fuerte y demostrarle quién eres—.

Los días transcurrieron y los chicos se fueron encariñando, en un día tranquilo vieron la noticia que los Anderson se irían de Portland, ya que quieren nuevos aires para su familia, Albert e Isabella vieron la noticia con una expresión de enojo —Es un maldito lo odio tanto— —¡Albert! te llego un correo, es de tu hermana— Albert asintió con la cabeza y fue a revisar el mensaje, —Tu hermana me dijo lo que hablaron y planea ayudarles en lo que quieran, estuve investigando junto a tu padre y te enviare una lista de las fábricas que hacen cosas ilegales, una de ellas pertenece a los Anderson, tu sabrás que hacer. Att: W.J— después de leer esto Albert sonrió y fue corriendo a contarle a sus amigos.

En los días de vacaciones a Isabella le gustaba estar en el patio y mientras caminaba alrededor de la casa y vio una habitación, pero no encontraba la puerta así que fue adentro de la casa y entro a la antigua oficina del Señor Carson —No cuadra el tamaño, debería hablar con Albert— Isabella fue al cuarto de Albert *Toc toc* —Hola Albert, soy Isabella necesito hablar contigo— Albert abrió la puerta —¿Qué pasa?— —Bueno, es que vi que por afuera de la casa hay una habitacion pero no hay puerta y *suspiro* mejor te muestro, ven sígueme— Isabella le enseño y los dos se quedaron confundidos —La habitacion debe estar detrás de este librero vayamos a hablar a los chicos— Albert fue por los chicos —Movamos ese librero— los chicos movieron el librero y vieron una habitación secreta —¿Qué es esto?— mientras entraban observaban a todos lados —Miren unos planos, pero son de una fábrica— —Chicos creo es hora de iniciar el plan— dijo Albert mientras sonreía—.